COLUMNISTAS

¿Se kirchneriza scioli o se scioliza el kirchnerismo?

Por Walter Shmidt. Una autonomía inusitada por parte del candidato a Presidente del oficialismo.

Daniel Scioli, Carlos Zannini y Máximo Kirchner, durante un homenaje realizado a su padre, Néstor Kirchner, en la capital santacruceña.
| Telam

Daniel Scioli comenzó a moverse en la campaña electoral con una autonomía inusitada hace apenas unos meses, bajo la convicción que Mauricio Macri es un rival de peso y que deberá saltar muchas veces el corral kirchnerista para sumar votos independientes que alimenten su proyecto presidencial.

Muy lejos pareció quedar el anuncio del 17 de junio pasado, de que Carlos Zannini sería el compañero de Scioli en la única fórmula presidencial que presentaría el Frente para la Victoria en las PASO del 9 de agosto.

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A partir de ese momento se multiplicaron las versiones del "comisario" puesto por Cristina Fernández a Scioli para controlarlo, para que no se desvíe un ápice del sendero dispuesto por la Casa Rosada ni cambie una coma del proyecto nacional y popular. 

Lo cierto es que en menos de un mes, Scioli empezó a mostrarse cómo el dirigente que es, que siempre fue.

Durante un acto de campaña en La Rioja para respaldar al entonces candidato peronista y ahora gobernador electo Sergio Casas, Scioli no tuvo mejor idea que, ante la presencia de Zannini, manifestar su reconocimiento a Carlos Menem por haberlo iniciado en la política. Por si quedaban dudas, expresó que nunca dejó de "respetar y de tener un cariño" por el ex presidente, artífice de la tan criticada por el kirchnerismo, década de los '90.
Tras sortear el alambrado K, el "superdomingo" electoral Scioli rompió las reglas oficialistas y llamó para saludar al peronista opositor Juan Schiaretti por el triunfo electoral en Córdoba, y también al pampeano Carlos Verna, quien venció en la interna peronista de esa provincia a la lista propuesta por La Cámpora y sobre la cual hizo campaña la propia Jefa de Estado.

Respecto de la Ciudad de Buenos Aires, Scioli no fue ajeno a la lectura de las urnas que dieron una victoria por más de 20 puntos al PRO sobre ECO, con el FPV en tercer lugar.
Apenas unas horas después, Scioli repartió la música que mas agrada a los porteños: se pronunció a favor de ampliar la autonomía de la Ciudad y admitió que si llega a la Presidencia analizará el traspaso de la Policía Federal con fondos a la órbita de la Capital Federal. Un histórico reclamo del PRO, que siempre fue desoído por la Casa Rosada.
Además, cuando la Presidenta y el ministro de Economía, Axel Kicillof, prefirieron hablar de la crisis en Grecia antes de los resultados electorales de un domingo sin festejos para el kirchnerismo, Scioli no desentonó en un principio, pero después hizo lo que mas le convenía: analizó el caso griego -según una foto que se ocupó de distribuir- con el economista Mario Blejer, el mismo que hace no mucho se pronunció a favor de recomponer los lazos con el FMI y con los organismos financieros internacionales. Una mala palabra para los oídos K.

"Con la excusa de que Macri es un rival duro y peligroso, Daniel hará la gran Scioli y va a tratar de seducir a todo el peronismo, el que está de este lado y el que está del otro", reflexionó un experimentado dirigente del PJ. Esa estrategia, antes de las PASO, podría profundizarse después de los comicios internos del 9 de Agosto.
Claramente, Scioli necesita del voto independiente para vencer a Macri y sólo lo conseguirá si convence a ese segmento de que no es tan kirchnerista como dicen o como parece.