El adios del dueño la pelota

El capitán del Barcelona, Andrés Iniesta, confirmó ayer su salida del equipo al término de esta temporada porque siente que “no podría dar lo mejor” de sí en el futuro próximo y quiere acabar su carrera en lo más alto.

“Esta rueda de prensa es para hacer pública la decisión de que esta temporada es la última” en el Barcelona, dijo entre lágrimas.

“Si hubiese imaginado acabar mi etapa aquí, mi carrera aquí, creo que la forma hubiera sido esta, sintiéndome útil, sintiéndome importante, sintiéndome titular, con la opción de ganar títulos y las sensaciones positivas que he tenido durante todo este año”, agregó.

Símbolo de la época dorada del Barça, a la altura de Messi, y de la selección española, a la que hizo campeona del mundo en 2010, Iniesta da un giro a su carrera cuando todo parecía apuntar a que la acabaría en el club de su vida. En otoño pasado firmó un contrato “de por vida” con el club, pero tras 22 años vistiendo de azulgrana, 16 de ellos en la primera plantilla, considera que ya no puede seguir al nivel que requiere el Barcelona.

“En unos días cumpliré 34 años, me he exprimido al máximo por mi club, me he dejado el alma por este equipo, por este club, yo me conozco, sé como estoy... Y entiendo que de aquí en adelante, por motivos naturales, de ley de vida, todo iba a costar algo más”, explicó. No obstante, dejó claro que seguirá jugando al fútbol aunque no especificó dónde, remitiendo al final de temporada.

Iniesta se va del Barça tras 22 años en los que ha ganado cuatro Ligas de Campeones, tres Supercopas de Europa, tres Mundiales de Clubes, ocho Ligas españolas, siete Supercopas de España y seis Copas del Rey.

Se va en el momento justo

Ricardo Bochini, Ex futbolista de Independiente.

Colgar los botines es la decisión más difícil en la carrera de todo futbolista, porque hay que saber hacerlo a tiempo, como lo hizo Iniesta: se va en el momento justo, con toda la gloria y por la puerta grande del Barcelona, uno de los mejores equipos de los últimos tiempos.

Yo lo vi jugar muchísimos partidos con la camiseta del Barcelona y con la de la selección de España, y para mí es un honor y una satisfacción que tanto Messi como Mascherano y el Checho Batista lo comparen conmigo. Futbolísticamente, los dos tenemos un estilo de juego muy parecido que pasa por gambetear, eludir rivales, tocar de primera, tirar paredes, meter pases de gol y, sobre todo, hacer goles, que es lo más lindo del fútbol. Además, los dos tuvimos la enorme fortuna de jugar al lado de verdaderos cracks: a mí en Independiente me tocó hacerlo con Burruchaga, Marangoni y Giusti, mientras que él en Barcelona jugó junto a Xavi, Busquets y Messi. Cada equipo en su época brilló por la jerarquía de sus jugadores y del fútbol vistoso que desplegaba y que le dio muchísimas satisfacciones a sus hinchas: tanto el Independiente del que formé parte como el Barça de Iniesta se cansaron de ganar copas internacionales. Pero eso no es mérito de un solo jugador sino de todo el equipo, que acompaña haciendo cada cual lo suyo.

Aunque seguramente Messi y toda España lo van a extrañar, porque Iniesta no solo fue uno de los grandes socios de Messi sino que marcó un antes y un después en el fútbol español, posiblemente Barcelona ya debe tener en carpeta a su sucesor, que de por sí tendrá una tarea doblemente complicada: jugar al lado de Messi y ganarse el corazón de los hinchas. Si finalmente Iniesta decide ir a jugar a China, aunque lo haga a media máquina, se va a hacer un picnic y seguirá divirtiéndose como lo hizo todos estos años en el Barça. Le deseo la mejor de las suertes y aspiro a que algún día tengamos la oportunidad de conocernos personalmente.