El outlet de entradas permitió que el partido del viernes tuviera un buen marco, pero el cuadro no aparece. Sin Messi y sin proyecto, el representativo de la AFA es un producto devaluado.
Se mira y se toca. El capitán Nicolás Tagliafico levanta la “Copa Adidas” que Argentina ganó al vencer 2-0 a México. |
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Es lo que hay: un cúmulo de futbolistas, la mayoría de ellos jóvenes promesas, que tratan de ganarse un lugar en la consideración del hincha, de la prensa, de la dirigencia y de quien finalmente se ponga el buzo de DT, si es que alguien lo acepta. La selección argentina transita el post-Mundial como puede, lleno de indefiniciones e incertidumbres y sin su máxima figura, Lionel Messi, recluido en Barcelona con el cartelito de “do not disturb”.
Entonces, a falta de mejores opciones, la gente termina confirmándose con un show de luces y fuegos artificiales, los cuartetos de Ulises Bueno y alguna que otra buena jugadita, divirtiéndose haciendo “la ola” o aplaudiendo a un desconocido, Juan Foyth, elegido como el mejor valor de la cancha. Pasó el viernes pasado en el Kempes, donde finalmente fueron 40 mil los espectadores que asistieron al primero de los dos Argentina-México programados para la última fecha Fifa del año.
La “Copa Adidas”, engendro que salió de la galera del empresario Guillermo Tofoni, le sirvió a la AFA para cumplir con la última puesta en escena obligatoria de 2018. Sin ofertas para jugar en el extranjero, donde no hace mucho tiempo atrás el seleccionado llegó a facturar entre U$S 900.000 y U$S 1.500.000 por partido, el dueño de la omnipresente firma World Eleven y Claudio “Chiqui” Tapia, la cara visible del poder del fútbol argentino, apelaron a la siempre eficaz estrategia de seducir a las provincias del interior.
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Córdoba y Mendoza resultaron las elegidas, y ambas aceptaron el mismo combo de exigencias: cesión del estadio, eximición de impuestos, bonificación del operativo de seguridad y gastos de hotelería, traslados, logística y difusión. A cambio de ello la Provincia, siempre ávida de generar “buenas noticias” (y más en tiempos preelectorales), recibió la promesa de que el elenco albiceleste volverá a pisar suelo cordobés antes de la Copa América de Brasil 2019 y que será tenida en cuenta para las eliminatorias del Mundial de Qatar 2022.
“La Joya” de la AFA
Paulo Dybala fue el caballito de batalla. Al jugador de Juventus le hicieron grabar un videíto para animar al público y el propio Tapia, rodeado por el legislador Oscar González y otras autoridades provinciales, lo ungió en “el Panal” como “la mayor apuesta a futuro” del equipo nacional. El DT Lionel Scaloni, por su parte, declaró a quien quisiera escucharlo que consideraba al ex Instituto una pieza “fundamental” en su plantel. Pero el entusiasmo recién se encendió con el anuncio de descuentos en los precios de las entradas, cuatro días antes del juego.
Con las populares a $700 y las plateas a $1.400, la AFA y Tofoni pensaban facturar $64 millones por la venta de 57 mil localidades. Pero la realidad los bajó rápidamente a tierra y la recaudación, luego de la rebaja del 50% y de otras promociones que se activaron, quedaron reducidas a un tercio de la estimación inicial. “Nos costó instalar este partido, por la proximidad con las finales de la Copa Libertadores”, admitió Tofoni, quien dio cuenta de que organizar un amistoso del seleccionado “tiene un costo altísimo”.
En México tampoco hubo mucho entusiasmo por la presentación de un “Tri” en etapa de recambio. Su entrenador, Ricardo “Tuca” Ferretti, confirmo que la revancha del martes ante Argentina, en la capital mendocina, marcará su despedida. Gerardo Martino, quien hasta hace pocos días encabezaba las preferencias para suceder a Scaloni, sería anunciado en breve como DT del combinado azteca.
¿Y la AFA? Bien, gracias. “Estamos conformes con este cuerpo técnico”, dijo Tapia, haciéndole un guiño a la continuidad. “Estamos contentos e ilusionados pero no trabajamos con la idea de consolidar un 11 titular. El objetivo es darle a la mayor cantidad posible de jugadores la chance de mostrarse y de sentirse parte de la selección”, precisó. En cinco partidos –Guatemala (3-0), Colombia (0-0), Irak (4-0), Brasil (0-1) y México (2-0)- el DT interino trabajó con 39 jugadores. Hay muchos nombres pero el equipo aún no está. El proyecto y el producto, que no siempre van de la mano, también siguen en veremos.
