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REFORMA FISCAL

Nación-Provincia: la trama de los grandes números en debate

El costo fiscal de la deflación impositiva en Córdoba es de $2.000 millones. ¿Cómo prevé el gobierno financiarlo? Fondos previsionales y Ganancias serán ejes del debate con Nación ¿Por qué?

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LA BATALLA EN EL PUERTO. Apenas comenzó. La dupla Giordano-Schiaretti está preparada para jugadas tácticas que saquen el mejor rédito a la relación con la Nación. | CEOP PERFIL

En el ministerio de Finanzas de Córdoba se respira una prudente calma. Al frente del barco parece haber  un capitán entrenado en cruzar tormentas con guía por instrumentos y aun cuando el horizonte no se ve nada claro. 

El próximo 15 de noviembre, el proyecto de ley de Presupuesto 2018 debe estar listo y, a esta altura, sigue siendo incierta la composición del 60% de los ingresos de origen nacional, mientras que el 40% restante de origen provincial está sometido a la presión de una histórica deflación impositiva.

A pesar de tanta incertidumbre, el tablero de comandos parece estar bajo control. ¿En base a qué cálculos? Según pudo confirmar PERFIL Córdoba de fuentes próximas a la cartera, el costo de reducir Ingresos Brutos para créditos hipotecaros, servicios públicos y régimen extrajurisdiccional, más la baja de Sellos para operaciones hipotecarias destinadas a vivienda única, será de unos $2.000 millones. Esto implica, por ejemplo, un 5% de los ingresos tributarios de origen provincial que se contempló en el Presupuesto 2017.

El Gobierno prevé compensar esta merma por la vía de una mayor recaudación en los impuestos inmobiliarios Urbano y Rural, con actualización tanto de la alícuota como de la base imponible. “Entendemos que los productores rurales que acompañaron con su voto al Gobierno nacional, ahora también comprenderán que estas actualizaciones son imprescindibles”, analizan con cierta suspicacia desde el Panal. La promesa es que se hará un “trabajo fino” para segmentar los campos conforme a diferentes valuaciones y se incrementará menos que el 50% promedio anunciado en Buenos Aires.   

Así las cosas, Ingresos Brutos, que para 2018 se calculaba que debía ingresar unos $35.533 millones, ahora aportará alrededor de $33.633 millones (solo 12% más que en 2017); mientras que el Inmobiliario en su conjunto deberá hacer el esfuerzo de llegar a unos $5.565 millones (45% más que este año). ¿Lo lograrán? 

Finanzas confía en llegar a la meta gracias al impacto de una innovadora ingeniería para recaudación de impuestos patrimoniales que está en marcha desde la implementación del Programa de Equidad Impositiva (PEI) y la digitalización del sistema de cobro. Además, ya puso en marcha políticas de incentivo como la declaración voluntaria de metros cuadrados de mejoras en inmuebles, para evitar el pago de multas. 

De todos modos, aquí no se agotarán los esfuerzos recaudatorios. Finanzas sondea gravar a la industria del juego y, en particular, la soportada en plataformas on line (que traen niveles de crecimiento del 30% anual). Es todo un mundo inexplorado pero que puede hacer a la diferencia como ya lo muestran las plataformas on line de entretenimiento.

¿Y con la coparticipación? Aquí es donde el debate se pondrá caliente porque los dos contendientes (Nación y Provincia), aunque se prometieron “pacto de caballeros” para llevar adelante el diálogo, la palabra “ceder” no será parte del juego. Antes bien, la lógica será “te doy, qué me das”, calculando cada uno cuál es la vulnerabilidad desde la que se negocia. 

Desde la trinchera de la Nación, hay un número que obsesiona: $118.668 millones. Esto es lo que el ministro Nicolás Dujovne espera recaudar si las provincias acompañan con el cambio en la ley de Movilidad de 2009 para actualizar las jubilaciones. 

Confiando en que el costo de vida se desacelere, el Gobierno nacional quiere que los haberes de los pasivos se vayan ajustando cada tres meses por la inflación oficial. Si esto prosperara, en lugar de una actualización del 22%, el próximo año los jubilados tendrían un incremento de entre el 10% y el 12% (en línea con la inflación prevista). Actualmente, el cálculo se hace combinando suba salarial del Indec con la recaudación tributaria por beneficiario a la Anses.

“Nosotros podríamos analizar darles eso, pero si a cambio abren la mano y amplían la coparticipación de Ganancias”, dicen desde la Provincia. Córdoba está viendo que con la ley de Revalúo Impositivo y Contable, que contempla un impuesto especial sobre el importe de la actualización fiscal, se proyectan recaudar unos $25.000 millones. “Al final eso es Ganancias, así que nos deberían dar una parte”, afirman desde el gobierno provincial.

Entre ley de Movilidad y Revalúo, la Nación podría empezar a armar un fondo que sirva para reconducir la distribución del Fondo del Conurbano, sin que queden graves heridos por el camino. 

Hay una realidad que preocupa casi por igual a Nicolás Dujoven y a su par provincial, Osvaldo Giordano: el déficit previsional. Dujovne quiere neutralizar el recalentamiento de una bomba de tiempo a escala nacional, por la vía del cambio de la actualización de los haberes y, gradualmente, de reformas estructurales (edad jubilatoria, regímenes especiales, pensiones). 

A Giordano le conviene ayudar a dar racionalidad a la Anses porque de allí provienen los $7.000 millones anuales que necesita para cubrir el déficit de la Caja provincial; aunque, probablemente es consciente que a mediano plazo el sistema previsional local no se librará de hacer sus propias reformas de fondo.  

El debate apenas comienza. En la agenda que sigue será clave el destino que tenga la reforma impositiva. En definitiva, ella manda la conformación del menú de ingresos que habrá disponible. 

“Lo que hay que entender –explicaron las fuentes consultadas– es que la ola de reformas tiene un horizonte integral de cinco años. Hay temas que definen el corto plazo (el Presupuesto del año que viene) y temas que, una vez consensuados, se pueden ir desarrollando con el tiempo”. 

Siendo así, el consenso que sean capaz de construir para el largo plazo sobre metas macro, será lo único que dará credibilidad y certezas al juego táctico de “te doy, qué me das”, que acaba de comenzar.