Schiaretti y Mestre, ya decidieron entrar en la otra fase

El 1º de marzo de 2018 quedará marcado por algunos como el día en el que tanto el gobernador Juan Schiaretti como el intendente Ramón Mestre decidieron entrar, de lleno, en otra fase de la relación; en las veredas opuestas en las que estuvieron siempre, pero esta vez, de cara a un mismo objetivo: gobernar la provincia en 2019. Con Mestre tratando que sea dentro de Cambiemos; y con Schiaretti, sin conocer si para esta batalla, tal vez la última que dé en el plano de la política, contará o no con el respaldo de su socio político, José Manuel de la Sota.

Los reclamos por la coparticipación con los que Mestre recibió al ministro de Gobierno de la provincia, Carlos Massei, sentado en la primera fila del Parque Educativo Noroeste, fueron un capítulo más en una relación tensa en el último tiempo entre la Provincia y el Municipio. Pero es, al mismo tiempo, una discusión y otro plano más, de los que tienen tanto el peronista como el radical para dirimir sus conflictos. Con varios escenarios y protagonistas, como temáticas y ejes de debate.

1. La coparticipación. Desde que se firmó el Acuerdo Fiscal entre la Nación y las provincias, se supo que Mestre iba a encabezar los reclamos de los municipios no aliados con El Panal para levantar su perfil. Lo señalaron incluso a este diario algunos de los que comparten espacio en Cambiemos con el titular del Palacio 6 de Julio. Pero detrás de la figura de Schiaretti y Mestre en esta discusión, hay un referente de la Provincia y otro del Municipio, que se miden y disparan: Massei y Marcelo Cossar, el secretario de Modernización municipal y parte de la mesa chica de Mestre.

Es cierto que hay otros que también levantaron la voz en este reclamo. Pero, por los 3.000 millones de pesos que municipios UCR-PRO piden en El Panal, Cossar desarrolló parte de la ingeniería; mientras que Massei es el encargado de tratar de romper el bloque de intendentes radicales y macristas, teniendo reuniones públicas sobre todo con los del espacio amarillo. Cuestión que irrita a los radicales.

2. La deuda pública. En el último tiempo fue intenso el cruce en Twitter entre el ministro de Finanzas de la provincia, Osvaldo Giordano; y el legislador radical, Javier Bee Sellares. Ambos se vienen cuestionando desde hace semanas los números en rojo de las administraciones rivales, como así también los fondos coparticipables. Los dos se anotan además para la carrera al Palacio 6 de Julio.

3. Los intendentes. Después de la elección de octubre, hubo una bajada de línea para los jefes comunales del PJ pero Schiaretti no rompió el diálogo con ninguno. Sabe que se necesitan de un lado y otro, sobre todo de aquellos que tienen un importante territorio a cargo como Juan Manuel Llamosas (Río Cuarto), Martín Gill (Villa María), Ignacio García Aresca (San Francisco) y Facundo Torres (Alta Gracia). De este lote, puede salir el compañero de fórmula para el 2019 y se suma en la estrategia del territorio, el intendente de Embalse, Federico Alesandri, que en los últimos meses levantó el perfil con el reclamo a la Nación por los hoteles.

En el radicalismo, Mestre es el líder del ente de jefes comunales de la UCR y tiene entre sus principales aliados en este esquema a Javier Monte, intendente de Río Segundo.

4. La batalla del Congreso.  Sobre el final del 2017 Schiaretti jugó una carta arriesgada: armó un bloque de diputados fieles y quedó afuera Adriana Nazario, la esposa de De la Sota. Días más tarde, esos parlamentarios acompañaron la reforma previsional de Macri y le sirvieron al peronista para sumar un nuevo poroto en la “institucionalidad” y la “gobernabilidad”. Pero fueron los mismos que esta semana, en la apertura legislativa criticaron con dureza la gestión del Ejecutivo nacional. Desde la UCR, a Mestre le gusta exponer, en cada discusión con la Nación, que tiene tres diputados propios dentro del interbloque Cambiemos: su hermano Diego, Soledad Carrizo y Brenda Austin. Pero perteneciendo a una bancada que lidera Mario Negri, su rival interno.

En el Senado, la cosa es distinta. Carlos Caserio hace equilibrio entre Schiaretti y De la Sota, mientras que Mestre no puede exhibir ningún galardón en la Cámara alta: están la macrista Laura Rodríguez Machado y el juecista Ernesto Martínez.

5. La Legislatura. En la Unicameral, a pesar de los cambios del año pasado, Schiaretti mantuvo a un dirigente de su riñón al frente del bloque, Carlos Gutiérrez, y es una de las espadas junto a Oscar González. Tras el distanciamiento con Orlando Arduh, hoy Mestre cuenta a Bee Sellares como principal carta parlamentaria a su favor, en un bloque compuesto por el nicolasismo y el aguadismo, además de los socios macristas y juecistas.

6. La relación con la Nación. En diferentes ocasiones a lo largo de la historia, Casa Rosada decidió poner los huevos en distintas canastas en Córdoba. Lo hizo, por caso, el kirchnerismo en 2007, con Julio de Vido apoyando a la lista del PJ que encabezaba Schiaretti y Alberto Fernández dándole su respaldo a Luis Juez. Así, cualquiera fuese el resultado, siempre ganaba “la Casa”.

En este contexto, un poco más prolijo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, es el cercano a El Panal; y la línea del jefe de Gabinete, Marcos Peña, a través de Fernando de Andreis, el Secretario General de la Presidencia, es el contacto con el Palacio 6 de Julio.

De todas maneras, sobre quién tiene mejor relación con Macri, si Schiaretti o Mestre, cerca del intendente hoy levantan la bandera de las últimas reuniones, el visto bueno para la construcción en los predios del ferrocarril y el aval para pedir por la coparticipación a los municipios. En una semana en la que el propio gobernador, eligió la distancia con el líder nacional del PRO.

El dato que no se puede soslayar fue el respaldo del macrista Héctor Baldassi, en los reclamos por coparticipación. Con un comunicado que llevaba además la firma de Oscar Tamis, el intendente de Oliva y presidente del ComuPRO, el diputado nacional se sumó en el apoyo a los jefes comunales de su partido y se animó a criticar el Costo Córdoba. Habilitado también, desde Casa Rosada. Hoy, el escenario de conflicto se da en distintas etapas y con diferentes actores. Con todos, mirando al 2019.