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Un aporte para la democracia

El Gobierno no aborta su plan de reelección. Entre la inflación y el ajuste, nació una estrella económica, que no es Lagarde.

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Estoy sentado en mi oficina, mirando noticias en mi compu, tratando de concentrarme. En la otra punta, sentada sobre uno de los apoyabrazos de un sillón, Carla, mi asesora de imagen, se manda mensajes de WhatsApp con alguien por el Día del Amigo.
Entra un mensaje a mi celular. Lo miro. Efectivamente, Carla me mandó un mensaje por el Día del Amigo. Una placa con una frase de Voltaire sobre la amistad. La frase está incompleta, así que hago click para verla entera. Entonces me aparece la imagen vertical del negro de pene enorme.
—No me había dado cuenta –digo, mirando la imagen del moreno extraordinariamente bien dotado.
—¿No te habías dado cuenta de qué? –pregunta Carla.
—De que el Negro del WhatsApp está a favor del aborto libre, seguro y gratuito.
Carla lanza una carcajada.
—¿Y cómo se te ocurrió semejante pavada? –preguntó.
—¿No viste que tiene una toalla verde colgada del cuello? –observo–. Es una señal.
—No creo que ese pañuelo verde signifique lo mismo en Africa que acá.
—¿Cómo sabés que el negro este es africano? –pregunto–. Puede ser francés, como Mbappé, Kanté, Pogba, Umtiti o tantos otros campeones del mundo. Es muy discriminatorio lo que acabás de decir.  
—No creo que esté a favor del aborto.
—Puede ser –reconozco–. Es que estoy un poquito marcado por el tema. En casa no se habla de otra cosa.
—Está bien, pero en tu columna política sí deberías hablar de otra cosa, ¿no te parece?
—Es que no sé qué es lo que pasa, además del debate por la legalización del aborto.
—¿No te enteraste de que vino Christine Lagarde a la Argentina para dar luz verde al acuerdo con el FMI?
—¿Decís que Lagarde sí usó pañuelo verde? –pregunto–.  Porque en las audiencias por la discusión sobre el aborto en el Senado hubo gente que dijo que el aborto es imposición del FMI.
—Mirá, yo no sé con qué se droga esa gente –dice Carla–. Lo que sí sé es que Lagarde se reunió con Macri y con Caputo. Pero sin pañuelo verde.
—En mi columna debería hablar de la ola de inseguridad que estamos viviendo –afirmo.
—¿Por qué, qué pasó ahora?
—El otro día, en las audiencias sobre el aborto, un abogado dijo que el aborto era un crimen y que si se legalizara la ola de inseguridad llegaría al vientre materno.
—¿Y qué propone? –pregunta Carla–. ¿Poner policía uterina? ¿Alarmas de Falopio?
—No sé, estoy escuchando voces raras.
—¿Escuchás voces? ¿Te sentís bien?
—Más o menos –respondo–. Estoy escuchando gente que dice que hay tráfico de órganos con los bebés que se descartan. No entiendo quién puede pagar por el órgano de un feto.
—Deberías dejar de escuchar solo cosas sobre el aborto –me dice Carla–. Por suerte en el país pasan muchas cosas hermosas.
—Es cierto, debería pensar en cosas que me aporten otra cosa.
—Yo no sé si usaría la palabra “aportes”. Tené en cuenta que hay mucho aportante trucho a las campañas de Macri y Vidal. El propio Macri aportó dos millones de dólares en efectivo.
—¿A qué campaña aportó Macri? –pregunto.
—A la de Macri.
—Me gusta tener un presidente filántropo que se desprende de su dinero en efectivo. Es como los bolsos de López. Pero sin bolsos, ni monjas, ni convento.
—También hubo otros aportes –continúa Carla–. ¿A que no sabés quién aportó 30 mil pesos?
—Ni idea –respondo.
—Darío Lopérfido.
—Me imagino que ya salió a desmentir y decir que sólo fueron 8 mil.
—Todavía no, por el momento solo desmiente cifras de desaparecidos –dice Carla–. Mientras tanto, la inflación del primer semestre fue mayor a la que dijo el Gobierno que iba a haber para todo el año –afirma.
—¡Eso es gravísimo! –exclamo.
—Para nada. Si fuera grave, seguro que la CGT estaría llamando a un paro.
—Es cierto –reconozco–. Pero si la situación no fuera grave tampoco tendríamos a una estrella de la economía como Javier Milei.  
—De todos modos, al Gobierno de a poco le empiezan a llegar buenas noticias.
—La inflación sigue, el ajuste también, los representantes de las provincias se reunieron con Dujovne y Frigerio y al salir dijeron que hubo un “clima de velorio” –enumero-. No entiendo cuáles serían las buenas noticias para el Gobierno.
—Que Cristina sigue subiendo en las encuestas –explica Carla–. Nunca un candidato peronista que encabeza la intención de voto se niega a participar en una elección. Y esa es, por el momento, la única chance del Gobierno de ganar el año que viene.
—O sea que las posibilidades del Gobierno pasan por…
—…amigarse con Christine y pelearse con Cristina.
—¿No estaría bien bajar la inflación, evitar los tarifazos, menos ajuste, más reactivación?
—No empecés con la demagogia populista –concluye Carla–. Si querés cambiar las cosas, formá un partido, conseguite aportantes truchos y ganá el timbreo. ¿O no entendés cómo funciona la democracia?