Arquitectos analizan los desafíos urbanos que afronta la Capital

Hoy se celebra en todo el país el Día del Arquitecto. Por tal motivo, PERFIL CORDOBA convocó a los arquitectos Ian Dutari y Alejandro Cohen Arazi, dos prestigiosos profesionales del ámbito local con el objetivo de analizar la actualidad urbanística de Córdoba y los desafíos que debe afrontar la ciudad de cara al futuro para lograr un crecimiento sostenible.

Ian Dutari: “Los arquitectos debemos volver a participar de las discusiones políticas” 

—¿Cuáles son los principales desafíos urbanísticos que tiene Córdoba? 
—Córdoba crece al 1% anual. Dicho así parece poco, pero en 10 años aumenta en 140 mil la población de Córdoba. Es la misma cantidad de habitantes que tienen ciudades como Villa María o Villa Nueva, ciudades que demoraron 150 años en formarse. Esto genera un gran crecimiento informal y representa un desafío que lo tienen muchas ciudades, que es el de cómo crecer. Eso te vincula con una de las claves de nuestra profesión que es la responsabilidad de anticipar. Hay que conseguir que nuestra disciplina tenga la capacidad de imaginar una ciudad posible para el futuro y lo defino con un ejemplo: la persona que plantó los árboles en Colonia Caroya sabía que no los iba a ver, pero pensó en una ciudad para 100 años y eso se necesita en Córdoba. 
 

—¿Para donde debería crecer la ciudad? 
—Hacia adentro. Se debe densificar. De lo contrario, seguiremos tornando cada vez más inviable la ciudad de Córdoba, que tiene uno de los ejidos más grandes del mundo y si uno pone una casita al vértice de ese ejido el Estado debe llevar transporte, cloacas, seguridad, salud y eso es inviable. Lo que debemos instalar es la necesidad de densificar la ciudad. Hoy el 54% de la población del  mundo vive en ciudades, pero hay que saber cómo crecer. 

—¿Qué se podría instrumentar en Córdoba que haya visto en otras ciudades para un crecimiento urbanístico planificado? 
—Hay que armar una agenda propia. Las soluciones urbanísticas son las de la vida de la gente, son complejas. Córdoba debe reinventarse y volver a tener los arquitectos con incidencia en la discusión política y de las decisiones. Hoy no se nos está escuchando y en gran parte es culpa nuestra. Nos hemos desinstalado como profesión en términos de relevancia en la vida de las ciudades y es una responsabilidad cien por ciento nuestra. 

—¿Cómo ve a Córdoba respecto a otras ciudades del país? 
—Lo difícil es mirar Córdoba con ojos extranjeros. Nosotros le conocemos todos los defectos y vemos toda su flaqueza, pero cuando la gente viene de afuera la ve linda. Entonces uno piensa que la ciudad merece un montón de calidades urbanas. No tenemos el waterfront frente al río que tienen ciudades como Rosario o Buenos Aires. Nuestro río recién ahora está empezando a dejar de ser la espalda de la ciudad y eso tiene un potencial urbanístico y paisajístico descomunal. 

*Arquitecto. Exdecano de la Facultad de Arquitectura (UNC y UCC) 

Alejandro Cohen Arazi: “Hay que pensar proyectos que le mejoren la vida a la gente” 

—¿Cuáles son los principales desafíos urbanísticos que tiene Córdoba? 
—El primer desafío es recuperar un proyecto colectivo de ciudad. Se rompieron los consensos respecto a qué significaba progreso y mejorar la ciudad sin hacerlo de esta manera espasmódica de emparcharla, pero empeorando otras, como por ejemplo el proyecto de Plaza España, que es un proyecto vial que complica todo el espacio público y termina sirviendo para ir más rápido de un atasco a otro. Debemos recuperar una idea de ciudad más integrada que tengan como premisa mejorarle la vida a la gente. Las obras viales se están llevando mucha inversión y no se está concretando ninguna mejora sustancial en el transporte público. Me refiero no solo a los ómnibus sino a los Metro Bus, el subte, el ferrourbano. Hay que pensar proyectos estratégicos con transporte multimodal para mitigar las congestiones que genera el excesivo uso del auto particular. Si no podemos torcer ese punto, la ciudad se vuelve muy conflictiva. 

—¿Hacia dónde debería crecer la ciudad? 
—En Córdoba tenemos un crecimiento desmesurado de la extensión de la ciudad. Pujan por terrenos en la periferia los countries y los asentamientos informales, lo que divide a ghetos ricos y ghetos pobres. La ciudad debe densificarse, no extenderse como una mancha de aceite en el territorio, porque eso encarece exponencialmente la viabilidad de la ciudad. Hay que compactarla y crecer para arriba. No estamos hablando de hacinarse ni hacer una ciudad de torres, pero sí apilarla un poco. 

—¿Cómo se logra un crecimiento urbanístico planificado? 
—No habilitando nuevas tierras para urbanizaciones que extiendan la ciudad. La ciudad debe renovarse sobre sí misma con la prevención de que eso no se transforme en destruir todo el patrimonio construido. Hay que traer a más gente a vivir al centro y mantener espacios verdes. -

—¿Cómo ve a Córdoba respecto a otras ciudades del país? 
-Córdoba fue referente nacional hasta el 99, en las gestiones de Mestre padre y de Martí con sus proyectos de parques, recuperación del río, las escuelas y los CPC. Ese impulso lo fue perdiendo desde ese momento. Los rosarinos vinieron a ver lo que hacíamos y ellos tienen una continuidad de 20 años de políticas sostenidas. Córdoba perdió un poco el rumbo y se rompieron los consensos respecto a lo que todos queríamos.

 * Director del TIPU (Taller de Investigación en Proyectos Urbanos) de la Facultad de Arquitectura (UNC)