El celeste parece ser el color que une a todos los que esperan el partido de hoy en Marsella. En el Viejo Puerto, las banderas y camisetas argentinas se entremezclan con las blancas y celestes del Olympique local. Muchos franceses que se pasean por la zona gritan a favor de Argentina. Los hinchas de ambos países hasta se mezclan para sacarse fotos. La amistad parece ser el rasgo saliente por lo menos hasta que comience el juego.
Hace casi 20 años, Maradona estuvo a punto de ser jugador del Olympique. Aunque la transferencia nunca se concretó, el deseo de Diego de mudarse a Marsella quedó grabado en muchos habitantes de aquí, que adoran al hoy técnico de la Selección y a su equipo. Los colores similares entre la camiseta argentina y la del Olympique, celestes y blancas ambas, más la bronca de muchos hinchas locales hacia el técnico galo Raymond Domenech ante el pobre juego de su equipo, hace que muchos franceses vean con agrado a la Selección Argentina.
Bajo el cielo también celeste y el fuerte viento, los argentinos se dejan ver en gran número alrededor de toda la ciudad. Con los veleros como fondo y en medio de los puestos de venta de pescado del Viejo Puerto, se distinguen camisetas de la Selección, Boca, River, Belgrano y Aldosivi. Los cantos de aliento y los bombos sirven como música de fondo. También los argentinos se hacen notar sobre la peatonal y en el iglesia de Notre Dame.
Si hasta ayer el clima previo parecía centrarse en los medios, hoy es la calle la que refleja la expectativa. En pleno centro Marsella, un bar muestra en la puerta las banderas de Francia y Argentina, anunciando la transmisión del partido. A pocas cuadras, un auto repleto de hinchas argentinos se pasea alentando a la Selección y flameando banderas albicelestes.
En el medio, quedan las historias de los argentinos emigrados que recorrieron cientos de kilómetros para al menos sentirse un rato más cerca de su patria. La historia de Luciano, que llegó desde Stuttgart, Alemania, y luce orgulloso su camiseta de Gimnasia (LP). El viaje de Gustavo, cordobés que llegó desde Alicante, España, y se pasea con su remera de Belgrano. Las ganas de Crisitian, marplatense residente en San Sebastián, España, que recorre las calles intentando conseguir una entrada para el partido. Cerca de las 17 hora local llegará el micro especialmente fletado desde Barcelona, que viene repleto de hinchas argentinos. Poco después, la caravana de hinchas saldrá desde el puerto hacia el estadio Vélodrome soñando con una victoria argentina.
(*) especial para Perfil.com
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