DEPORTES
sigue puntero

A Boca no lo frenan ni tres meses de parate

Le gano bien a Banfield, con dos goles de benedetto. Es el quinto triunfo consecutivo del equipo de Guillermo.

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Asi festeja el puntero. Benedetto y Centurión son pura energía. No es para menos: el triunfo en el Sur lo mantiene arriba. Y sin Carlitos Tevez. | Fotobaires
Dónde está Carlos Tevez? Si algunos hinchas de Boca estaban enojados con Carlitos por su viaje a China, por ese desplante millonario que muchos no entendieron, la vuelta del fútbol y el resultado de ayer contra Banfield en el Sur dosificaron ese sentimiento: porque el equipo de Guillermo Barros Schelotto no extrañó a Tevez ni un poco. Y porque esta versión 2017, es incluso mejor que la de 2016.
Si los ídolos se reemplazan con otros ídolos, anoche pudo haber sido una buena plataforma de lanzamiento para Darío Benedetto, el delantero que marcó los dos goles y resolvió el partido con su presencia. Una presencia, es cierto, que fue alimentada con la precisión colombiana de Fabra y de Wilmar Barrios.
En el principio, Banfield pasó de estar ganando –o casi ganando, porque el gol que festejaba Cvitanich nunca existió y se diluyó apenas el línea levantó la bandera– a quedar en desventaja. Entre una jugada y la otra, la que significó el gol de Boca, sólo hubo un minuto de diferencia.
Ese minuto, en el análisis global del partido, fue decisivo. Primero, porque el árbitro anuló un gol legítimo, aunque la decisión del línea se entiende: Bertolo salió a cabecear la pelota y estaba adelantado, pero el que finalmente cabeceó fue Cvitanich, en la misma línea que la defensa de Boca.
Luego de eso, y de la cara de “no puedo olvidarme de las escuchas de Angelici pidiendo que los árbitros se equivoquen siempre a favor de Boca” que puso Julio César Falcioni, el Xeneize se puso 1 a 0. Fue a través de una gran jugada del colombiano Fabra, que avanzó y rompió la defensa local por la izquierda, y tiró un centro preciso que Benedetto sólo tuvo que empujar.  
Fue un golpe en el resultado y también en lo anímico, aunque Banfield siguió intentando. Pudo haber empatado a los 19, pero la definición de Sperduti se encontró con una gran reacción de Rossi, que salvó sobre la línea.
Pero si en la primera parte el desarrollo del encuentro fue parejo, y Banfield podría haber tenido más suerte –o más pericia en la definición–, el complemento justificó el resultado final: fue ahí, en ese período, que Boca exhibió varias de sus mejores armas: las subidas de Fabra (que siguió llegando por izquierda), la rapidez de Pavón y la presencia goleadora de Benedetto. El delantero hizo el segundo de un modo parecido al primero (abajo del arco), y de un modo distinto al que lo caracteriza: porque siempre fue un jugador que se creó espacios, pero ahora –al menos anoche– aprovechó los huecos del rival: así lo hizo a los 18, luego de un buen pase de cabeza de Pavón y un centro quirúrgico de Wilmar Barrios. Para el final, acaso para opacar un poquito la noche, Sebastián Pérez vio una roja por una patada inexplicable. Lo bueno, igual, ya estaba hecho.