Con Dario Fo muere el último bufón

Dario Fo, el dramaturgo y actor italiano premio Nobel de Literatura en 1997, falleció este jueves a los 90 años en el hospital Sacco de Milán, donde se hallaba internado desde hacía unos días por dificultades respiratorias. Había nacido en una familia de clase media baja –hijo de una campesina y un jefe de estación ferroviaria–, en Varese (Lombardía) el 24 de marzo de 1926, en el pequeño municipio de Sangiano. Estudió pintura y arquitectura. En la década de los 50 empezó a tener éxito en la escena teatral con monólogos cómicos y satíricos que lo llevaron directamente a estrenar en el Piccolo Teatro de Milán. Debido a ello, en 1962, la RAI le encargó dirigir junto con su esposa, la actriz Franca Rame, Canzonissima, un popular programa de variedades que se emitía los sábados. La pareja presentó sketches y gags humorísticos de temas sociales y políticos durante siete programas, frecuentemente sobre corrupción, hasta que se retiraron en protesta por la censura que sufrió uno de sus textos, lo que provocó un escándalo.

A partir de entonces la compañía de Fo y Rame (fallecida en 2013) no abandonó en ningún momento el teatro político y satírico, primero con el grupo Nuova Scena y más tarde con el colectivo La Comune. En los 70, Fo rompió con el Partido Comunista Italiano (PCI), se acercó a la izquierda extraparlamentaria y con Rame fundó Soccorso Rosso Militante para proporcionar ayuda a los trabajadores en las luchas de fábrica y militantes de izquierda afectados por la represión y las condiciones de encarcelamiento. En los últimos tiempos, apoyó al Movimento 5 Stelle (M5S) creado por el actor cómico Beppe Grillo. Para contribuir económicamente con el congreso del M5S celebrado en septiembre en la ciudad de Palermo (Sicilia) pintó un cuadro satírico de María Elena Boschi, ministra de las Reformas Constitucionales y Relaciones con el Parlamento en el actual gobierno centroizquierdista, donde aparece sentada con las piernas cruzadas mostrando los muslos. El primer ministro, Matteo Renzi, en un comunicado oficial, lamentó la muerte de Fo.

Durante su larga trayectoria dedicada a un teatro políticamente subversivo, aunque clownesco, al modo de la juglería medieval de la Commedia dell’Arte, Fo publicó más de cien obras teatrales, que él mismo interpretó y dirigió, y numerosos libros. En 1969 estrenó una de sus obras teatrales más exitosas y prestigiosas, Mistero buffo, en la que aborda algunos pasajes bíblicos al estilo de los juglares. En 1970 presentó Muerte accidental de un anarquista,  pieza en la que rememora la sospechosa muerte (si bien ambientando la historia en los años 20) del anarquista ferroviario Giuseppe Pinelli, que en 1969 “se arrojó” desde una ventana de la Jefatura de Policía de Milán, donde estaba detenido. Entre finales de los 70 y los 90, Fo llevó a escena una serie de monólogos satíricos sobre la condición femenina. En 1990 estrenó El Papa y la bruja, obra en la que presentaba a un papa que divulgaba una encíclica en la que defendía el consumo de drogas, el control de la natalidad o el regreso de la Iglesia a la pobreza. En una de sus últimas obras, L’anomalo bicefalo (2003), trataba con tono insolente al ex primer ministro Berlusconi.