Mestre sumó respaldo político, pero mira la economía que viene

El intendente Ramón Mestre fue finalmente consagrado como presidente de la UCR el pasado jueves en la Casa Radical, en un acto en el que, además de referentes del partido, participaron figuras de otras fuerzas, como los macristas Laura Rodríguez Machado y Felipe Lábaque; el líder del Frente Cívico, Luis Juez, y hasta el legislador vecinalista, férreo opositor del Gobierno provincial, Aurelio García Elorrio. Ante ese auditorio, Mestre lanzó una frase que retumbó en los oídos de varios: “Tenemos que hacer un ‘Cambiemos a la cordobesa’”. Cerca del intendente reconocen que la estrategia es abrir el espacio a otros sectores y fuerzas para, de esta manera, competir contra el PJ en 2019.

Casi de la misma forma que a principios de 2015, Mauricio Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz acordaron unir los distintos espacios para derrotar al kirchnerismo. Desde el entorno de Mestre, entre las varias invitaciones que cursaron, estuvieron las de Liliana Montero y Carlos Vicente. La legisladora provincial se disculpó casi sobre la hora, al igual que el exviceintendente vinculado en el último tiempo al kirchnerismo.

El mestrismo considera que esos sectores progresistas tienen que estar dentro del esquema que presenten el año próximo como alternativa, aunque no sea una idea que compartan el resto de los socios de la coalición.

También en términos políticos el discurso de Mestre giró en torno a las críticas que el partido comenzó a hacer al Ejecutivo nacional e insistió con una frase que acunó en marzo del año pasado en el tradicional congreso de la UCR en Villa Giardino: “No hay plan B”. Es decir que Mestre apuesta a Cambiemos como estructura, pero remarcará aún más las diferencias con Casa Rosada. Por caso, el jueves por la noche manifestó: “Está bien mirar para adelante, pero hay que gobernar mirando también para los costados”.

Los dirigentes de la mesa chica del intendente sostienen que se está ingresando en un territorio límite para acompañar algunas posturas y hay que hacerlas saber. “Nosotros acompañamos y lo hacemos siempre. En el Congreso con nuestros diputados respaldamos, acá en la Legislatura también, pero hay que empezar a decir lo que no nos gusta”, sintetizó un mestrista paladar negro a PERFIL CORDOBA.

Contra la Provincia. Mestre también encendió su reclamo en torno a las políticas llevadas adelante en la Provincia por Juan Schiaretti en distintos aspectos. “Lamentablemente el diálogo institucional se está desvaneciendo y existen vicios que imaginábamos desterrados. La aparente institucionalidad es una farsa”, dijo y agregó: “El crecimiento de la deuda, el crecimiento en la cantidad de empleados públicos y la enorme presión fiscal hacen que Córdoba sea muy cara”.

La economía en la mira. En la misma proporción que sumó el aval de una buena porción del partido en lo político, en el terreno económico la semana estuvo atravesada por el recorte a los subsidios del transporte por parte de la Nación, una situación que termina pintando un panorama de incertidumbre no solo para los funcionarios municipales sino también para los usuarios ante un eventual aumento del boleto.

Según pudo conocer este medio, cambiará el esquema de subsidio actual (ver página 10), aunque en los despachos de la Municipalidad empezaron, por lo bajo, las quejas a la Provincia por no asegurar qué hará respecto a este tema, ya que hubo distritos provinciales que ya aseguraron esa transferencia de recursos a sus municipios y aquí todavía hay dudas al respecto. Es más, el mestrismo cree que terminará todo en la creación de un nuevo programa social provincial que le permita al PJ sumar puntos en la consideración de los vecinos de la Capital.

El incremento en el costo del boleto es un alto costo político de cara a un año electoral, más allá de las responsabilidades por la medida. Por lo tanto, hay en estudio en algunos despachos del Palacio 6 de Julio un reclamo de fondos ya no solo a la Provincia sino también a la Nación, por una deuda que la administración de Mauricio Macri tiene con el municipio en concepto de obras. Lo que no está claro es si el pedido prosperará, y de hacerlo, si será este año o el próximo, con la campaña empezando a caminar.