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CóRDOBA
FARINA, CUQUEJO Y BENDERSKY

La tríada metafísica de los ‘70 expone obra inédita en Marchiaro

La muestra Atmósferas, agrupa la obra de tres artistas cordobeses que influenciaron a varias generaciones.

Farina
Terraza N 1 - Óleo - 1980 - 50 x 60 cm | Galería Marchiaro

Tienen en común que tanto Ernesto Farina (1912), como Diego Cuquejo (1921) y Eduardo Bendersky (1932) se fueron más o menos por la misma época de Córdoba y desaparecieron de la escena local. Tanto es así que, durante 10 años no expusieron en nuestra ciudad. Pero, a su regreso, marcaron fuertemente a las nuevas camadas de artistas locales.

Hablamos de artistas de fines de los ‘70 y principios de los ‘80, que se convirtieron en referentes del nuevo paisaje y la metafísica cordobesa. “Farina ha sido todo un referente. Era el más grande de los tres y trajo de afuera la técnica de los artistas del Novecento italiano, estudió, además, con los metafísicos. Y cuando volvió, renovó el paisaje local y cierto clasicismo cordobés de (José) Malanca y de (Antonio) Pedone. Fue el primero en romper porque venía empapado de toda una movida europea. Hasta (Antonio) Seguí lo reconoce como una fuerte influencia en su obra”, detalla Agustín Bertona, al frente de la Galería Marchiaro.

En efecto, todos los artistas que se destacaron después -incluso Bendersky y Cuquejoson, de alguna manera, discípulos de Farina, quien transformó la escena artística local con sus conceptos renovados. Oriundo de James Craik, Cuquejo ahondó en figuras silenciosas, inmersas en escenarios solitarios y de arquitecturas sencillas. En tanto, Bendersky -el más original de los tres- fue, en mayor parte, un artista autodidacta, cuya obra estaba atravesada por un lenguaje metafísico y escenarios también desolados.

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Cuquejo

Inédita. La muestra, que utilizará todas las salas de la galería, está comprendida por un total de 38 obras (entre 12 y 13 obras de cada artista) y -además de pertenecer a la etapa más prolífica y al mejor momento de los tres- nunca se mostró en Córdoba. “La colección pertenecía a un mecenas porteño, que apoyaba a artistas a cambio de sus obras. De hecho, tiene una colección importantísima de muchos artistas porteños como Felipe Noé de una de sus mejores etapas, y unas 100 pinturas de estos tres maestros. No se mostró ni acá ni en Buenos Aires porque él no hacía exposiciones públicas. Vamos a exponer obra inédita, que estuvo ‘escondida’ más de treinta años”, señala Bertona.

Este mecenas porteño fue el encargado, a fines de los ‘70, de introducir la obra de estos tres referentes de la plástica cordobesa en Buenos Aires. A su muerte, la colección fue heredada por su hija quien la cedió para esta exposición hasta el 3 de septiembre en la galería cordobesa.

Atmósferas. El nombre pretende mostrar el hilo conductor que atravesó gran parte de la pintura cordobesa de aquellos años. Es decir: romper con la tradición paisajística local, apropiándose de los recursos que utilizaban los pintores metafísicos y surrealistas europeos. “Estos recursos sirvieron para nutrir a los pintores locales de herramientas para crear pinturas de atmósferas y climas muy particulares, con una clara identidad ‘cordobesa’, donde la barranca, las demoliciones de los barrios históricos y la mutación de la ciudad se convirtieron en los temas principales”, dice Bertona.

Bendersky

Las obras pueden visitarse en la Galería Marchiaro (Belgrano 609), de lunes a viernes de 10 a 13 y de 16 a 20 y los sábados de 10 a 13.