Se inauguró el jueves con la asistencia del rey de España y Mauricio Macri, pero recién ayer abrió sus puertas al público. Así desembarcó el arte contemporáneo argentino.
Con la presencia de los reyes de España, el presidente Mauricio Macri y el ministro argentino de Cultura, Pablo Avelluto, se inauguró el jueves la gran feria de arte Arco Madrid, en Ifema, un enorme espacio en las afueras de esta ciudad. Se trata de una gran exposición de arte contemporáneo –la segunda feria de arte más concurrida del mundo luego de Art Basel Miami– que en su 36ª edición reúne a 200 galerías de 27 países hasta el 26 de febrero. Por primera vez, la Argentina es país invitado. Se presentan 12 galerías argentinas seleccionadas por la curadora Inés Katzenstein y, además, un programa sobre música, cine y literatura nacional destinado a los principales museos y centros de arte de Madrid. Macri, junto a Juliana Awada, abrieron el evento junto a Felipe VI y su consorte, Letizia, y luego recorrieron el lugar para apreciar las obras expuestas de los 23 artistas argentinos elegidos para el stand de #ArgentinaPlataformaArco. Macri permaneció durante una hora en la feria y durante el recorrido junto a los reyes españoles visitó también las galerías Henrique Faria Fine Art, de Nueva York, y Jérome Poggi, de París. Incluso se detuvieron en un taller infantil, denominado Arco Kids, donde niños que hacían manualidades le regalaron a la reina una flor hecha con papel reciclado. Las galerías argentinas que asisten a Arco Madrid son Del Infinito, Henrique Faria Buenos Aires, Barro, Ignacio Liprandi, Jorge Mara La Ruche, Nora Fisch, Ruth Benzacar, Slyzmud, Vasari, Mite, Cosmocosa e Isla Flotante. Entre lo expuesto por las galerías y los diferentes espacios de la feria se encuentran obras de Alberto Greco (figura destacada de la vanguardia de los 60), Eduardo Stupía, Mirtha Dermisache, la multifacética Marcia Schvartz, Diego Bianchi, Leandro Erlich, Guillermo Kuitca, Pablo Siquier, David Lamelas, Edgardo Antonio Vigo, Víctor Grippo y otros menos conocidos, como Adriana Minoliti, Jorge Macchi, Leandro Erlich (creador de la instalación Dalston House, una ilusión óptica en Dalston Molino, al este de Londres) o Miguel Rothschild. El triunfo de Nautilus, de Salvador Dalí (alrededor de 1,4 millones de euros), o un cilindro de vidrio fundido de Roni Horn (1 millón) se supone que serán las obras más caras de la 36ª edición de Arco. Se estima que en la feria se realiza el 60% de las ventas del mercado de arte español. Con 4,5 millones de presupuesto, se espera un impacto de 100 millones de euros y más de 100 mil espectadores. Los últimos datos de la pasada edición de Tefaf Maastricht (la principal feria de Holanda) mostraron que las ventas mundiales de arte cayeron un 7%, de 68.200 millones a 63.800 millones de dólares. Estados Unidos rompió esta tendencia con un 4% arriba (27.300 millones de dólares). En Europa, las ventas cayeron un 8% (21.300 millones de dólares) y España sólo logró el 2% de los negocios europeos de arte. Según los especialistas, el principal indicador de que 2017 puede ser un buen año para Arco es la presencia de importantes galerías internacionales que vuelven después de años, como la británica Lisson y la suiza Hauser & Wirth.
