“Experiencia Puna 9/40”, una travesía por el Jujuy originario

En esta nota sugerimos una escapada de cinco días y cuatro noches para conocer uno de los destinos más atrapantes y espectaculares de la geografía nacional: la Puna jujeña. Con el valor agregado de que la provincia de Jujuy fue seleccionada por National Geographic entre los 20 principales destinos a tener en cuenta para viajar este año. 

La “Experiencia Puna” es una propuesta que contempla una travesía por pueblos y localidades habitadas por sus comunidades originarias, asentadas a 4.000 metros sobre el nivel del mar, con sus costumbres ancestrales y sus sincretismos religiosos, en lo que se ha definido como Puna 9/40 en referencia a las dos rutas nacionales que cruzan esa región y que llevan esos números: la 9 y la 40. 

En la Puna Jujeña, la región más sorprendente y maravillosa del Noroeste argentino, impactan los colores de las dunas sobre el horizonte; la orografía volcánica; caminatas acompañadas por el viento y el profundo silencio de las montañas; las lagunas, que albergan bandadas de flamencos; los irrepetibles arreos de llamas, y las emotivas visitas a salares y pueblos alfareros. La Puna 9/40 se recorre en vehículos acondicionados, con guías personalizados y alojamiento y pensión completa en todo el recorrido para visitar, entre otros lugares, El Mirador Oeste; el Valle de Marte (conocido como Valle de la Luna), en Cusi Cusi; las Peñas de Ascalte, en Cochinoca; Santa Catalina, y El Angosto, al límite con Bolivia. 

Los turistas también visitan centros artesanales para conocer los procesos de elaboración de piezas únicas, como manufacturas textiles tales como tapices, guantes, gorros, medias, ponchos, chales y objetos tallados con figuras de animales autóctonos de la zona. 

Recorrido. El itinerario de cinco días (de miércoles a domingo) comienza en el aeropuerto de Jujuy, donde se recibe a los viajeros, e inmediatamente se parte hacia una de las Maravillas Naturales del Mundo, la Quebrada de Humahuaca donde, tras una recorrida por la zona, que incluye el Pucará de Tilcara, se hace noche en Humahuaca. La segunda jornada se inicia a las 8 con salida hacia Cusi Cusi, para visitar Cochinoca, Peñas de Ascalte, Laguna del Pozuelo (si el clima lo permite) y Valle de la Luna, donde se realiza una caminata. 

Al llegar a Cusi Cusi, donde se pernocta en el hostal Rincón de Cusi, se visita la planta de Quínoa, se recorre el pueblo y una caminata nocturna por los cerros. La tercera etapa contempla una travesía al Mirador Oeste, con visitas al Pueblo Viejo, su iglesia y la manufactura de objetos en piedra ónix. 

El recorrido sigue por San Juan de Oros, Timón Cruz y arribo a Santa Catalina, donde se hace una caminata nocturna y el alojamiento en hostal Don Clemente. El cuarto día se inicia con una visita a Casira, un pueblo alfarero donde se puede ver la elaboración de vasijas y artesanías; se regresa al pueblo para el almuerzo y por la tarde se observa el arreo de llamas en la finca de Felisa Solís. Tras hacer noche en el hostal Donde Clemente, de Santa Catalina, el domingo se cumple la quinta y última jornada con salida hacia El Angosto, una visita a El Filo, uno de los más increíbles paisajes de la Puna, y se regresa a La Quiaca. 

Finalmente, luego de almorzar en la ruta, el regreso hacia el aeropuerto de Jujuy, previo paso por la Feria Campesina, donde las cooperativas exponen sus tejidos de lana de llamas. Esta propuesta permite, a través de un viaje de turismo rural y de interacción con las comunidades locales, experimentar un encuentro intercultural en armonía con la naturaleza, promover actividades productivas y generar oportunidades de progreso a sus pobladores.