DEPORTES
nepotismo ilustrado

Humbertito tiene un plan: ser el hijo de Grondona

La clasificación de la Sub 17 al Mundial le dará más poderes en la Selección, a pesar de su mala gestión como manager. Perfil de un excéntrico temido en la AFA.

En San Luis. Al mando de la Selección sub 17 logró lo que no se pudo con la sub 20 de Trobbiani en Mendoza, en enero: ir al Mundial.
|

Humberto Grondona es el padre de la criatura. O el hijo. Humberto es el hijo de Julio que, se sabe, es el padre de la criatura. El trabalenguas evidencia el nepotismo de AFA. Una de las últimas pruebas es la designación de Humberto como entrenador de la Sub 17; la autodesignación.

La decisión del DT, también coordinador de las Selecciones juveniles, sólo fue consensuada con el presidente de AFA. La insólita jugada fue en el contexto del fracaso del sub 20 en enero, del que Humberto también formó parte. El equipo de Marcelo Trobbiani se quedó afuera en la fase de grupos del Sudamericano disputado en Argentina. Una vez eliminada la Selección, Humberto decidió dejar de ser “generoso”, como él mismo se calificó en una entrevista al programa Estudio Fútbol, en esos días. El supuesto altruismo lo tradujo en haber delegado lo que sentía como propio: ocupar el cargo de entrenador. Trobbiani fue elegido a dedo por Humberto. Contar detalles de cómo llegó no sería más esclarecedor que las palabras del DT luego despedido. “Yo vivía en España, vine a Buenos Aires a vender un inmueble, pasé a saludar a los muchachos por Ezeiza, ellos sabían de mi trabajo allá y se dio”, le dijo a la revista El Gráfico. Sin un recorrido surcado por el prestigio, ni la presentación de un proyecto ni la acumulación de resultados rutilantes, accedió al cargo que alguna vez ocupó José Pekerman. Humberto lo había hecho.

Nicolás Russo, secretario de Seleccciones juveniles, ayer confirmó que “Humberto Grondona tendrá un rol preponderante en la reestructuración de divisiones menores de AFA”. Con la clasificación consumada de la Sub 17 al Mundial de Emiratos Arabes, una voz oficial legitimó al hijo de Julio. El protagonismo al que se refirió el ex presidente de Lanús es un eufemismo. Dicho sin rodeos: Humberto será el DT de la Sub 20, a partir de diciembre.

Señalado como soberbio por los dirigentes que recorren los pasillos de AFA, el hombre al que nadie le dice que “no” propició un papelón el día posterior al empate 3 a 3 de Argentina y Uruguay. “Prefiero ir al Mundial y no ganar el Fair Play”, soltó su mensaje. Los jugadores argentinos habían provocado con cargadas a los uruguayos, tras un gol en el final. “Reaccionaron, tienen sangre, eso es bueno”, los excusó el DT.

Ya relajado por la obtención del pasaje al Mundial, dirigió una frase que marca sus modos exagerados: “Estos chicos quizá sean los hijos varones que no tengo”. Palabras publicadas en la web de la AFA. Luego de las agresiones sufridas, el presidente de la delegación uruguaya, Carlos Andrealo, se quejó: “Creo que el problema se genera porque ellos venían con mucha presión, porque el fútbol juvenil argentino no está en un buen momento. Entonces, al final se descargaron. Pero después, cuando nos estábamos yendo nos vinieron a agredir. Si no estaba la policía, que actuó muy bien, nos mataban”. Entre esas declaraciones al diario uruguayo El Observador, Andrealo sentenció: “Los pibes estaban descontrolados porque son la imagen del anormal del hijo de Grondona”. Carlos Bilardo cumple un rol testimonial, según confían a PERFIL dirigentes cercanos a Grondona padre. El coordinador de Selecciones nacionales, que llegó al cargo por pedido de Humberto a su padre, no viajó a San Luis para acompañar al equipo. Pero mientras veía las imágenes ante Uruguay por televisión llamó por teléfono a alguien de la delegación. Ficción o realidad, dicen que le pidió a su interlocutor que se metiera en la cancha y abrazara al árbitro. Un papelón para evitar el papelón. 
Ni Humberto ni sus antecesores frecuentan las canchas donde se jugaban partidos de inferiores. “Eso lo hacían Pekerman y Tocalli; después, ya no pasó”, se queja en off un dirigente de un club de Primera. Y apunta: “Nadie dice nada porque es el hijo de Julio. Además, con él no se puede hablar: es un tipo jodido para relacionarse”. Humberto no acepta consejos y busca auxiliares que no lo opaquen. En el Sub 17 lo secunda Miguel Angel Lemme, “el amuleto de Bilardo”, como lo define otro dirigente de la AFA. Esa casa en la que Humberto a veces es el padre y a veces es el hijo.

 

Todos miran para otro lado
*Andrés Eliceche

La Selección no le importa a nadie. Lo confirmó Nicolás Russo ayer, cuando dijo que Humberto Grondona tendrá “un rol preponderante” en la nueva estructura del fútbol juvenil. El ex dirigente de Lanús, se nota, ya olvidó la responsabilidad del hijo del jefe en la gestión actual.

Nada queda de lo que construyeron Pekerman y Tocalli durante 13 años gloriosos: ni la carpetita que llevó José  a la AFA en 1994 con su proyecto, el mismo que terminó gestando una revolución. Hoy no existe un seguimiento metódico de los chicos en los torneos de la AFA, ni una planificación cuidada de las giras y los amistosos, ni una escala de valores que antes dejaba afuera a los que se portaban mal. En este tiempo de resultados nefastos en continuado, llegar a un Mundial juvenil se toma como un éxito. Algo de eso expresó Russo, que ponderó la clasificación de la Sub 17 por encima de lo demás, fracaso de la Generación del 86 incluido.

Pero qué les importa a los dirigentes; creen que el prestigio de la Selección se juega sólo cuando Messi entra a la cancha con la camiseta de la Mayor. A ellos, la vida les va en si la pelotita entra el domingo, a ver si así consiguen que los reelijan en su club a fin de año.  Y entonces todo da igual. Y hasta se animan a ratificar a un jefe de gabinete más flojo de papeles que la Ferrari de Fariña.