María Eugenia Vidal debe superar uno de los mejores resultados electorales obtenidos en el interior bonaerense para garantizarle a Mauricio Macri la continuidad en la presidencia, a la que está atada inevitablemente la suya en la gobernación. La falta de inserción de Cambiemos en la región sur del Conurbano la pone ante el desafío de superarse a sí misma en la Quinta Sección para compensar la fuga de votos en la Tercera. Allí se asienta el poder territorial de los intendentes del PJ. Aunque en permanente tensión con el liderazgo que Cristina Fernández de Kirchner tiene sobre una porción significativa de la ciudadanía.
Con la decidida intervención de la ex presidenta, La Matanza es una excepción a esa tirantez. Está mediando entre los intereses no siempre armónicos de Verónica Magario y Fernando Espinoza. Tal vez una muestra del proceso de maduración que percibe Juan Grabois en ella. Cristina procura convencer al diputado nacional que no reúne requisitos para ser una alternativa electoral a Vidal. Por eso le recomendó trabajar para suceder a la intendenta de La Matanza, a quien sí prefiere para esa tarea.
Cambiemos no consigue aprovechar esa aparición inesperada de la grieta. Al contrario. Es más probable que degluta a Alejandro Finocchiaro.
Así como quien vaya por una gobernación no podrá anotarse de diputado nacional, tampoco el que pelee una intendencia conservará designación en el Poder Ejecutivo
El debate por el desdoblamiento que libran desde los titulares de los diarios quienes se oponen opacó esta semana una noticia ligada al proceso electoral. Macri no quiere candidatos testimoniales. El veto incluye más casos que los conocidos. Así como quien vaya por una gobernación no podrá anotarse de diputado nacional, tampoco el que pelee una intendencia conservará designación en el Poder Ejecutivo.
Por orden del Presidente, Finocchiaro será candidato en La Matanza. Parecen contados los días de ministro de Educación para el ex abogado del bufete de Carlos Corach.
Con Vidal al frente de la campaña, la lista de concejales de Finocchiaro logró el 30% de 1.100.000 votos en disputa el anteaño pasado. Representan la cuarta parte del total en la Tercera Sección. El peronismo aventajó a Cambiemos por 100 mil de los casi 790 mil sufragios emitidos.
Para ganar por casi 4 puntos en la Provincia, Vidal tuvo en General Pueyrredón casi el mismo resultado en 2017 (49,59 %) que en 2015 (50, 7/%). Primero con Aníbal Fernández (29,8 %) y después con Cristina (30,04%). Mar del Plata es el corazón del sistema político en General Pueyrredón. Tiene casi la mitad de 1.100.000 electores de la Quinta Sección. Sumados a los de Tandil (100 mil) y Necochea (80 mil), representan los dos tercios de esa cifra.
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Conflicto. La victoria en esos distritos no tiene relación con el nivel de conflictividad de cada uno con Cambiemos en los comicios de este año, cuando Vidal debería quebrar su propio récord. Argumento poco conocido pero considerado para el desdoblamiento electoral que analizarán Macri y Vidal en febrero.
Sin la ex presidenta, los intendentes PJ de diálogo con Cambiemos verían disminuido el caudal de votos pero no su reelección. Por eso miran con simpatía esa posibilidad: también habilitaría un recambio generacional. Lo que no libera a Cambiemos de sus propias incertidumbres. La de Mar del Plata es muy significativa. Con una imagen negativa de 70 puntos en los sondeos de Cambiemos, parece justificado que no se trabaje en la reelección de Carlos Arroyo.
A Guillermo Montenegro la estadística tampoco lo favorece. Un año y medio de campaña no bastó para instalarlo como el hijo pródigo que regresa a medio siglo de su partida. Para el 23% es un desconocido. En verdad, la opinión de su imagen está muy dividida entre la positiva (20%), negativa (27%) y los que no terminan de definirse por ninguna (26%).
Pese a superar a Arroyo y a Montenegro en aceptación (37%), Vilma Barajilla es reprobada por el 40%. Tal vez por el escándalo de una supuesta coima que habría pedido para habilitarle un hotel al sindicato de Camioneros en 2014, cuando presidía el Concejo Deliberante. O por las inundaciones de 2017: de vacaciones en Brasil y licencia a la Secretaría de Desarrollo Social. Hay temor a que una PASO entre ellos termine por ventilar cualquier valor ajeno a las propuestas de Cambiemos.
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Entre sus dirigentes existe consenso para pensar otra alternativa. Maxi Abad elude hablar del tema. Al jefe del bloque de diputados Cambiemos en la Legislatura lo sedujo el discurso de Vidal al inaugurarse un monumento a Raúl Alfonsín en La Plata el año pasado por iniciativa de Daniel Salvador.
El vicegobernador fue reelecto al frente del radicalismo bonaerense y Abad en la Secretaría General. Desde allí promueve fortalecer la UCR en Tandil y Necochea con PASO para Mario Nicolini y Gonzalo Diez. Como Miguel Lunghi, Nicolini es radical. El edil pretende disputar el liderazgo del intendente que gobierna desde 2003 y en 2019 irá por el último mandato. En 2015, Diez perdió por 100 votos las primarias contra Arturo Rojas (PRO), titular del consorcio que gestiona el Puerto Quequén. A Rojas lo derrotó el intendente Facundo López (FR), que negocia su pase a Cambiemos para ser reelecto.
Para ingresar en la consideración de Vidal, Abad debería tomar recaudos. Por ejemplo, evitar cenas como la del 18 de enero en Mar del Plata, promovida “Por un Boca mejor”. La agrupación de Enrique “Coti” Nosiglia respalda al presidente del club, Daniel Angelici, que impulsa a Cristian Gribaudo para que lo suceda este año. Gribaudo es titular del Instituto de Previsión Social bonaerense. Abad compartió con Nosiglia, el vice 1° de Boca, Royco Ferrari, y el responsable del básquet, Carlos Aguas, la mesa organizada por José Lipiano.
A Lipiano se le atribuyen las pintadas para difundir la cena en playa Varese. E incluso los afiches de José Alperovich con José López en peatonal San Martín. López es el ex secretario de Obras Públicas de Cristina. Conducida por Sergio Palazzo, la Asociación Bancaria mantiene acuerdos con Juan Manzur, gobernador de Tucumán y ex ministro de Salud. Lipiano es directivo de la obra social de los bancarios. Antecesor de Manzur, Alperovich amenaza con complicar su reelección. Lipiano responde a Palazzo, dirigente sindical de origen radical muy ligado a la ex presidenta. Aplacar la rebelión en la Quinta demandará esfuerzo y mucho ingenio.
