CULTURA

Federico Storani, el ex ministro metafísico

El radical lanzó "El techo del cielo" y reflexionó con Perfil.com.

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| Cedoc

Casi todos conocen el perfil político del radical Federico Storani, ministro del Interior durante el gobierno de la Alianza. Pero no muchos ven la faceta filosófica de este hombre que actualmente es profesor titular por concurso en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Ahora lanza su libro El techo del cielo (Editorial Del Zorzal) en el cual a través de un diálogo entre el cuerpo y el alma, contrapone los impulsos juveniles y la inexperiencia a la sabiduría.

En diálogo con Perfil.com, el autor señaló que el objetivo del libro fue "darle una forma de diálogo entre cuerpo y alma en lugar de un sesgo de filosofia política. Es una conversación ficcionada entre el cuerpo juvenil y el alma que expresaría la sabiduría". Sin embargo, es "solo un pretexto" para generar cuestiones en "relación con el tiempo los grandes temas metafísicos, la ciencia, el amor".

Perfil.com: En lugar de temas coyunturales políticos, aquí se tocan temás más abstractos...

Storani: Son temas más universales, puede uno sentirse identificado. Obviamente lo occidental está presente en toda la obra.

- ¿Cómo logra la combinación entre el hombre político-público y el docente que se sienta a reflexionar sobre temas más abstractos?


- Siempre lo hice, pero esta es la primera vez que publico. Desde chico me gustó escribir cuentos, ficciones. La diferencia fue que hasta ahora no había publicado.

- ¿Le sirvió esta formación para su tarea política?

- Seguro que sí. En mi época de ferviente militancia, por así decirlo, se hablaba de expectativas esperanzadas. Es un concepto más individual si se quiere, la suma de las expectativas son las utopías. Por eso me sirvió muchísimo. Esto lleva a valorar la sociedad que uno quiere.

- ¿Qué repercusión tuvo hasta el momento del libro en el ámbito universitario?

- Hasta ahora fue muy buena en un público muy heterogéneo. Porque hay alumnos que tenían de mí un perfil de hombre político, pero también lo han analizado colegas universitarios.