CULTURA

Murió García Márquez: la FNPI despidió a su padre

"Gabo nos deja su fuerza", escribieron en la escuela fundada por el Premio Nobel de Literatura.

Así despidieron a Gabo en la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.
| fnpi.org

Gabriel García Márquez probablemente sea más recordado por sus libros. Pero el escritor, que falleció esta tarde a los 87 años en México, también dejó otra obra: la escuela de periodismo que fundó y que lo despidió hoy tras su muerte.

En 1994, junto a su hermano Jaime Harcía Márquez y Jaime Abello Banfi, el autor creó la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con el propósito de promover "la excelencia, la ética y la innovación en el periodismo".

Con su fallecimiento, el organismo, que tiene sede en Cartagena de Indias, transformó su sitio web en un homenaje a su creador. 

"Gracias, maestro Gabo", es el título del texto firmado por Jaime Abello Banfi, actual director General de FNPI. 

"Nuestro querido Gabriel García Márquez se ha ido físicamente, pero permanecerá vivo entre nosotros a través de sus ideas, sus textos, su memoria en millones de personas que lo amamos en todo el mundo y el legado representado en el trabajo de sus fundaciones y escuelas de periodismo y cine", escribió.

"En su fundación en Cartagena, la FNPI, nos sentimos orgullosos de haber disfrutado la guía, acompañamiento y amistad del Gabo periodista y educador, comprometido a fondo con el periodismo como una pasión de toda la vida y como una forma de ejercer ciudadanía activa", agregó.

"Gabo vivió una vida plena e incomparable. Lo recordaremos como un creador genial, un ser humano lleno de sabiduría, humor y ternura, un trabajador incansable, que supo mostrarnos que la mejor manera de aprovechar un trayecto vital es siguiendo la vocación personal, con la terquedad y disciplina que dan cimiento al talento y la pasión", continuó Abello Banfi. 

"Nos deja su fuerza. Asumimos con seriedad y entusiasmo, de la mano de nuestros maestros y aliados, la responsabilidad de que cada día más periodistas de Iberoamérica puedan conocer sus ideas, estudiarlas, aplicarlas e incluso cuestionarlas, pero siempre con la convicción de que este es un oficio de carpinteros, que se aprende y se perfecciona con la práctica, escuchando a la gente y despertando los sentidos para ver lo que nadie más ve, para que las sociedades se informen mejor", comentó.

"Gracias, Gabo. Gracias, maestro de maestros. Cumpliremos tu mandato; seguiremos adelante con tus talleres, tu Premio, trabajando de muchas formas por una nueva y creativa época para el mejor oficio del mundo", concluyó.