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CóRDOBA
EXPLOTACIÓN SEXUAL

"Las redes de trata funcionan igual que una empresa"

La doctora Eve Flores asegura que, para combatir la esclavitud sexual, no alcanza con investigar: hay que ir tras de quien capta a las víctimas y de quien permanece con ellas donde son explotadas.

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SIN RESPUESTAS. Yamila Cuello desapareció hace ocho años. Su familia asegura que es un caso de trata. Aún buscan pruebas. | CEDOC PERFIL

Córdoba, con 20 casos, encabeza la lista en la cual figuran las provincias de origen de las víctimas de trata. El dato surge del último informe de Estadísticas Criminales presentado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, en junio del año pasado. Por su parte, la Subsecretaría de Asistencia y Trata de Personas de la Provincia informó que en el 2017 fueron asistidas 59 víctimas de trata con fines de explotación sexual. 

Para conocer cómo desactivar las redes delictivas vinculadas con la trata de personas, PERFIL CORDOBA dialogó con la doctora Eve Flores. Ahora jueza en la Cámara Criminal de Villa María, Flores fue quien concentró la investigación de delitos vinculados a la trata de personas mientras se desempeñó como fiscal de Instrucción en la Justicia provincial.

—¿Cuál es la situación de Córdoba respecto a la trata de personas?

—En Córdoba no he conocido casos de trata dura, es decir, cuando hay secuestro, lo que no quiere decir que no existan. Sí hay trata blanda: cuando no hay empleo de fuerza y utilizan otros mecanismos de engaño o seducción. Hay gente que se convence de permanecer en una situación de prostitución pero generalmente continúan en condiciones diferentes a las pactadas: condiciones de sometimiento. Y eso se debe a que la explotación sexual es económica. Tristemente, la persona es una mercancía de cambio que no se agota hasta que muere. Mientras la circulación de personas puede ser de un lugar a otro, o de un barrio a otro, porque la trata no es solamente internacional, también es interna. La privación de la libertad de una persona, llevarla a otro lugar por la fuerza, no es lo más común. Sí ocurre en otros países. Lo que sucede a nivel internacional que está empezando a verse acá tiene que ver con el dominio de las bandas, se ve en otros países y ahora también acá. Se organizan grupos de poder en un determinado barrio o lugares carentes de intervención del Estado. 

—De acuerdo con su experiencia, ¿qué observó en las investigaciones por trata de personas en Córdoba?

—Advertí que las víctimas de trata tienen características distintas porque no se asumen en la condición de víctimas. No eran personas dispuestas a pedir auxilio. Había mujeres que habían aprendido frases como “acá trabajo”, “con esto vivo”, “así mantengo a mis hijos”. No confían ni creen que quienes se presentan en nombre de la Justicia puedan ofrecerles ayuda. Cuando recuperan la confianza recién empieza la revelación de lo ocurrido. Es muy difícil reconstruir esa historia. Y en un proceso más largo pueden llegar a convertirse en victimarias: después colaboran para que traigan a otras mujeres.

—¿Cuál es el proceso para desarticular las redes de trata?

—Cuando se interviene en el lugar donde se produce la explotación, se detecta a los agentes que están en ese momento e incluso se puede avanzar hacia las imputaciones que les corresponden por participar del delito de trata. En las investigaciones que realicé esas redes sí quedaron desactivadas. El problema es que si no desarrollás una investigación completa te quedás en el último eslabón. Es importantísimo rescatar a las mujeres que están explotadas pero no sirve quedarse sólo en el hecho concreto, porque corrés el riesgo de quedarte en el último eslabón y una red tiene organización y funciona como si fuera una empresa: buscar chicas, trasladarlas, estar en el lugar donde son explotadas. A veces había camioneros o policías involucrados. Para desarticular una red tenés que ir tras cada una de las ramificaciones. Por eso, la competencia para abordar el delito de trata es federal: porque las personas van pasando por distintos lugares y así es posible intervenir en cualquier parte que ocurra. 

Tal como adelantó PERFIL CORDOBA, la nueva modalidad conocida como trata blanda o exprés -desapariciones temporales- comienza a cobrar mayor presencia en los barrios donde crecieron las redes delictivas. Aunque en la Justicia aún no hay causas en ese sentido, el Fiscal federal Enrique Senestrari afirma que en la ciudad ya hay casos con las características de la trata exprés. Parte del problema es que las familias comienzan a naturalizar las desapariciones temporales y luego las jóvenes vuelven a sus hogares sin poder denunciar por la fuerte presencia de las redes delictivas en sus barrios. A veces conviven a pocas cuadras de quienes estuvieron involucrados en las desapariciones. 

Casos de trata en la provincia

El Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata rescató y asistió a 11.169 víctimas entre el 2008 y junio de 2017. Desde el 1 de enero al 30 de junio de 2017, el 42% de las denuncias recibidas en la línea nacional 145 fueron por trata con fines de explotación sexual. El 14% de las denuncias provenían de la región conformada por Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa.

“En la Justicia Federal no hay garantías para que las víctimas puedan hablar. Es una responsabilidad compartida con el Poder Ejecutivo. Hay buena voluntad, pero es un mecanismo que no está aceitado. Es un problema gravísimo porque no podemos darle esperanzas a las víctimas de explotación. Las declaraciones de las víctimas, a quienes les cuesta mucho expresarse, se deberían tomar en cámaras Gesell y la Justicia Federal no tiene. Hay una tendencia a no creerle a las víctimas, en vez de investigar quiénes son los autores del delito. Hay poca preparación, si se considera la sensibilidad con la que hay que abordar estos casos”, asegura Senestrari. 

Entre los casos más resonantes, aún permanece en la justicia federal la causa que investiga la desaparición de Yamila Cuello, hace ocho años. La hipótesis es que hubo trata de persona. Senestrari, quien está a cargo de la investigación, explica que aún están buscando pruebas. Para Soledad Cuello, hermana de la víctima, “la desaparición está relacionada con redes de trata”. Busca que no prescriba la causa y continúe como un caso de violencia a los derechos humanos”.