Gisella Vega, la pivote del seleccionado femenino de básquet se convirtió, en esta primera fase del
Mundial del Básquet Femenino, en el arma ofensiva fundamental del equipo que dirige Eduardo Pinto.
La jugadora que juega en Ollis Soller, de la segunda división de la Liga de España, promedió
22 puntos en 3 partidos.
Para los que no conocen mucho el deporte, el lucimiento en ataque resulta ser lo más vistoso,
sin embargo los entendidos saben, que el factor primordial para alcanzar los grandes logros está en
lo defensivo. De esto parece entender la entrerriana que manifestó “la clave de todo esto fue
la defensa”.
Asimismo, la jugadora destacó que su principal interés está en el éxito del conjunto,
desvinculándose así del cualquier postura ególatra.
“Ojalá las cosas le salgan bien al equipo y no a mí puntualmente”. A la vez
agregó que “si en un torneo de este nivel, uno le da prioridad a lo individual se está
equivocando”.
La pívot (posición cercana al aro), más allá de su importante papel a la hora de convertir,
tuvo en esta primera fase, un promedio de 9 rebotes por juego, por lo que demuestra, de esta forma,
su compromiso con el esfuerzo en la marca.
Vega expresó que ,como la actitud para defender fue “excelente”, pudieron
“neutralizar las diferencias físicas y técnicas con otros equipos”, añadió Gisella.
Tanto el plantel como la jugadora saben que la segunda fase que comienza mañana, es una tarea
complicada.
“Trataremos de hacer partido a todas, y nuestro rivales saber que para ganarnos se van
a tener que esforzar”. Y adjuntó “Canadá y Lituania aparecen como los rivales a los que
tenemos que ganarles si queremos meternos entre los 8 primeros sin depender de otros
resultados”, confió la pivot.