Como hace una semana, Avellaneda vuelve a arder por su clásico, aunque en esta oportunidad el fuego se traslade a la vereda de enfrente, más precisamete al Cilindro, donde a diferencia del domingo pasado, habrá celeste y blanco por todos lados en vez de rojo, y donde la clasificación a la próxima Libertadores parece a flor de piel para Racing, tras la apreciable ventaja que sacó en territorio enemigo. Un triunfo tan justo en el balance como desahogado por la racha interrumpida de 14 años sin ganar en una cancha históricamente hostil. Sellar la clasificación a la Copa Libertadores puede ser, además, la frutilla del postre para la despedida de Digo Cocca como entrenador del equipo, en busca de nuevos rumbos. Esa victoria de Racing con los goles de Bou y Romero marcó a fuego la grieta con la que ambos equipos vivieron la previa del choque de esta tarde. Mientras que en el campamento de la Academia todo es tranquilidad y confianza mesurada en base al pefil bajo, en el Rojo asomaron los contratiempos, las convicciones no están tan firmes como cuando la mano de Pellegrini empezaba a moldear un equipo con expectativas y ya no extrañan algunas críticas solapadas a su trabajo, que en un gesto que bien revela su malestar, interrumpió la práctica del viernes, disgustado por la actitud de algunos jugadores. La duda es qué partido propondrá Independiente, sabiendo que su urgencia por achicar las diferencias de entrada mediante un ataque sostenido puede hacerlo desproteger y dejar espacios que jugadores como Diego Milito y Bou aprovecharían para asestar un golpe letal. Justamente Milito es una de las vueltas confirmadas en Racing, en lugar del paraguayo Romero, y hay dos dudas respecto del equipo del domingo pasado: Leandro Grimi y Gastón Díaz, con molestias, serían reemplazados por Germán Voboril y y el uruguayo Washington Camacho respectivamente. En Independiente, Federico Mancuello o Juan Manuel Trejo se reparten chances para jugar por el sector izquierdo del medio campo en lugar de Matías Pisano. Además, Jesús Méndez entrará por el uruguayo suspendido, Diego Martín Rodríguez, y Juan Martín Lucerolo hará por el uruguayo Cristian Rodríguez, lesionado. Las cartas, echadas: Avellaneda tiene un solo lugar para la Libertadres. Al perdedor le queda el consuelo de la Sudamericana.
