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estafa que ya fracaso en 1994

Quita de aportes patronales

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Al contrario de lo que plantea el gobierno neoliberal hoy y siempre (desde Martínez de Hoz a Prat-Gay siempre dicen lo mismo, sin variaciones relevantes en este tema), lo que requiere el país en momentos de fuerte desequilibrio fiscal, es una transferencia de ingresos progresiva y entre ellas la restitución de los aportes patronales a los niveles previos a la reforma neoliberal del año 1994 impulsada por Domingo Felipe Cavallo bajo la promesa de generar empleo y disminuir trabajo informal.

Promesa neoliberal que hay que recordar, culminara con 24% de desempleo y 50% de informalidad laboral, tras la crisis de la convertibilidad en el año 2001, en pleno reinado de la salvadora” quita de aportes patronales”, que operó realmente (y no en el discurso) precarizando el empleo, promoviendo despidos y desfinanciando el sistema previsional, como se observa en el gráfico de apertura donde se ven las alícuotas de aportes patronales sobre el total del sistema en el lapso comprendido entre los años 1991-2000.

La pérdida de financiamiento por la quita de aportes patronales del año 1994, a valores de 2013 supuso dejar de tributar 18 mil millones de dólares anuales al sistema previsional. Un escándalo.

Las consecuencias de esta política de desfinanciamiento del sistema previsional ya están planteadas por la actual fase de neoliberalismo de tercera generación y la quita de aporte las profundizará. Hoy por caso, ya se suspendió la moratoria previsional, con lo cual 140 mil personas por años no accederán a la jubilación, se actualizaron jubilaciones y pensiones con el 15% semestral contra una inflación de no menos de 25% para igual lapso, licuando el poder adquisitivo real del beneficio tras la megadevaluación propiciada por Macri y su staff de CEOs.

Al respecto, en su interesante estudio “El sistema previsional argentino y su reestatización”, Nuria Mendizábal despliega una mirada ajustada y crítica sobre su funcionamiento en el último quinquenio, su financiación, cobertura y niveles de actualización.

En sentido opuesto a las políticas neoliberales actuales, sugiere la autora la restitución de aportes patronales a sus niveles previos a la reforma neoliberal de 1994 como medida de estricta necesidad gestiva para garantizar no sólo solvencia fiscal al Estado Nacional, sino sustentabilidad al Sistema de Seguridad Social a mediano y largo plazo.

Una discusión olvidada incluso por los sindicatos, siempre dispuestos a dar pelea contra el Estado opresor que rebana salario con impuesto a las ganancias (real), pero menos activos contra las patronales voraces que restan eficacia a la protección de los trabajadores (más real).

Señala al respecto Mendizábal: “Sin desconocer la suma relevancia de un buen desenvolvimiento de la economía y del mercado de trabajo sobre los recursos de la Anses, resulta medular plantear la necesidad de revertir el otro aspecto central que acompañó la reforma previsional del año 1994: la reducción de las alícuotas patronales.

Una medida que no hizo más que desfinanciar al sector público y perjudicar a los trabajadores en beneficio de los sectores empresarios. En definitiva, un incremento efectivo de las alícuotas patronales, recuperando –al menos– el valor que tenían antes que se ejecutara en 1994 la reforma previsional, implicaría el ascenso del flujo de recursos mensuales del sistema de seguridad social. 

Además, permitiría una mejora significativa de la estructura distributiva argentina, aún profundamente desigual…”

Como era de esperar, el gobierno nacional, profundamente antipopular y regresivo en materia distributiva, marcha en sentido opuesto, reciclando el viejo y fallido discurso de quita de aportes patronales como panacea para generar empleo. Ni siquiera son originales, estimados lectores de PERFIL.

*Director de Consultora Equis.