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Seguridad Nacional, Siria y otros temas electorales

Esos fueron algunos de los ítems que se pusieron de moda en la política estadounidense esta semana.

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Izquierda: Hillary Clinton. Derecha: Donald Trump | Cedoc
Esta semana el tema que se puso de moda en la política estadounidense fue el de la seguridad nacional. Me llamó la atención qué el director de seguridad del país aseguró que en sus más de cincuenta años de carrera nunca había visto el mundo tan vulnerable con respecto a este tema. Es cierto que nuestro planeta ha pasado por las peores guerras, pero pienso que la razón para él haber dicho lo anterior no es porque con respecto a las guerras estemos en el peor momento, sino porque lo que se está jugando ahora se ha salido de las manos de la política y gobernanza convencional ya que involucra odio de civiles por actos de nuestra historia, tecnología y terrorismo de calle.

La religión desde siempre ha sido un factor histórico para las guerras, pero hoy día se ha comprobado que terroristas siguen la religión en algunos casos sin haberlo hecho antes, para encontrar una excusa al acto, por crisis personales de insatisfacción con el mundo, con la vida, con el poder de las naciones, con los imperios y demás. La globalización ha llegado al extremo de que la información va tan rápido que los actos de una nación hacia otra son difundidos y aparecen inexplicables, con dinero por atrás. Es la guerra del dinero y de los intereses con mucha información sin claridad que se refleja en insatisfacción y diferencias sociales que juegan factores claves.

Un terrorista, por medio de internet, capta la atención de un joven que está insatisfecho con la vida, que no tiene idea de historia, que nunca tuvo educación digna, pero que cree que Estados Unidos es un monstruo. Gente que ve el dinero crecer para pocos mientras mueren de hambre, o por la guerra. En muchos casos, desequilibrados mentales, pero no medicados, sino más bien psicológicamente afectados por el transcurso de sus vidas. Nada escusa a un terrorista, pero la gobernanza hoy día debe basarse más en fondo y no en forma, para poderse poner al día con el desarrollo tecnológico, que es de fondo, poco de forma.  

Esta semana el candidato republicano Donald Trump aseguró que habría que crecer la armada norteamericana porque es la única forma de incrementar la seguridad nacional, y en contraste, Hillary Clinton dijo que garantizaría que no irían tropas norteamericanas a Siria y a otros países. Pienso que, si bien Clinton debería estar mucho más experimentada en cuanta a seguridad nacional, ninguno de los dos candidatos ha sabido explicar cómo manejarán las amenazas al mundo moderno. Pierden demasiado tiempo diciendo lo que las bases de los partidos y posibles donantes quieren escuchar.

Trump, llegándole a veteranos, lobistas de armas, municiones y demás, y Clinton, a los liberales, para contrarrestar que en su momento ella apoyo la guerra en Irak, una que luego fue probada fue de los peores errores cometidos en la historia de Estados Unidos, costando millones en vidas y en dinero. Hace unas semanas una encuesta del GfK Custom Research para el Chicago Council de Global Affairs encontró que solo el 43 por ciento de los participantes favorecen enviar tropas a Siria para combatir a grupos extremistas. Entre los partidos un 53% de republicanos apoyan el envió y un 42 de demócratas. La intervención militar en siria es un tema polémico que no deja de mover corazones. En ese país lo más triste de todo es que los niños siguen muriendo en manos de la guerra, mientras que nuestros líderes se toman su tiempo encontrando intereses económicos para decidir en donde meten la mano y las vidas de la gente.