La crisis política y económica que atraviesa el gobierno que encabeza Mauricio Macri se transformó en una de las grandes preocupaciones del gobernador Juan Schiaretti. Porque si bien, como se dijo en este medio el domingo pasado, el cordobés insiste con remarcar que “no hay cogobierno”, en El Panal afirman que si la crisis persiste en algún momento llegará a Córdoba. Entonces, tomando esto como referencia y reafirmando el respaldo que Schiaretti le dará a Macri en términos de gobernabilidad, hay varios dirigentes del PJ cordobés que empezaron a pensar en lo que viene. Y alientan, encuestas en mano, una eventual candidatura presidencial del mandatario cordobés.
Es todo prematuro y nadie en el Centro Cívico quiere hablar de esto, que es un tema que tiene más en agenda la dirigencia y algunos de los asesores más cercanos que tiene el gobernador. Hace un par de semanas, en la encuesta nacional que dio a conocer la consultora Taquion, el cordobés mantuvo su primer lugar entre los gobernadores del PJ con mejor imagen (44,1%), siendo superado, si se tiene en cuenta a todos los mandatarios, solo por la bonaerense María Eugenia Vidal (47,9%).
Estos números, más otros que surgieron en medio de la interna del gabinete macrista, llevaron a algunos a pensar más allá. Situación que observó también el exgobernador José Manuel de la Sota, quien va por el mismo objetivo: el sillón de Rivadavia.
"Es la primera vez en 20 años que se invierte esta relación de poder: el que está arriba hoy es Schiaretti, no De la Sota", graficó uno de los dirigentes que habló con PERFIL CORDOBA. Y agrega que el exgobernador podría ser importante, incluso a nivel nacional, si se decidiera "ser armador y correrse del protagonismo", chance hoy descartada por el delasotismo.
Sin “internas”. En el entorno de Schiaretti, en tanto, no tienen intención alguna de agitar por el momento esa interna. Al contrario, sostienen que, al margen del acercamiento de De la Sota a los K, la relación entre los dos caudillos está intacta. Sin embargo, uno de los principales asesores del gobernador le confió hace unos días a un funcionario que “el gran error de De la Sota fue no ser candidato a diputado el año pasado”. “Hoy estaría armando un proyecto desde una banca en el Congreso, con prensa nacional y no desde la casa”, sintetizó la fuente. Casi como para dejar en claro que fue el exgobernador el que desaprovechó la oportunidad.
Por su parte, si esta idea de algunos schiarettistas empieza a caminar, la respuesta desde el entorno del exmandatario será casi inmediata: reaparecerán los carteles que se vieron a principio de año con la leyenda "De la Sota Gobernador 2019". Esto, más una mesa política que se está armando con concejales, legisladores, sindicalistas y dirigentes.
Referencia nacional. Esta semana lo volverá a tener a Schiaretti en un rol central en la negociación con la Nación por el Presupuesto 2019. Sin siquiera el borrador en mano, y con algunos funcionarios provinciales molestos por los cambios en las cifras del ajuste, desde El Panal se activó la reunión de todos los gobernadores opositores para el martes, antes del encuentro con Macri. Pero además, la reunión contará en un segundo término con la presencia del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, casi de la misma manera que ocurrió el año pasado con el Consenso Fiscal, con el cordobés siendo la voz del resto de los mandatarios y el ministro macrista el interlocutor de Nación en la negociación.
De este tipo de cuestiones se valen aquellos que remarcan lo que representa Schiaretti para el resto y ponen como ejemplo la reunión que quiso armar, a las apuradas, Sergio Massa con Miguel Pichetto. “Eso demuestra que el único en condiciones de convocar a todos los gobernadores es Schiaretti. Y a eso allá y acá lo saben”, comentó un peronista cercano a los gremios.
Entre los que se reunieron en el último tiempo de manera personal con Schiaretti están el entrerriano Gustavo Bordet, el sanjuanino Sergio Uñac el viernes pasado, el riojano Sergio Casas, el misionero Hugo Passalacqua y el socialista santafesino Miguel Lifschitz. Pero de todos, el que más alienta la proyección nacional de Schiaretti es el salteño Juan Manuel Urtubey, que no puede repetir mandato provincial. Hay quienes ven ahí una fórmula, mientras otros la descartan.
El rol de Llaryora. De ese diálogo también forma parte el diputado nacional Martín Llaryora, de buena relación con el armador que Urtubey tiene en Diputados y que preside el interbloque Argentina Federal: Pablo Kosiner. Llaryora estuvo compartiendo actos esta semana con Schiaretti en el departamento San Justo y son actualmente, dentro del peronismo, los dos dirigentes que mejor miden. Incluso, con Schiaretti con la mejor imagen de todo el arco político en Córdoba y con Llaryora con muy buenos números en algunos distritos. Por ejemplo, en la capital cordobesa.
Si hay un escenario nacional para que el gobernador se lance, el sucesor que algunos quieren es el exintendente de San Francisco. Sobre todo el grupo de intendentes sub-45 que tiene el PJ. Pero si Schiaretti va por la reelección provincial, algunos no descartan que Llaryora sea el candidato a intendente. Sobre todo porque Ramón Mestre pegará la elección con la provincial y Schiaretti necesitará por lo menos 20 puntos en este distrito para continuar cuatro años más en la provincia. Y hoy, quien puede lograr ese porcentaje, es Llaryora.
