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CóRDOBA
Entrevista

Hablan los primeros padres autorizados a subrogar vientre: “Esto es puro amor”

Mario y Laura son el primer matrimonio que obtiene aval judicial para la intervención.PERFIL Córdoba dialogó en exclusiva con ellos tras la autorización de la Justicia.

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AUTORIZACION. El matrimonio conformado por Mario y Laura solicitaron el aval de la Justicia antes de iniciar el tratamiento. | cedocperfil

El miércoles último, el juez de Familia de 2º Nominación de la ciudad de Córdoba, Gabriel Tavip, resolvió el primer caso de subrogación de vientre que llegó a la Justicia provincial. Autorizó el acuerdo del matrimonio integrado por Mario López Molina (37 años) y Laura Soledad Rojo (39 años) con Carola (40 años), la cuñada de la mujer, quien gestará al bebé que concebirán in vitro. Mario y Laura están radiantes de felicidad. Pero quieren preservar la intimidad de este momento. Accedieron, excepcionalmente, a dialogar con PERFIL Córdoba, pero con la condición de no ser retratados en fotos. La entrevista se produjo en el estudio jurídico de Rodrigo Giordano Lerena, con presencia de uno de los letrados, Lucas Farías. A horas de conocida la sentencia judicial, pusieron en marcha los análisis preparatorios a la intervención, que consistirá en la fertilización asistida y la posterior inseminación en el vientre de Carola, esposa del hermano de Laura. Seguramente será el año próximo. La pareja se conoció hace una década y en 2012 se casaron. Desde ese momento, se inscribieron en el Registro de Adoptantes. Laura padece coagulopatía de consumo, una patología que la llevó a perder su útero. De ahí que, si bien ambos tienen material genético para aportar, ella no puede llevar adelante un embarazo. Conocer detalles de sus vidas nos coloca frente a una cadena de historias de amor. Mario es oriundo de La Pampa. Junto a sus cuatro hermanos biológicos fue criado por un matrimonio que no podía tener hijos y constituyeron una familia sustituta ,donde crecieron otros tres hermanos y pasaron, temporariamente, muchos otros chicos a lo largo de los años. Laura, en tanto, pertenece a una familia integrada por sus padres y otros dos hermanos, donde todo se comparte. A tal punto que fue su hermano y su esposa quienes, conociendo su imposibilidad biológica de ser madre, se ofrecieron para que Carola cursara el embarazo. Mario trabaja en un comercio, mientras Laura es empleada administrativa de una empresa y Carola -la gestante- es contadora, docente en la Universidad Nacional de Córdoba. 
—¿Cómo viven este momento, Laura? 
—Esto es amor. Puro amor. Lo vivimos con mucha alegría, emoción, felicidad y estamos muy agradecidos. 
—¿Fue muy difícil adoptar la decisión de encarar este camino? 
—Cuando nos conocimos, decidimos formar una familia con hijos. Sabíamos que no podíamos desde un punto de vista biológico. Entonces, optamos por ser padres del corazón. Nos anotamos en el sistema de adopción durante cinco años. Pero al ver que no funciona, surgió esta alternativa. Lo primero que supimos era que se podía realizar en el exterior. Pero a eso no tenemos acceso. Luego nos enteramos que hubo un primer caso en Mendoza y comenzamos a averiguar, buscamos por Internet todo lo que se escribía sobre fertilización asistida. Nos informamos sobre cómo congelar mis óvulos para un futuro. Fuimos avanzando. 
—Llegaste a soñar al bebé… —Ahora sí… no antes. A veces hay ansiedad, pero hay que ir despacio. 
—¿Cómo sigue este proceso? 
—Hasta ahora hicimos los estudios para ver si estábamos aptos. Tuvimos que esperar la decisión del juez y estamos retomando todo de nuevo. Ahora comienza el tratamiento. Y tenemos que cuidar a Caro, mi cuñada. No sé cuánto tiempo demandará todo el proceso. A esa parte la ponemos en manos de Dios. 
—¿Por qué pidieron la autorización antes del tratamiento? 
—Creo que es la forma. Como estábamos con el tema de la adopción, siempre quisimos que fuera todo legal. En este tema también queríamos que fuese así. Esperamos tanto para adoptar. ¿Por qué no esperar un tiempo más y hacerlo legalmente? 
—¿Cómo se dio la decisión de Carola? 
—Nosotros tenemos contacto permanente. Ella está convencida. Lo tiene más claro que todos nosotros. Nos quiere ayudar a ser padres, no más que eso. Ella considera que es un instrumento para que nosotros seamos padres, es una demostración de amor infinito hacia nosotros. Los chicos (sus hijos) están de acuerdo y todos apoyan esta decisión. Carola sabe que es su sobrino, no su hijo. Lo va a cuidar nueve meses. Además, cuando fue a la casa el equipo técnico, su hija más pequeña preguntaba por qué no hablá- bamos más del bebé… Y en la audiencia con el juez, Carola le dijo que ella tenía el derecho de poder ayudarnos. 
— La Asociación Civil Portal de Belén cuestionó la decisión de autorizarlos. ¿Cómo tomaron esa crítica? 
—LAURA: La decisión de Carola es una elección profundamente humana, solidaria. Los que no entienden, no tienen la capacidad de ponerse en el lugar del otro, como sí lo tiene ella. El otro tema, el de la identidad del bebé, ¿cómo se puede afectar su identidad si será hijo nuestro? Llevará nuestro ADN. 
—MARIO: Además, hay que pensar que no todos van a estar de acuerdo. Mis padres, los que me criaron, tuvieron un hogar con todos hijos del corazón. Criaron ocho chicos, pero muchos más pasaron de tránsito por el hogar. Mi mamá estuvo 22 años haciendo crecer hijos. Aprendí muchas cosas de mi familia, valores, educación.