Perfil
CóRDOBA
PROVINCIAS EN PIE DE GUERRA

Fin del Fondo Sojero: ¿la excusa justa para abandonar el Consenso Fiscal?

No hay posición unánime entre las provincias. Córdoba propone una “negociación racional” con la Nación para evitar una crisis terminal y llegar a un Presupuesto 2019 consensuado.

1908-sojero-cedoc
MONTO RESIGNADO. El Fondo Sojero preveía recaudar este año $22.000 millones. Para Córdoba implicaba un 1,2% del total de sus ingresos ($1.627 millones). Giordano lo da por descontado. | CEDOC PERFIL

“Hay enojos de diferente intensidad, hay desconfianza, pero yo soy moderadamente optimista”. Las palabras son del ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, al evaluar este viernes el ánimo que dejó entre los gobernadores la decisión del Gobierno nacional de eliminar el Fondo Federal Sojero (Fofeso). “Era una de las alternativas que se venía evaluando”, reconoce Giordano. “La sorpresa fue que la adelantaran para este año, aunque se comprende por la gravedad de la situación”.

El Fofeso distribuía entre las provincias una porción de las retenciones a la soja, con el objetivo que se destine a infraestructura. Según un informe del Ieral, elaborado por los economistas Marcelo Capello y Lucía Iglesias, este año apuntaba a sumar unos $22.000 millones. Para Córdoba implicaba un 1,2% del total de sus ingresos ($1.627 millones), pero para distritos como Tucumán, Salta o Santiago del Estero, cerca de un 2%.

Esta aceleración del ritmo de recortes que imprimió la Nación -vía decreto (DNU)- atomizó la posición de las provincias frente al ajuste, en general, y al Presupuesto 2019, en particular. Tucumán planteará un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia para solicitar la suspensión del decreto. Neuquén promueve, a través de sus senadores, un proyecto que derogue el DNU, y diputados peronistas y kirchneristas apuntan en igual sentido en la Cámara Baja. Algunas provincias, incluso, empezaron a insinuar que la eliminación del Fofeso marca “el primer incumplimiento del Consenso Fiscal de parte de la Nación (dado que el fondo estaba incluido)”,  y ello podría justificar que abandonen el acuerdo.   

Según Giordano, ninguna de estas acciones “tienen mayores posibilidades de prosperar”.  De acuerdo a su análisis, en el debate de corto plazo “no hay mucho para discutir”. El ministro entiende que es mejor dar por descontado el Fofeso, para evitar que se profundice la crisis macroeconómica, y por el contrario debatir con firmeza la pauta de ajuste de $100.000 millones que debe contener el Presupuesto 2019.

Además, conforme a esta estrategia que propone Córdoba, no todo es resignación para las provincias: el recorte de reintegros a las exportaciones industriales (anunciado también esta semana) redundará en más recaudación coparticipable. “Esto compensa y nos beneficia”, enfatiza Giordano.

Ecuación en juego. La apuesta de Córdoba en esta instancia decisiva del debate para el mega-ajuste es la siguiente: considerando que el año próximo el Fofeso iba a juntar unos $26.000 millones, con su eliminación ya se logra un 26% de los recortes solicitados.

Otros casi $50.000 millones de ajuste se podrían conseguir del gasto destinado a subsidios de transporte; en este sentido la propuesta de las provincias es que ese monto quede incluido en las cuentas de la Ciudad  y provincia de Buenos Aires, y deje de ser financiado con los impuestos nacionales. “Si esto se logra acordar, en las siguientes semanas tendríamos que ponernos de acuerdo sobre el tercio de ajuste que falta”, confía Giordano. Sin embargo, ese tercio podría llegar a ser un ‘hueso duro de roer’.

La carta que tiene preparada la Nación es proponer que se derive el 5% de lo que recauda el IVA hacia el Anses, en lugar de ser repartido entre el Tesoro nacional y las provincias.  Aquí sí en forma unánime los gobernadores se opondrán. Es, tal vez, el único punto que hoy los tiene alineados detrás de una misma posición porque significaría resignar importantes fondos que necesitarán para enfrentar un año en el que el Consenso Fiscal demandará mayor reducción de impuestos provinciales.

Nuevas pautas macro. Aunque la economía argentina demostró durante todo este año que ningún plan puede darse por definitivo y efectivo para conseguir las metas, las tres últimas medidas anunciadas esta semana (fin del Fofeso, suspensión de la baja de retenciones a las exportaciones de harina de soja y aceites y recorte del reintegro de impuestos a exportaciones industriales) muestran que el Gobierno nacional ya no resigna el ajuste. Pero, además, que empieza a dejar que los precios relativos vayan acomodando el ritmo de la competitividad sistémica. 

Con un dólar a $30, el recorte de los reintegros a las exportaciones es una señal de que ya se alcanzó un tipo de cambio competitivo. Ahora, es muy probable que la divisa ya no baje de ese nivel; entonces, el gran desafío será que no se vuelva un ‘salvavidas de plomo’ para los precios internos.

Por ahora, lo que muestra la inflación es que ese vínculo vicioso que mantiene con el dólar está activo. Los datos de julio reflejaron que el índice de precios de alimentos y bebidas llegó al 4,1%, soportando todavía el impacto cambiario de los meses anteriores. 

Pero, algo más preocupante aún es que en julio la inflación anual acumuló 31,2%, muy cerca del 32% de límite que fijó el Acuerdo con el FMI. Las consultoras privadas pronostican para el año una inflación de alrededor del 34%, lo cual pone en riesgo los nuevos desembolsos del Fondo, si no se renegocia ese condicionamiento.