CULTURA
Tenia 93 años

Adiós al célebre fotógrafo Marc Riboud

Plasmó en sus fotografías en blanco y negro los grandes conflictos del mundo, desde la Revolución Cubana hasta la vida en la China comunista o en el París de los años 50.

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Historia. Arriba, la fotografía que lo hizo famoso, tomada en Washington en 1967. | Marc Riboud
Conocido mundialmente por imágenes como la de la chica con una flor delante de fusiles, el fotógrafo francés Marc Riboud murió el martes pasado a los 93 años. Cronista insobornable del siglo XX, ícono del fotoperiodismo moderno, expuso su obra en París, Londres, Nueva York, Pekín, Hong Kong, Bilbao, entre otras grandes capitales del mundo. Sus fotografías, publicadas en varios libros, se encuentran colgadas en los más prestigiosos museos del mundo. Fue distinguido con diversos premios internacionales, como el Overseas Press Club, el Time Life Achievement y el Lucie Award. La imagen de la chica con la flor la tomó en octubre de 1967, en Washington, durante una manifestación contra la guerra de Vietnam, al verla desprenderse de la multitud con una flor (un crisantemo) y ponerse delante de los fusiles con bayonetas de la fuerza pública. Ella era Jan Rose Kasmir, de 17 años, que estudiaba en un colegio secundario de Maryland. La otra fotografía que lo hizo célebre fue la del pintor de la Torre Eiffel, captada en 1953.

Riboud tomó sus primeras fotografías en la Exposición Universal de París de 1937 con una cámara de bolsillo Vest-Pocket Kodak, las primeras cámaras en utilizar rollos de película más pequeños. En 1944 participó de la Resistencia francesa contra la ocupación nazi y, apenas un año después, comenzó en Lyon estudios de ingeniería, que abandonó a principios de los 50 para dedicarse a la fotografía. De inmediato, entró a la agencia Magnum –que llegó a dirigir– apoyado por Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, en la que trabajó entre 1953 y 1979. En los años siguientes viajó, sobre todo,  por Asia. En 1955 recorrió por carretera la India, atravesando Oriente Medio y Afganistán, y llegó a China dos años después. Permaneció tres meses en la Unión Soviética en 1960 y cubrió las luchas de liberación nacional de Argelia y de otros países de Africa. Fue uno de los pocos fotógrafos occidentales que consiguieron ingresar, en plena guerra, en el norte de Vietnam. Al parecer, la foto de la chica con la flor ante los fusiles (símbolo del pacifismo) fue la que le hizo ganar la confianza del régimen comunista.

También alcanzó notoriedad por otras escenas (una monja parisina discutiendo con un taxista, un joven afgano ensimismado con su revólver en una fábrica de armas de la frontera con Pakistán, un niño bañándose en un río de Camboya, y el autorretrato en el que se refleja en los anteojos de un soldado en el aeropuerto de Leopoldville, en la República del Congo, en 1961), pero ninguna logró igualarse con la fuerza simbólica de la fotografía de la chica con la flor. Riboud y la portadora del crisantemo, Jan Rose Kasmir (en los años de la cultura hippie se hizo adicta a las drogas, después estudió fisioterapia y hoy vive en Dinamarca), se volvieron a encontrar en los 80, cuando ella vio por primera vez la fotografía. Luego, se reencontraron en febrero de 2003 en una manifestación contra la guerra de Irak, en Londres, en la que Jan llevaba a modo de pancarta la famosa foto que le había tomado Riboud en los 60. En esa oportunidad, que evocaba las protestas pacifistas de aquella época, la fotografió de nuevo. Sin embargo, entre los pocos cronistas fotógrafos que hicieron de sus imágenes símbolos del siglo XX, Riboud ya lo había logrado con una sola foto.