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De la Sota espera que pase la tormenta para un encuentro con Moyano

Fue una reunión que dejó pendiente el ahora exinterventor del PJ, Luis Barrionuevo, también gestor del encuentro con Máximo Kirchner. “Se larga, si ve intenciones de todos de ganar”, dicen.

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TRÍO. En un acto en Córdoba por el 1º de Mayo en 2013 fue de las últimas veces que se vieron. También estuvo Lavagna, respetado por De la Sota y a quien ve subir en las encuestas. | Cedoc Perfil

“Si ve que el peronismo la quiere ganar el año que viene, arma. Ahora, si olfatea que van fraccionados y con un candidato light, para hacerle el juego a (Mauricio) Macri, ni arranca”. La frase corresponde a un dirigente del entorno más cercano a José Manuel de la Sota, el exgobernador que regresa de Europa en los próximos días y empieza a pensar en el 2019. 

A pesar de la atención puesta en el escándalo por los cuadernos, cerca del exgobernador aseguran que una vez que baje la espuma reflotará su plan, para el cual mantiene en agenda para el 25 de este mes en Córdoba una reunión con intendentes bonaerenses que llegarán de la mano de Verónica Magario, la intendenta de La Matanza que tiene en su carta el aval para armar de Cristina Fernández de Kirchner, con cuyo entorno el cordobés tuvo contactos. El ya conocido encuentro con el hijo de la exmandataria nacional, Máximo Kirchner, encuentro que fue organizado por el sindicalista Luis Barrionuevo

El gastronómico, interventor del PJ nacional hasta mediados de la semana que pasó, se quedó sin embargo con las ganas de dar la puntada final en el tejido que tenía pensado para el peronismo no alineado con Macri: un encuentro entre el kirchnerismo, De la Sota y Hugo Moyano. El cordobés fue siempre el candidato que sedujo a Barrionuevo, quien a su vez tiene al camionero como socio en el arco sindical, y junto al cual en Mar del Plata durante el verano pasado le mandó un mensaje a Macri: “no le sigan tocando la cola al león, porque en algún momento se va a enojar”. 

Gremios y medios. Junto al acercamiento a los sindicalistas, en la agenda de De la Sota se incluía también una gira por los canales porteños y el primer acuerdo se había hecho con América antes del escándalo. Situación por la que puede dejar en pausa la incursión que tenía programada para fines de agosto y principios de septiembre como invitado de Intratables o miembro del staff móvil de Animales Sueltos, el programa que conduce Alejandro Fantino. 

Entre los apuntes preparados estaban las críticas al modelo económico de Macri, esas que no tolera que Schiaretti, su socio político en la provincia, no termine de aseverar. 

En el plano gremial, alejado de José “Pepe” Pihen, el líder de la CGT Regional, hace poco más de un mes mandó a algunos operadores a presenciar una reunión de “las 62 Organizaciones”, agrupación cercana a Barrionuevo. Esto no le cayó bien al legislador provincial, como así tampoco al concejal Adrián Brito; pero llevó a que tomaran nota otros dos sindicalistas que se habían alejado del delasotismo: el mercantil Pablo Chacón y el lucifuercista Gabriel Suárez, hoy en plena disputa con el gobierno de Schiaretti y gremialista muy cercano a Moyano. 

Encuestas y gobernadores. El cordobés sabe que hoy los números no lo acompañan y es por ello por lo que apunta al contexto de gran interna. “Se juntó con Máximo como se junta con varios dirigentes” dicen cerca de De la Sota, donde además creen que le apuntan a los contactos con los K para bajarle el precio. Mientras, en el kirchnerismo negocian los “amplios” con los “duros” para olvidar enojos del pasado y apuntar a lo que viene: “no se quieren Cristina y De la Sota, pero hay que hacer lo mismo que hicieron ellos (por Cambiemos) en 2015, juntarse, aunque haya miradas de reojo. No los une el amor, los une el espanto a Macri”.  
En lo que coinciden varios, es que el límite de ambos es el salteño Juan Manuel Urtubey. En los asados de mediodías de domingo, en Río Cuarto, De la Sota suele decir en su mesa chica que “entre el original que es Macri y la copia que es Urtubey, la gente va a elegir el original”. Y además, dónde también pone el foco, es en los que suben cuando la crisis se agrava; y en ese bloque, junto a CFK, tiene anotados dos nombres más: Roberto Lavagna y Marcelo Tinelli

El resto, son gobernadores que en su mayoría están en su primer mandato y quieren repetir. Por ende, no los cuenta entre los competidores. La duda es Sergio Massa, su rival en la Paso en 2015, que hoy cuenta con menos credibilidad que el cordobés. Por ejemplo de Moyano. El camionero confía más en el exgobernador que en el tigrense. Como varios en el PJ. 

La disputa entre ambos no es sólo por el respaldo político, lo es también por el apoyo económico. A De la Sota le hicieron llegar un mensaje que un histórico inversor le transmitió a Massa después de dos elecciones con derrota -la Presidencial 2015 y la Legislativa 2017-: “gana algo o jugá bien”. En otras palabras, si no te dan los números, es momento de correrse y no romper.

Por último, la gran incógnita en el seno del peronismo cordobés es cómo seguirá la relación entre De la Sota y Schiaretti. Después del encuentro en El Panal hace poco más de un mes, no volvieron a hablar. Hay todavía cuentas pendientes, entre ellas, el rol en la Liga de los Gobernadores. Cuando se armó, el plan era que detrás de los mandatarios provinciales llegaban los peronistas referentes de cada distrito, y todavía a De la Sota nadie le abrió la puerta. Enojo delasotista que apunta a Schiaretti, a quien acusan de terminar conduciendo un espacio que resultó ser funcional a Macri, al igual que el Peronismo Federal de Miguel Pichetto. 

De todas maneras, el encuentro entre las segundas y terceras líneas del delasotismo y el schiarettismo en el acto del PJ capitalino el viernes, puede ser un puente de diálogo entre los popes. “Primero hay que unir acá, para poder promocionar eso a nivel nacional. No se puede llegar ‘vendiendo’ unidad con tu provincia dividida”, señaló a este medio uno de los oradores del acto del viernes en Plaza de Música.