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¿Se viene un delfín?

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El jueves la Presidenta dio un discurso que reavivó las sospechas sobre su real candidatura.

Néstor Kirchner sostenía que nadie debía aceptar ser presidente sin la posibilidad de ser reelecto porque al día siguiente de asumir comenzarían las disputas por su sucesión.

Antes de ayer, las palabras de la Presidenta, durante el lanzamiento del Plan Federal de ganados y carnes, reavivaron la posibilidad de que siguiera ese consejo de su ex marido y decidiera no presentar su reelección. Dijo:

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* “Es necesario que esto no dependa de la persona que esté sentada en la Casa de Gobierno. Es imprescindible porque así, además, lo han hecho los grandes países de todo el mundo: han institucionalizado lo que es un modelo de acumulación económica.”

* “Lo estamos logrando, yo creo que lo vamos a lograr y ese es mi empeño principal en este paso temporal, absolutamente temporal, y se los digo con absoluta frialdad y convicción, la temporalidad de las cosas, que hace que por lo menos esta Argentina no se crea como otros por ahí se la han creído y así les ha ido. Yo creo, sinceramente, en que todos tenemos un tiempo y en todo caso, lo importante en ese tiempo que nos toca ocupar responsabilidades institucionales, es haber puesto lo mejor de uno, lo que mejor sabía hacer para que esto que parecía mentira hace apenas ocho años, hoy podamos estar compartiendo entre todos nosotros.”

* “Sin pasión no hubiéramos tenido el 25 de mayo de 1810. Quiénes más pasionales que Moreno, Castelli, Monteagudo, French y Beruti, que no repartían cintitas celestes y blancas, además, hasta eso nos han mentido: repartían cintitas del color de la bandera de España porque estaban luchando contra los franceses y nadie había encontrado el argumento político para ver cómo lograban aparecer sin padecer demasiado. Bueno, en fin...”

Destacar que quienes hicieron la Revolución de Mayo buscaban “aparecer sin padecer demasiado”, mostrando que defendían al rey de España de Napoleón para disimular su verdadera intención de independizarse de España, hilvanado en un discurso donde remarcó que “todos tenemos un tiempo” y “es necesario que esto no dependa de la persona que esté sentada en la Casa de Gobierno”, pudo traducirse como “debemos decir que me presentaré a la reelección para poder gobernar mejor, pero aspiro a pasarle la banda presidencial a alguien que sin el apellido Kirchner institucionalice el modelo”.

En la intimidad, la Presidenta ya había respondido a quienes la visitan y preguntan sobre el “síndrome del pato rengo” que siempre mencionaba su marido y padecían quienes no tenían reelección. Ella contestaba siempre que –siguiendo el ejemplo de Lula– formaría a su sucesor y contribuiría a que fuera electo. Y cumpliendo con el método brasileño, podría tratarse –como Dilma– de un experto en administración y gestión, aunque nunca hubiera ganado una elección en el pasado.

Pensando en 2015, se especulaba con el actual secretario de Medios, Juan Manuel Abal Medina y, en menor medida, con el ministro de Economía, Amado Boudou. Pensando en 2011, debería tratarse de alguien ya más instalado, porque Lula anunció que Dilma sería su sucesora dos años antes de las elecciones, y ella ya ocupaba desde hacía tiempo la posición más visible del gobierno brasileño, algo equivalente a nuestro jefe de Gabinete.

Quizás la mención a que French y Beruti engañaron a los españoles, poniendo el guiño en una dirección y doblando en otra, tenga lecturas diferentes y hasta ideológicamente contrapuestas:

1) “Vamos a profundizar el modelo en la dirección de Venezuela con modificación de la Constitución que permita la reelección indefinida (como imprudentemente anticipó Diana Conti), pero ahora, para ganar las elecciones, no debemos decirlo”.

2) “Como no podemos producir la distribución de la riqueza que produjo Perón, hacemos como que lo imitamos peleándonos con Clarín como él hizo con el diario La Prensa (aunque Perón nunca puso ese enfrentamiento como el eje de la agenda política ni de su discursividad)”.

Lo primero lo creen los conservadores que imaginan que si gana Cristina, “se viene el chavismo”. Lo segundo, el Proyecto Sur y los otros partidos que están a la izquierda del Gobierno.

En lo que sí la Presidenta sigue el consejo de su marido es en jugar con el misterio y nunca develar anticipadamente las propias cartas. Para poder sorprender. ¿Sorprenderán otra vez?