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TEATRO

La comedia musical se abre camino en la escena teatral local

El género trata de posicionarse en las tablas. Con dos escuelas funcionando desde hace una década y el nacimiento de nuevos productores el musical busca reconocimiento y visibilidad.

Comedia Musical
MUSICALES. Escuelas de formación, productores locales y artistas apuestan a subir a los escenarios más musicales. Es un género que no está contemplado en las premiaciones. | Cedoc Perfil

Por la cantidad de artistas en escena, los vestuarios y la técnica que se requiere, poner en escena comedias musicales demanda un despliegue que supera por lejos las puestas teatrales de texto. Aún así, el género empieza a ampliar sus horizontes, incorpora nuevos productores que se animan a apostar por él y suma dos escuelas dedicadas a preparar actores en las disciplinas de actuación, danza y canto.

“Creo que estamos en camino, cualquier ciudad que se precie de metrópoli tiene que ofrecer un musical en la cartelera, porque eso le da glamour y al teatro de Córdoba le falta glamour”, dispara Hernán Espinosa, quien desde hace 17 años se dedica a la producción de musicales.

Capacitación. Gustavo Rodríguez está al frente de la Escuela de Comedia Musical Córdoba que este mes está cumpliendo 10 años en la plaza y lo festeja con una muestra en Studio Theater (serán cuatro funciones únicas el sábado 27 y el domingo 28 de julio). “Tenemos alrededor de 400 alumnos por año. La mayoría de los artistas que están trabajando en obras de teatro musical en Córdoba son de nuestra escuela”, detalla.

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Con un staff de 15 profesionales, Rodríguez marca diferencias con la plaza porteña: “Allá el teatro musical es muy solicitado por el espectador. La gente va mucho al teatro, en cambio acá somos mucho de ir al cine. Esta es una plaza bastante extraña para el teatro musical. En Carlos Paz se han hecho varios musicales a sala llena todas las noches. Cuando vienen obras la gente va”, dice.

Desde hace casi una década también funciona en Córdoba la Escuela de Comedia Musical Valeria Lynch. “Hemos crecido mucho. Acabamos de abrir la carrera de Comedia Musical porque antes teníamos los años lectivos propios de la escuela pero ahora son tres años y luego la oficialización del título en Buenos Aires. La carga horaria es más extensa y los alumnos tienen materias como acrobacias, introducción a la comedia musical, tap, historia de la comedia y materias madre como danza, teatro y canto”, detalla Cecilia Villaverde, una de las directoras.

Esta escuela es una de las sedes que Valeria Lynch tiene en el país y si bien ella no viene a los exámenes, una vez al año dicta una masterclass para los alumnos. “Tenemos alumnos que han quedado en un montón de obras y otros que quedaron en el programa de Susana Giménez”. Además, la escuela cuenta con Alejandro Vanegas como docente: “Es uno de los productores más conocidos del teatro infantil dentro de Córdoba”, señala Villaverde.

Nuevos productores. Al camino abierto por Espinosa se suman nuevos productores musicales como Jeremías Di Filippo o Emanuel Bobadilla. En efecto, Bobadilla (Surtes Contenidos) hará este año Alicia en Frikiland, en María Castaña y Di Filippo (Encitado Producciones) puso en escena Cantando los 40 en  Ciudad de las Artes durante junio.

Entonces: si el público está, si hay productores, si sobran artistas, ¿por qué no se apuesta más al género? “En estos 17 años siempre me ha ido bien, no me puedo quejar. El gringo (NdelE: musical que repasa la vida de Agustín Tosco) fue un éxito. Curiosamente los que defenestran el género son los propios teatreros, que lo consideran ‘menor’”, apunta Espinosa, que en 2020 estrenará el musical Cocó, la empoderada de la moda.

Y agrega: “Me atrevo a decir que el musical va a ocupar, de acá a 10 años, el lugar que está ocupando la Ópera ahora. De hecho, hoy por hoy, cuando vas a Nueva York o París, hay empresas de turismo que te venden paquetes que contemplan entradas para un show de Broadway, por ejemplo. Porque es una parada obligada”.

Espinosa tiene también una posición crítica respecto a la formación: “Los chicos no tienen materias de gestión y es importante saber vender un producto. Pero en el teatro cordobés hay miedo de esa palabra. Yo quiero vender mis musicales y saber armar una carpeta con productores comerciales que busquen patrocinadores y canjes”.

Al respecto, Villaverde señala que si bien “por ahora en gestión y producción de comedia musical no tenemos nada pero la idea es, de cara al año que viene, que quienes no sigan la oficialización en Buenos Aires, armen elencos y producciones acá”.

Un género sin premio. “Acá no existe un premio a los musicales”, se lamenta Espinosa, que ganó el año pasado en los Premios Hugo la categoría Mejor Dirección por su musical La Reforma Ópera Rock. En efecto, el premio anual que otorga la Agencia Córdoba Cultura todos los años en el Teatro Real a la labor teatral local, no contempla la terna a Mejor Musical entre sus galardones. “Es raro porque la misma Agencia me encargó la puesta en escena de Compañera Evita, que estrenaré en agosto. Es decir que aunque contradictorio, veo un interés desde el Estado por los musicales, eso es maravilloso”.