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VUELTA AL FONDO

Silencio de Schiaretti y Mestre en la semana más dura de Macri

Los cordobeses decidieron mantenerse al margen de los errores que, consideran, "son todos amarillos". Frialdad entre el gobernador y el Ejecutivo nacional.

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MISMA ESTRATEGIA. Schiaretti y Mestre optaron por el silencio. | Cedoc Perfil

La semana más conflictiva quele tocó atravesar al gobierno de Mauricio Macri contó con el silencio absoluto del gobernador Juan Schiaretti y el intendente Ramón Mestre. El aliado peronista y el discutido socio dentro del espacio decidieron, de la misma manera que había ocurrido en diciembre pasado con la polémica reforma jubilatoria, mantenerse al margen de las tensiones y críticas que le toca atravesar a la cúpula del Ejecutivo nacional.

Por parte del gobernador, hubo sólo un mensaje de en Twitter tras el hermético encuentro en Casa Rosada el jueves último, cuando fue convocado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para estar en la reunión con otros gobernadores peronistas. Integrantes también de lo que algunos llaman PJ dialoguista, que en el último tiempo pareció mutar a Peronismo Federal -nombre que lleva la firma del acuerdo del partido en el Congreso-, y que, de a poco, toma distancia de Macri.

La reunión del jueves, de la que también participaron otros gobernadores del PJ como el sanjuanino Sergio Uñac, el tucumano Juan Manzur, el chaqueño Domingo Peppo y el entrerriano Gustavo Bordet, tuvo además de Macri y Frigerio, al jefe de Gabinete, Marcos Peña. Los dos funcionarios que hoy en El Panal acusan de ser los impulsores de las últimas jugadas de los cordobeses de Cambiemos: la negativa a debatir en la Legislatura la polémica reforma electoral; y el aval desde Casa Rosada para la demanda que intendentes radicales y macristas le hicieron a la Provincia por fondos de coparticipación. Motivos suficientes para que la reunión con el gobernador más cercano del peronismo no transitara los carriles de los últimos diálogos.

Después de ese encuentro, Schiaretti decidió llamarse a silencio y no hacer ningún tipo de declaraciones, hasta ayer por la tarde en Twitter. Una actividad con la inauguración de una obra de gas en el departamento Cruz del Eje lo mostró enfocado en la gestión y prácticamente al margen de los medios.

En El Panal sostienen que no se esquiva a los periodistas, pero tampoco creen que sea el momento para hacer declaraciones y van a optar por la prudencia. Sí hablan, en los pasillos, que “se acabó el tiempo de las fotos sonrientes”, tal como graficó un schiarettista. Conocedores de los detalles de la charla del jueves afirman que los gobernadores escucharon la estrategia de la Nación para ir al FMI, pero el resto fue hermetismo. No obstante, en lo que sí coinciden varios funcionarios de la Provincia, es en reiterar el mensaje que el propio Schiarettibajó en la reciente cumbre del PJ Federal: “no cogobernamos, la responsabilidad es toda de ellos”.

El silencio de Mestre. El intendente también decidió mantenerse al margen de la situación que le toca atravesar a sus socios en el Gobierno nacional. Cerca del titular del Palacio 6 de Julio sostienen que se abocó a la gestión y aplica el mismo artículo del reglamento implícito que tienen sus correligionarios en la relación con los macristas: “el error es todo amarillo. El radicalismo siempre termina poniendo la cara cuando las papas queman”, sintetizó un radical cordobés.

Lo de Mestre, activo habitualmente en las redes para mostrar su relación con el resto de Cambiemos, esta semana se limitó a compartir un mensaje en Twitter acerca a “cómo dejaron el país en 2015”. El resto, fue gestión: obras en la ciudad, presentación del nuevo portal de Gobierno Abierto y algunas actividades sociales. No hubo un respaldo manifiesto. 

A la espera del "Macri débil". Ambos, tanto Schiaretti como Mestre, no lo van a admitir públicamente, pero apuestan a la debilidad en la imagen del líder nacional de Cambiemos. Reconocen que si se agrava la crisis nacional repercutirá en fondos para obras y caja de las administraciones locales; pero un desgaste de Macri puede ponerlo en otro escenario para tomar definiciones en las elecciones cordobesas del 2019. Donde ambos, irán en busca de un mismo objetivo: gobernar la provincia.