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ECONOMIA 2018

Un año atado al “20”: IPC de 20%; dólar a $20; tasas con piso de 20%

Según proyectan expertos, las empresas deberán ajustar sus planes a un año en crecimiento, con precios relativos sometidos a presión que impactarán en los negocios.

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RECALIBRANDO. La forma en la que los inversores están recalculando sus carteras demuestra que el mercado espera un escenario de tasas elevadas por más tiempo. | CEOP PERFIL

El recalibramiento de metas que hizo el Gobierno nacional sobre el final de 2017 tuvo la importancia simbólica de demostrar la jerarquía –gigantesca– de los desafíos que tiene por delante la economía. Ese reacomodamiento no es prueba del fracaso del rumbo, pero transparentó la cantidad de flancos abiertos que esperan respuestas estructurales.

En ese marco, gestionar los negocios demanda un tablero de comandos que permita tener a la vista cómo actuará cada tipo de variable; y aun así, sin pretender que todas las circunstancias queden bajo control. Relevamos aquí las proyecciones para seis claves (inflación, dólar, tasas, financiamiento, petróleo y crecimiento) que pueden aportar en ese sentido.

1-INFLACIÓN: el desafío es el techo

Un estudio del economista Ramiro Castiñeira indica que en los últimos 72 años, Argentina tuvo durante 61% del tiempo una inflación de dos dígitos y en 90% de ese tiempo, el Estado sufrió grandes déficit fiscales. Nada cambió y la Administración Macri no hizo aún nada estructural para erradicar la raíz de ese mal. 

“El origen del problema es la falta de ahorro nacional, por el elevado déficit fiscal. Es por eso que el Banco Central no puede hacer milagros en la lucha contra la inflación”, señala el economista del Ieral Jorge Vasconcelos. Por ello, debatir acerca de metas oficiales de fantasía es ocioso mientras  la tasa de expansión monetaria se mantenga en promedios del 30% anual.

La única verdad comprobable es que el 2017 terminó con un IPC de 24,8% (25,5% en Córdoba). ¿De aquí en más? 

Una lectura realizada por el economista Roberto Cachanosky advierte: “la inflación núcleo (la que no contempla precios regulados, o con alto componente impositivo o volatilidad en sus precios), en  los últimos siete meses se estancó en un piso del 1,3% mensual”.  No sube, pero tampoco baja. “Esto asegura un piso de inflación anual para 2018 del 17%”, pronostica Cachanosky.  

El desafío del Gobierno será lograr el techo más bajo posible. Mientras exista la necesidad de sincerar tarifas, el objetivo se dificulta. El otro factor determinante son las paritarias. El caso testigo que está marcando rumbo es el acuerdo cerrado con el gremio aeronáutico por 17%. La tendencia –tanto en sector público como privado- sería usar ese piso de 17% y activar cláusula gatillo. 

Un matiz interesante de interpretación lo aporta Vasconcelos al explicar: “Si se afianza la posibilidad de un crecimiento por encima de 2,5 % anual, se pueden facilitar paritarias que incluyan un componente de productividad”. Es decir, sin sacrificar poder adquisitivo, los salarios pueden ayudar a anclar las expectativas de inflación, “siempre que exista consenso alrededor de la expansión del PIB”, señala Vasconcelos.

En este marco, varias consultoras -entre ellas Ecolatina, Management & Fit y Elypsis- coinciden en proyectar un primer trimestre con una inflación acumulada de entre 5% y 6%, lo que llevaría a calcular para todo el año entre 18% y 20%. 

El mayor éxito posible del Gobierno, este año, sería bajar el IPC de 25% a 20% ¿Una meta poco ambiciosa? El economista Miguel Kiguel recordó que a países como Uruguay, Chile o Brasil “les llevó de cuatro a diez años llegar a un dígito”. 

2-DÓLAR: en alza bajo control

El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que el tipo de cambio real sufre una apreciación de hasta el 25%, debido a una inflación que crece por encima de lo que subió el dólar en Argentina. Si se diera esta corrección que advierte el FMI (la cual se formuló en diciembre, cuando el dólar estaba a $17,60), la paridad cambiaria debería ubicarse en unos $22. 

Si se observa qué está anticipando la cotización del dólar a diciembre 2018, en el mercado de futuros, se comprueba que oscila en un rango de $22,30 a $22,80. De todos modos, esos no dejan de ser valores de referencia que se determinan en función de la tasa de interés actual y las expectativas de devaluación del mercado. 

“Va a oscilar por arriba o debajo de esos valores. Hay que tener en claro algo: el Gobierno va actuar si la corrección al alza se desliza a precios y lo va a dejar rodar, si logra dominar los demás precios, para que no se vuelva a retrasar”, explicaba una fuente cercana al Gobierno de la Nación, para quien el dólar podría alcanzar un “saludable valor de $20, si no contamina el nivel de precios al consumidor”.

3-TASAS: sin margen para bajas profundas

En medio de una ineficaz lucha contra la inflación, el BCRA decidió reducir la tasa de referencia 75 puntos básicos (bps) para llevarla a 28%. “El mercado estimaba una disminución de entre 150 y 300 bps (en promedio)”, señala Research for Traders. Con una inflación desbocada y el riesgo de que se recalentara el dólar más allá de lo deseable, no había motivos para una reducción más profunda que la que hizo el Central.

¿Y ahora? Algunos advierten que hay que estar atentos al próximo 23 de enero cuando el BCRA “tendrá que recortar otra vez las tasas”. Quienes piensan así están más cerca de la “visión política” del Gobierno. Los seguidores de la “lógica Sturzenegger” son más cautos y dicen que “hay que esperar hasta abril” cuando el panorama de las paritarias quede más claro y se sepa hasta dónde trepará la inflación.

En cualquier caso, la forma en la que los inversores están recalibrando sus carteras demuestra que el mercado espera un escenario de tasas elevadas por más tiempo. José Prats, de Tomar Inversiones, asegura que una cartera “ideal” todavía se compone en 50% por Lebac y 40% por activos en dólares.

4-FINANCIAMIENTO: ya no da para maquillajes

“Las extraordinarias condiciones de liquidez del sistema financiero de 2017 hicieron que los bancos se despreocuparan de la captación de depósitos, que aumentaron a la mitad del ritmo de los préstamos. Pero este desfase no puede extrapolarse a 2018: o bien los bancos salen a tomar ahorros más agresivamente, o bien la oferta de créditos comienza a frenarse”, advierte Jorge Vasconcelos, del Ieral. 

Todos los datos a la vista llevan a decir que la contribución del crédito al crecimiento está destinada a ser bastante más débil que en 2017.
Diferentes fuentes consultadas en este punto coinciden en señalar que solo haciendo política monetaria no se pueden resolver todos los males estructurales que arrastra la economía. Por ello, “es tiempo de sacar las leyes que están en agenda”, dicen. ¿Por ejemplo? La prometida Ley de Financiamiento Productivo.

Dos herramientas de esta nueva normativa son particularmente esperadas por empresas y bancos: por un lado, la posibilidad de que las facturas que emiten las pymes queden aceptadas o conformadas automáticamente a los treinta días de emitidas, posibilitando que puedan ser vendidas a través de bancos y/o en el mercado de capitales. 

Por otro lado, que se ponga en funcionamiento una herramienta muy común de fondeo como es la “securitización”, por la cual los bancos venden parte de la cartera de créditos hipotecarios otorgados al mercado de capitales. De esta manera, los bancos consiguen fondos frescos para seguir prestando.

El tratamiento de esta ley pasó para febrero o marzo, según se convoquen sesiones extraordinarias o se espere al ciclo ordinario de trabajo en el recinto parlamentario.

5-PETROLEO: libre y trepando

Desde noviembre del 2017, el precio de la nafta en la Argentina está totalmente desregulado. Esta nueva realidad hace que los valores internacionales del barril de petróleo de referencia (el WTI) sea un indicador clave a monitorear. ¿Qué esperar? 

Moody’s Investors Service prevé que los precios del petróleo se ubiquen en un rango de entre US$40 y US$60 por barril en 2018. Otras fuentes, como el Standard Chartered Bank aseguran que “valores por debajo de los US$65 por barril no son sostenibles en el mediano plazo” debido a que la demanda de petróleo superará la expansión de la oferta. “Este martes,  los futuros del petróleo ya cerraron en US$63,50, confirmando la tendencia alcista de corto plazo”, indica Juan Martín Yanzón, analista de mercado  de Carta Financiera. 

A esta evolución del precio internacional hay que cruzarla con el tipo de cambio, para terminar de proyectar a qué precio se venderán los combustibles en el país. Siendo así, los expertos proponen considerar en la ecuación un petróleo con piso en US$65 y techo de U$83, combinado con un dólar oscilante entre los $19 y $21.

Producto de la presión de este mix (valor internacional-dólar), el precio doméstico de las naftas aumentó este sábado un 6%.
 
6-CRECIMIENTO: felices los cuatro

El dato positivo del año no será tanto el nivel de crecimiento sino el afianzamiento de la tendencia: dos años consecutivos de repunte, en un contexto donde la economía nacional estará potenciada por Brasil, América Latina y la trayectoria global.

Moody's confía en que Argentina crecerá 3,5% en 2018; mientras, el consenso de economistas nacionales recortaron sus proyecciones a 2,5% (en sintonía con los cálculos del FMI). 

La buena noticia es que Brasil (implica 40% del PIB regional) deja atrás la recesión y tendrá un crecimiento estimado del 2,8%. Según el Banco Mundial, América Latina también traccionará positivamente creciendo en promedio un 2,7%, en el marco de una economía global creciendo al 3%.