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Delfino, el basquetbolista del pase récord

El escolta de la selección jugará en Rusia. Cobrará u$s 30 millones por tres temporadas, una cifra récord en Europa. El sueño de la NBA.

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| Cedoc

Carlos Delfino se convirtió en el nuevo basquetbolista argentino récord. Es que luego de su impecable participación en los Juegos Olímpicos de Beijing, en donde alcanzó con la selección nacional la presea de bronce, firmó contrato con el Khimki de Rusia, equipo le pagará al jugador 30 millones de dólares por tres temporadas, el sueldo más alto de un basquetbolista en Europa.

El principio del pase. Delfino brilló en Beijing, y hasta Emanuel Ginóbili reconoció que la gastó durante la competencia. “Si Manu dijo eso me halaga un montón, porque tal vez venga del mejor jugador del torneo. Y sí, tal vez ha sido un campeonato consagratorio para mí, pero no lo tomo tan así porque soy joven y espero que mi consagración recién llegue a los 32 o 33 (risas)”, expresó con humildad Delfino en dialogo con el Diario Perfil.

Por más que esté aferrado al bronce y enamorado por la experiencia olímpica, Delfino sabe bien que llegó la hora de afrontar su nuevo desafío en Khimki. El nuevo capítulo de su vertiginosa carrera se desarrollará en Rusia, por pura y exclusiva decisión suya.

“Se movieron muy rápido por mí y yo necesitaba firmar con urgencia para poder jugar con la Selección. El mercado NBA estaba muy lento (N. de la R.: Detroit le ofrecía un contrato de 12 millones por tres temporadas) y Khimki apareció en el medio con una tremenda oferta que no pude rechazar”, explica.

Esa tremenda oferta que menciona, la que llevó a que dejara la NBA y liderara involuntariamente un éxodo sorpresivo de jugadores hacia Europa, es la que le permitirá ganar más que el mismísimo Ginóbili (cuyo salario sufre un agregado impositivo desfavorable) y ser el basquetbolista mejor pago de la historia del Viejo Continente: 10 millones de dólares por año durante tres temporadas.

Además, le prometieron casa aparte y hasta un chofer a disposición. Por las dudas, se anticipa y aclara de entrada: “Uno vale lo que le dan, pero no me creo más o menos por lo que gano”.

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