Son diecinueve los países participantes. Entre los invitados están el uruguayo Dani Umpi, el español Jaime Siles, el ecuatoriano Edwin Madrid y la chilena Carmen Berenguer.
Todas las voces. Esta vez las sedes son una decena, y por primera vez llegan poetas de Austria, Eslovenia y Finlandia. |
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Gonzalo Leon
El miércoles pasado, en el CCK y luego de algunas desprolijidades, se inauguró la décimo segunda versión del Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (FIP), que se extenderá hasta mañana. En la ocasión estuvieron presentes los embajadores de Cuba e Irán. Graciela Aráoz, directora del festival, en un largo y afectado discurso, agradeció a quienes habían hecho posible el evento, entre quienes estaba Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. “La poesía no es masiva como el reguetón”, dijo Aráoz, y agregó que a cambio es respetada en todo el mundo. Después de tangenciales alusiones a Ezra Pound y a su trabajo con los poetas provenzales del siglo XI, concluyó su discurso.
La poesía propiamente tal arrancó con la presentación del poeta italiano Leilo Voce, que en su introducción dijo: “La poesía es un arte que crea mundos a partir del mundo, la poesía es una dinámica de sentido, de significado que arranca la energía de la función predominante que contagia con los sueños”. Y enseguida acompañó la lectura con música. Tras él vinieron los invitados internacionales Jaime Siles de España, Helena Sinervo de Finlandia, Lina de Feria de Cuba y Carmen Berenguer de Chile. Tras casi tres horas, la primera jornada del FIP terminó. Al otro día las actividades continuaron en el Mercado del Progreso de Caballito, donde en medio de pescados, verduras y carne los poetas intentaron interesar al público.
Entre las varias cosas que llaman la atención de esta edición del FIP está la gran variedad y cantidad de poetas invitados: hay poetas de Portugal, Holanda, Uruguay, Turquía, Ecuador, Austria, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Canadá. Pero también hay representantes del interior: Tucumán, Río Negro, San Juan, Santiago del Estero y Córdoba. Lo que sorprende sin duda es la poca cantidad de poetas jóvenes; de hecho, el promedio de edad de los invitados está por arriba de los 50 años. Los poetas más jóvenes son la turca Karada Zeynep Tugge y la cordobesa Paula Giglio. Giglio (1988) cree que, pese a ello, hay muchos poetas jóvenes muy buenos, lo cual se explica, según ella, porque cada vez hay más jóvenes escribiendo e instituciones que han propuesto “instancias donde los nuevos poetas podamos ir abriéndonos y compartiendo nuestra escritura. Graciela Aráoz está atenta a las nuevas voces, y el hecho de que le brinde a un poeta joven la posibilidad de leer junto a poetas consagrados me parece loable”.
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De entre estos poetas mayores que señala Giglio hay algunos que vale la pena destacar: Carmen Berenguer es una poeta chilena de vasta trayectoria y la primera mujer en ganar el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda; el peruano Reynaldo Jiménez (1959), uno de los referentes a la hora de hablar de poesía argentina contemporánea (vive en la Argentina desde 1963) y de la disputa entre neobarroco y objetivismo, y el español Jaime Siles, uno de los críticos más claros de su país y ganador del Internacional Loewe de Poesía. Por otro lado, hay varios invitados que podrían catalogarse como performers: al ya mencionado Voce se suman el uruguayo Dani Umpi y el holandés Bernard Wesseling.
Hoy sábado continúan las actividades: a las 20.15 leerán los argentinos Graciela Perosio, Juan Anselmo Leguizamón y Reynaldo Jiménez y la danesa Marianne Larsen. Mañana la clausura estará a cargo de Dani Umpi y Nicolás Domínguez.
