Defagot y Cavagliatto no irán por otro mandato y el sindicato de Hugo Moyano se anota en la carrera electoral.
Politizado. Instituto tendrá elecciones el próximo año. ¿El futuro anda en camión? |
CEDOC PERFIL
Marcos Villalobo
Es un secreto a voces en el barrio de Alta Córdoba que el presidente de Instituto, Gastón Defagot, no se presentará a las elecciones de la institución prevista para el año que viene. El nombre que aparecía como el sucesor en el oficialismo era Juan Manuel Cavagliatto, vicepresidente actual. Sin embargo, tanto él como su padre Mario, que apoya al club desde afuera, ya anunciaron que no integrarán ninguna lista en el próximo acto eleccionario.
Y ante esta situación comenzaron a surgir un sinfín de rumores sobre la vida política del club. La más fuerte por estas horas apunta hacia el sindicato de Camioneros.
La información indica que hay un par de actores políticos de la “Gloria” que mantienen contactos con el gremio que conduce en Córdoba Edgar Luján. El secretario general es hincha de Instituto y se lo vincula a varios socios que lo están consultando y sondeando para que se vaya metiendo de a poco en el club. La primera versión que corrió es que lo querían para que ya el año que viene esté inserto en una de las listas. Sin embargo, según pudo averiguar PERFIL Córdoba la idea es que vaya paso a paso, y no de golpe. No directamente en una lista, sino “apoyando”. ¿El modelo a seguir? Independiente de Moyano.
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Dos negativas. En ese marco también se buscó contactar con José Theaux y Francisco Ruiz, dos ex directivos que dejaron una muy buena imagen en el club a pesar de haber estado en la época de la presidencia de Juan Carlos Barrera. Los dos no estarían con ganas de regresar.
La decisión de Chiarini
Nadie esperaba en Instituto la decisión que tomó durante la semana el arquero Julio Chiarini. Fue todo un cimbronazo, ya que era un referente dentro del plantel. Pero el oriundo de Oliva no la estaba pasando bien y pretendía ser honesto con él, el cuerpo técnico, sus compañeros y los hinchas. Por eso, optó por ponerle punto final a su carrera.
Una osteocondritis fue el agua que rebasó el vaso. En ese contexto, vale decir que Chiarini no cobró ni un peso en su segunda etapa en Alta Córdoba. Cuando le fueron a pagar lo que le debían de su sueldo, pidió no cobrarlo.
