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PERONISMO EN CÓRDOBA

Schiaretti y De la Sota terminaron de acomodar los jugadores

Detrás de Llaryora quedaron Alejandra Vigo, Paulo Cassinerio y Daniel Passerini. La necesidad de renovar, el anuncio y las negociaciones.

25-06-2017
El vicegobernador Llaryora, encabezando la lista del peronismo. | Gentileza PJ Córdoba

Rápido, para responder al impacto del anuncio de Cambiemos el viernes en últimas horas de la tarde, Unión Por Córdoba salió a confirmar nombres ayer por la mañana para que radicales y macristas no le coparan la escena. En un acto simple, que fue transmitido por Facebook Live –herramienta que en el PJ cordobés quieren promocionar como nueva pero con pocas repercusiones en la red social entre la militancia- el vicegobernador Martín Llaryora confirmó que quienes lo acompañarían en los lugares más expectables de la boleta serían, además de Alejandra Vigo que había sido confirmada durante la semana, el titular de la Agencia Córdoba Joven, Paulo Cassinerio; y el legislador provincial, Daniel Passerini.

En una recorrida por Villa Martínez, los cuatro dirigentes terminaron confirmando el primer tramo de la lista, mientras las negociaciones seguían desde el cuarto escalón hacia abajo. En cuanto al cupo, una de las dudas que se generó con el cuarto casillero para Passerini, operadores aseguraron que cuando se trata de una elección legislativa nacional se consideran los lugares expectables, entendiendo por esto las bancas a renovar que tiene la fuerza: como en 2013 UPC se había quedado con tres escaños, el cupo femenino del 50% respondía a esos tres lugares, donde precisamente se cumplía porque en segundo lugar quedó Vigo.

La negociación. En El Panal, el viernes por la tarde un funcionario sostuvo a PERFIL CÓRDOBA que la lista ya estaba “cerrada en un 90%” y que restaban detalles para la confirmación. De todas maneras, hubo largas conversaciones durante la semana entre el gobernador Juan Schiaretti y su antecesor José Manuel de la Sota para colocar en lugares expectables a todos los sectores.

El dirigente de San Francisco, quien había dudado en tomar la decisión en un primer momento, se puso al frente en el arranque de la campaña recién en los últimos días, cuando vio que la Primera Dama provincial estaría en el segundo lugar y que todo el PJ se comprometía con el trabajo territorial.

Mientras que en la última semana, De la Sota, que tenía su viaje a Estados Unidos programado para el pasado miércoles, decidió postergarlo hasta el viernes, buscando: formar parte de las decisiones en el armado, pero estar lejos cuando se hicieran los anuncios. Una vez asegurado esto, el ex mandatario partió a Pittsburgh para unos seminarios.

Algunos que conocen detalles de la conversación entre los dos caudillos del PJ cordobés, aseguran que De la Sota pidió el tercer y cuarto escalón, pero que el propio Schiaretti, ante la duda sobre la decisión final de Llaryora de asumir o no la banca, solicitó el dos y el tres.

De esta manera, el gobernador impuso a su esposa y Cassinerio, que llega como parte de la renovación y buscando el compromiso de las juventudes. En el oficialismo provincial reconocen que ahí está una de las virtudes de Cambiemos y es por eso que quieren profundizar esto: no solo en el trabajo de campo sino también en la comunicación.

Asimismo, y retornando a las negociaciones, en ámbitos de la Legislatura sostienen que Passerini era uno de los deseos de De la Sota, incluso cuando se hablaba de que el ex mandatario pudiera encabezar la boleta, y que nada cambió a partir del paso al costado. Además, algunos aseguran que “el Gallego” puede sumarse a la campaña una vez que se vaya acercando la fecha de las Primarias.

En la charla que mantuvieron De la Sota y Schiaretti, también se habló de Eduardo Accastello. El exintendente de Villa María se encontró con el gobernador el pasado lunes, cuando algunos alentaban la chance de que el K se subiera a la contienda, entusiasmando a la Casa Rosada con la chance de partir el voto PJ. Después de la charla, Accastello desistió de participar de la contienda.

El resto de la lista. El quinto lugar de la nómina queda para Claudia Márquez, dirigente de Río Cuarto; el sexto para Héctor Muñoz, jefe de Gabinete de Martín Gil en Villa María; séptimo Gustavo Brandán, el intendente de Colonia Caroya; octava la legisladora provincial Laura Labat; y noveno Edgar Bruno, también integrante de la Agencia Córdoba Joven como Cassinerio.

En el lugar de la mujer que se ocuparía el quinto escalón, hasta el viernes a la noche el nombre que seguía sonando con más fuerza era el de la ex vicegobernadora Alicia Pregno. La intención de UPC era contar con una persona del sur provincial para ese lugar y se terminó inclinando la balanza por Márquez. Situación que despertó también otro desencuentro entre el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, y el legislador provincial y hombre de extrema confianza de Schiaretti, Carlos Gutiérrez. Ayer, desde el Imperio y ante la consulta de este medio, sostuvieron que la mujer tiene buena sintonía con ambos dirigentes y que por eso había llegado al quinto casillero de la boleta.

En tanto Muñoz, el integrante del gabinete de Gil en la lista, también responde a la relación que tienen desde hace unos meses el intendente villamariense con el titular de El Panal. Sin el kirchnerismo en Balcarce 50, Gil, quien este año cumpliría mandato en Diputados, fue uno de los primeros jefes comunales en cobijarse en el calor peronista cordobés.

Asimismo, la postulación de Brandán responde a la necesidad de poner un hombre del departamento Colón “aunque sea en los papeles” aseguraron ayer. La explicación es simple: los dos del PRO en Cambiemos son de este distrito, y el tercero, el intendente de Jesús María, Gabriel Frizza, es vecino de Brandán. Situación que pondrá al jefe comunal de Colonia Caroya a trabajar y motivo por el cual el norte provincial tendrá un asterisco importante a lo largo de la campaña.

Quiénes asumen. Hasta anoche nadie se animó a confirmar qué sucederá en diciembre. Escudados en que falta mucho, y que en la mayoría de los casos aún se tienen que tomar licencia para encarar la campaña, en el peronismo provincial prefieren no hablar todavía de esto. “Es simple: primero hay que pasar la elección”, dijo un operador en últimas horas de la tarde. Lo que reconocen todos, es la necesidad que tiene Schiaretti de diputados que le respondan casi de manera directa. Desafío que se presenta después de lo que pasó el año pasado, cuando una parte de la Cámara baja atendía los pedidos de Schiaretti y otra, lo que solicitaba De la Sota.

Desde el entorno de Llaryora, sostienen que el dirigente de San Francisco asumió el compromiso con el objetivo de ocupar la banca. Con lo cual, el tablero cordobés se acomodará con Oscar González, segundo detrás del gobernador.

En tanto, por el lado de Vigo, nadie se anima a confirmar cuánto puede estar en el Congreso, aunque aseguran que también asumirá. Lo de Cassinerio y Passerini es un poco más claro: si llegan, ambos aterrizarán en la Cámara baja. Sobre todo el legislador provincial, uno de los más duros desde lo discursivo para oponerse al Gobierno de Mauricio Macri desde el año pasado.