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Poder en las sombras

Quiénes son los ‘D’Alessio de Córdoba’

La explosión del ‘caso D’Alessio’ obliga a realizar una mirada sobre los agentes de información en Córdoba. ¿Existen? ¿Son necesarios para la Justicia? ¿O son peligrosos? Cómo operan en el ámbito judicial local.

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El Francés. En ámbitos judiciales aseguran que el caso más emblemático en Córdoba de agente de inteligencia/colaborador es Juan Viarnes, clave en casos como el narcoescándalo. | Cedoc Perfil

En una nota publicada el 26 de febrero el diario Perfil se preguntaba “¿Quién es verdaderamente Marcelo D'Alessio: agente de la DEA, abogado o espía de la AFI?” 

Según el juez Alejo Ramos Padilla, desde la embajada de los Estados Unidos aún no han brindado una respuesta formal para saber si pertenecía o no a algún organismo de inteligencia. Sobre su título de abogado tampoco hay certezas. 

¿Agente de la AFI? Desde la Agencia Federal de Inteligencia y el Ministerio de Seguridad de la Nación han desconocido por escrito y públicamente tener vínculos formales con él. Sin embargo, según el juez, tanto D’Alessio como otros actores pertenecientes o vinculados a los ‘servicios de inteligencia’ nacionales y/o internacionales, habrían formado parte de la trama. 

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En la página oficial de la AFI en su desplegable ¿Qué hacemos? detalla: “Producimos inteligencia para la máxima autoridad de la Nación”. La ley 27.126, referida a la creación de la Agencia Federal de Inteligencia establece el marco jurídico y el financiamiento de los organismos de inteligencia estatal. Establecido el marco legal y jurídico del accionar de los agentes de inteligencia, surge inevitablemente la pregunta sobre los otros, los paralelos, los que actúan para la ley, pero por fuera de la ley. 

¿Para quienes trabajan? ¿Quiénes los financian? ¿Quién los regula? ¿Cómo llegan a sentarse al lado de un fiscal? ¿Tienen verdadera influencia en una investigación? ¿Son un mito o una realidad? ¿En Córdoba también existen estos personajes que trabajan para el sistema, pero por fuera del sistema?

En Córdoba, el “Francés”. En los pasillos de tribunales, tanto provinciales como federales, si bien no lo reconocen públicamente todos coinciden en que estos personajes existen desde hace años. 

¿Hay ‘D´Alessios’ cordobeses? Consultados al respecto varios funcionarios judiciales que realizan investigaciones desde hace muchos años todos acordaron, casi de manera unánime, en un nombre: Juan ‘El Francés’ Viarnes, quien al igual que lo que sucede con Marcelo D´Alessio ningún organismo del Estado asumió que perteneciera a sus filas. 

Con las diferencias del caso, aunque con llamativas coincidencias, un investigador que formó parte de las causas de Viarnes no dudó en asegurar que por la capacidad que demostró y de la manera en la que se movió en esas causas, el ‘Francés’ Viarnes es un D´Alessio “un poco más rudimentario”, pero sin dudas cercano a organismos de inteligencia del Estado. 

Este investigador insiste en compararlos y en observar similitudes en su actuar: ambos invocaron tener información, conocimientos y contactos. D´Alessio se acercó a un fiscal, Viarnes a los policías y les demostró habilidades y destrezas para infiltrarse entre los narcos. 

El mismo investigador consultado por PERFIL Córdoba confiesa que Viarnes ostentaba una enorme capacidad para “envolver” a la gente. Por este “buchón” se originó la conocida causa del narcoescándalo, que desembocó en la detención y posterior liberación de la cúpula de Drogas Peligrosas de la Policía de Córdoba. 

Hoy por hoy Viarnes está preso en Paraguay y a la espera de ser extraditado a Córdoba y nunca fue sometido a ningún tipo de control por parte del Estado. 

¿Son útiles para una investigación? El interrogante que se plantea es saber si estos ‘cabilderos’ son útiles o necesarios para que una investigación llegue a buen puerto. 

Según algunos fiscales estos agentes sí resultan útiles, aunque peligrosos y riesgosos si no se los regula o no se los blanquea. Concuerdan en que la inteligencia es necesaria pero que debe tener límites y controles. 

La ley es clara: los agentes de inteligencia solo pueden ser utilizados en causas complejas o cuando esté en riesgo la seguridad del país, y siempre con la debida autorización de un juez. 

Por ejemplo, en la ley 27.319 se establecen las herramientas y facultades para los delitos complejos, donde se regula específicamente las figuras del agente encubierto, el agente revelador y el informante. 

Sin embargo, a esta ley nacional, Córdoba no está adherida. Más allá de los nombres propios y de intentar solo una aproximación para entender o indagar en el mundo de los servicios de inteligencia, algo es claro y es que todos tienen un proceder similar: venden influencias, aseguran tener acceso a información calificada y reservada y dicen tener la capacidad para infiltrarse. 

Muchos llegan a trabajar como ‘fiscales paralelos’ en una investigación. Son personajes ‘chicles’, hoy pueden aparecer como abogados, policías o investigadores privados. Nadie los puede desconocer, existen. 

¿Ficción o realidad? El periodista y escritor Jorge Fernández Díaz tiene publicada una exitosa saga sobre un agente secreto llamado el “Remil”. Según el resumen del propio autor, se trata de un agente de inteligencia que se dedica a comprar o chantajear jueces, periodistas y políticos. Informantes, agentes, espías, infiltrados, buchones, soplones, impostores, simuladores, servicios, delatores. Algunos un poco más sofisticados como un 007, otros un poco más mundanos como un agente 86, pero están ahí.

Corradini, un caso emblemático
El 17 de noviembre de 1998 en barrio los Naranjos fue asesinado el panadero Héctor Corradini. Después de varios procesos judiciales hace algunos meses su viuda, Mercedes Segalá, fue condenada a prisión perpetua acusada de enviar a matar a su marido. De esa investigación, entre otros, surgió el nombre del expolicía Vicente Luis Oscar Díaz, un investigador privado contratado por Segalá para investigar la muerte de su marido. Díaz fue condenado por la Cámara 2ª a siete años y ocho meses de prisión, por el delito de abuso en perjuicio de Yanina Corradini Segalá, la hija de Corradini. Díaz también es señalado por haber tenido un accionar muy similar a la de un informante. Hay un episodio que para muchos refuerzan la hipótesis del presunto espía. Díaz, al igual que D´Alessio, se sentaba en las indagatorias junto al fiscal que llevaba adelante la investigación. Después, el propio expolicía ‘apretaba’ a esos testigos para que cambien sus testimonios. A tal punto llamó la atención la relación entre Díaz y la fiscal Liliana Sánchez que los mismos jueces que condenaron a Segalá ordenaron investigar el desempeño de la influencia que tuvo el expolicía Oscar Díaz en la tramitación de la causa. Mucho más atrás en el tiempo algunos marcan a Hugo Oscar Síntora como uno de esos personajes que recorren pasillos de Tribunales. Síntora fue condenado por el homicidio de Regino Maders. También expolicía, no son pocos los que recuerdan que en plena investigación por el crimen del senador radical, el ‘loco’ Síntora se presentaba en el Juzgado de Instrucción número 16 que llevaba la causa como quién podía brindar información para ‘avanzar’ en la causa.