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Se complicó. River Plate perdió 1-0 con Atlético Paranaense en el Monumental en el primer partido por los octavos de final de la Copa Sudamericana y ahora está obligado a dar vuelta el resultado en Brasil si quiere pasar a la próxima fase del torneo continental.

El trámite del partido fue favorable a los millonarios, pero los dirigidos por Daniel Passarella no tuvieron contundencia en el arco rival y también chocaron con la figura del arquero Cléber. El resultado es muy desfavorable para el equipo argentino, ya que el gol de visitante del Paranaense lo obliga a una buena producción en el partido de vuelta en Curitiba.

River salió con todo. Sin demasiada claridad, el equipo de Passarella empezó a meter al equipo brasileño contra su arco. La primera situación de peligro llegó a los 9 minutos, cuando Augusto Fernández desbordó por la derecha al mejor estilo Nicolás Domingo, pero su remate fue desviado por el arquero brasileño.

Paranaense emparejó las acciones rápidamente y se dio el gusto de jugar varios minutos en el campo del millonario, aunque sin generar peligro para el arco de Germán Lux.

Recién pasados los 20 los de Nuñez volvieron a llegar cerca del área brasileña. Primero fue Radamel Falcao García, quien remató muy desviado. Después Gerlo, con un cabezazo a la salida de un corner que se fue cerca del palo. Y otra vez Falcao, pero reaccionó bien el arquero Cléber.

Fue justamente en el mejor momento de River cuando llegó el gol del Paranaense. Marques armó una buena contra por izquierda y metió el centro para que Marco Aurelio la mande al fondo de la red. Era el 1-0 y Lux ni la había tocado.

A los 34 casi llega el empate. Lucas Pusineri recibió un rebote en el área y en buena posición para marcar, la tiró por arriba del travesaño. La respuesta brasileña no se hizo esperar, pero Michel también levantó mucho su remate.

Así terminó el primer tiempo, con los jugadores de River hablando mucho mientras se iban a los vestuarios y todo el peso de un gol de visitante en el marcador.

El segundo tiempo arrancó de vuelta con los millonarios al ataque. A los 2 minutos, Pusineri recibió un rebote afuera del área y le dio con mucha potencia, pero Cléber volvió a reaccionar bien y ni siquiera dio rebote.

El equipo de Passarella siguió presionando, pero no encontraba los caminos hacia el gol. El técnico pareció comprender esto y rápidamente llamó a Gonzalo Higuaín, quien reemplazó a Falcao. Antes de irse, el colombiano apiló a varios defensores brasileños, pero llegó desestabilizado al área y su remate llegó débil a las manos del arquero.

Sin embargo, a los 13 casi llega el segundo de los brasileños, cuando luego de una tapada de Lux, Marques sacudió la parte exterior de la red. Los dirigidos de Oswaldo Alvarez llegaban poco pero bien.

El “Kaiser” volvió a reaccionar y mandó a Fernando Belluschi a la cancha. Estaba claro. Aunque no fuera prioridad, el técnico no quería quedarse afuera tan rápido en la Sudamericana. El ex Newell´s mostró su peso enseguida y acercó peligro con un par de remates desde afuera del área, una de sus especialidades.

Pero otra vez contestaron los brasileños por medio de Paulo Rink, que le pegó cruzado desde lejos y su disparo se fue cerca. Entonces, Passarella quemó las naves y mandó a la cancha a Ariel Ortega. Ya no faltaba nadie para lograr el objetivo empate.

Un remate de Sambueza que contuvo bien Cléber, otro de Farías que salió desviado, un intento de Higuaín que se fue muy lejos. Nada parecía salir derecho para los de Nuñez. Y encima el Paranaense amagaba con meter alguna contra y liquidar el partido.

Apenas pasados los 30, Belluschi volvió a pegarle de afuera y generó la mejora atajada de la noche. La pelota se metía en el ángulo, pero el arquero brasileño se estiró y la mandó al corner en forma increíble.

Siguió yendo River, aunque parecía imposible doblegar la resistencia de Cléber, la figura de la noche. Sambueza le pegó y casi en contra llega el empate. Belluschi por enésima vez pateó desde afuera y nuevamente apareció el arquero para mandarla al tiro de esquina.

Fue el final. River perdió 1-0 y ahora deberá transpirar mucho si quiere llegar a los cuartos de final y, posiblemente, cruzarse con Boca Juniors.

Con la cabeza más puesta en el campeonato local y la obsesión del superclásico, Passarella arrancó con varios suplentes, pero luego el resultado desfavorable hizo que decidiera el ingreso de varios de sus mejores jugadores. Claro, nadie se quiere quedar afuera tan temprano en un torneo continental. Habrá que esperar para ver si los millonarios pueden dar vuelta la historia.