CULTURA

"Aplausómetro" en la Feria del Libro

Los ministros de Educación de Ciudad y Nación se disputaron el encanto y el rechazo por parte del público en la apertura de exposición.

Los ministros de Educación de Ciudad y Nación, Hernán Lombardi y Alberto Sileoni, expusieron en "Un futuro con libros" en la 38va edición de la Feria del Libro de Buenos Aires.
| Telam

La apertura de la 38° edición de la Feria contó con un elemento extra: las palmas. Hernán Lombardi, ministro de cultura porteño, y Alberto Sileoni, ministro de educación nacional, se disputaron el encanto y el rechazo por parte del público.

800 personas atestiguaron otro cruce de testimonios entre el la Ciudad y el Gobierno Nacional. Lombardi encaró el estrado y disparó: “Queremos libros rectangulares, cuadrados, circulares, livianos y pesados, en francés, portugués, inglés y alemán. Queremos libros en papel y libros electrónicos”.

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Los porteños oficialistas no dudaron en aplaudir y apoyar semejante declaración, que se vio reforzada cuando agregó “soñamos con lectores en todos lados”. La sala José Hernández cambió el aire; Lombardi seguía: “Entorpecer la libre circulación de los libros es entorpecer la libre circulación de las ideas”. Abucheos y aplausos. “Son los lectores las víctimas”, mordió.

A Guillermo Moreno le dedicó un párrafo aparte con frases como “no es lo mismo, señor secretario de comercio, importar libros que perfumes” o “ningún troglodita puede decirnos lo que se puede o no se puede leer”. A los 15 minutos, el ministro porteño definió: “Un futuro con libros se construye con un presente con libros”.

El recinto estaba en sintonía con los oradores; el aire estaba agitado cuando Sileoni tomó la palabra. Saludó a todos e hizo mención a la “nutrida hinchada” de Lombardi como para terminar de entrar en calor. El ministro de educación buscó serenar las aguas, pero también supo responder a los dichos de su antecesor en el estrado: el aumento de 30% en expositores le sirvió para contrarrestar cualquier idea de falta de libertad. “no hay un solo libro que esté parado en la aduana”, replicó firme.

Sileoni dijo que no iban a “aceptar ningún tipo de manifestación mentirosa” y llamó a los padres a que acompañen más a los chicos en el proceso de lectura. Para finalizar, miró hacia adelante y expresó: “no es casual que hoy pensemos en el futuro. Si el presente fuera amarrete y avaro, nadie pensaría en el futuro”.

Luis Gusmán fue quien finalizó la serie de disertaciones. Tranquilo, con las manos en los bolsillos, bromeó: “no creo que genere el mismo entusiasmo en la audiencia”. El escritor de El Frasquito habló sobre el poder de la literatura y destacó la capacidad de los libros para cambiar vidas. Terminó, y abrió la Feria, citando a Borges: “Larga duración tienen las palabras”.

Acto seguido, Sileoni, Lombadi, Gusmán y autoridades de la Fundación El Libro, desataron la cinta que había en el escenario. Comenzó, así, la 38° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que contará con 1577 expositores (provenientes de 43 países), 1500 actos culturales y más de un millón de visitantes.

(*) especial para Perfil.com