DEPORTES
Danilo Rinaldi

For export: hasta en la peor selección del mundo hay un jugador argentino

San Marino está último en el ranking de la FIFA. Ayer perdió 8-0 contra Inglaterra. “Me gustaría ganar partidos”, confiesa el nicoleño.

Diferencias. La lleva Defoe ante la mirada impotente de Della Valle. No hubo partido, sino un monólogo inglés sin ninguna piedad.
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A nadie le sorprendió que San Marino haya perdido ayer con Inglaterra por 8 a 0. De hecho, una diferencia de dos o tres goles hubiera sido lo más cercano a un triunfo moral. Es que no es nada sencillo andar por la vida con el cartel que hace años le colgó el ranking de la FIFA: “La peor selección del mundo”. Y allí, entre los defenestrados, un argentino: Danilo Rinaldi, sangre sanmarinense, el 10 en la espalda.
En San Marino, cualquier victoria sería suficiente para que se sientan gravitar en un rincón de la galaxia. Si todavía recuerdan el gol del ya prócer deportivo Andy Selva que le dio el único triunfo en la historia: 1-0 a Liechtenstein. Y ocurrió en 2004.

“El tema no es cuando nos hacen dos o tres, sino el primero. Ahí es cuando cambia totalmente la mentalidad y se desmorona todo el equipo”, confiesa Rinaldi, quien además dice con gracia que el plantel no acude a sesiones de diván porque “el psicólogo ya estaría muerto o jugando al fútbol con nosotros”.

Mientras el argentino-sanmarinense goza su oportunidad, sus compañeros la padecen. “No disfrutan porque entran pensando en que van a sufrir. Es así. En Wembley, la noche anterior ya decían ‘perdemos ocho a cero’; yo, en cambio, decía ‘¡mirá donde voy a jugar mañana!’”, relata. Y ahonda: “Discutimos muchas veces, si sabés que vas a perder, por lo menos tocá la pelota, no tires pelotazos. ¡Pero si el arquero la puede tirar afuera, la tira!”, explica con cierto fastidio el volante.

Con una superficie de 61 kilómetros cuadrados que puede atravesarse en automóvil en menos de una hora, y con 30 mil habitantes que podrían caber en el Florencio Sola de Banfield e incluso dejar libres algunas butacas, es comprensible que para San Marino sea complicado armar un equipo digno de competir en las altas esferas del fútbol europeo.

Según el Ranking FIFA, San Marino ocupa el puesto 207, con Bután y las islas Turcas y Caicos. Y en San Marino se asumen como la peor selección. “Es la realidad, los resultados lo marcan así”, responde Rinaldi con tintes de resignación, aunque considera que su equipo está en la misma línea de otros que naufragan en la clasificación del ente máximo del fútbol.

Aun así, San Marino hizo historia: anotó el gol más rápido en Eliminatorias. Fue en 1993 ante Inglaterra, por obra de Davide Gualtieri a los 8,3 segundos y sostuvo la victoria hasta los 21 minutos. Luego perdería 7 a 1. Pero a casi 20 años se recuerda ese episodio como uno de los grandes hitos del fútbol de ese diminuto país.

Delivery internacional. Antes de partir a Europa, Rinaldi jugaba para La Emilia en el Argentino B y repartía pollos en moto. Cuando quedó libre del club de San Nicolás viajó a la tierra natal de su abuelo paterno con su primo, quien lo impulsó para que llegara al Società Sportiva Virtus. “Generalmente acá la gente tiene mucha plata. Cuando llegué a la Selección me tenía que pasar a buscar el masajista porque yo no tenía con qué ir y capaz los otros pibes caían con el último Audi o BMW”, relata sonriente el nicoleño de 27 años que vive en Borgo Maggiore.

Danilo vive con su hermano Federico. Los dos trabajan juntos y juegan para La Fiorita. Pero Danilo, el mayor de los Rinaldi, ayer sumó su noveno partido y registra un gol de penal con la camiseta azul en un 2-3 frente a Malta.
Las metas del 10 son cortas. “Me gustaría poder ganar partidos. Cuando entro a la cancha, disfruto cada momento al enfrentar a grandes jugadores”, expresa sin pensar demasiado en cómo medir el éxito al ser parte de uno de los seleccionados más derrotados del planeta. Aunque lanza una promesa audaz: “Ya vamos a mejorar y ganar”.