Las hinchadas enojadas pueden resultar impredecibles en todas partes del mundo. Los 10 jugadores
brasileños que integran el plantel del club polaco de primera división Pogon Szczecin fueron blanco
de
un sinfín de insultos de tinte racista y hasta les apuntaron con
¡bananas! durante un encuentro disputado ayer contra Lechia Gdansk por la Copa de Polonia.
Frente a la exacerbada reacción del público europeo, el Pogon Szczecin anunció que
presentará una queja ante la Federación Nacional y la FIFA
por los incidentes ocurridos en el encuentro, que el equipo vapuleado ganó por 2-0 sobre el Lechia
Gdansk.
“Esperamos tener el respaldo de otros clubes polacos que
utilizan jugadores extranjeros", afirmó el portavoz del clib Pogon Szczecin, Piotr
Baranowski.
El episodio fue descrito por el vocero de la policía de Gdansk, Danuta Wolk-Kareczewska, que
comentó que "había unos 300 'hooligans' en las tribunas. Cuando los jugadores salieron a la cancha,
ellos comenzaron a arrojar bananas. Lo hicieron de nuevo 20 minutos más tarde, y durante todo el
partido imitaban a monos y gritaban consignas fascistas". Insólito.
A pesar de lo anecdótico de la lluvia frutal, que no por eso es menos grave, lo inadmisible
es el costado racista, xenófobo y discriminatorio del episodio. Frente a esto, Baranowski sostuvo
que "es necesario que permanezcamos unidos para los atletas entiendan que la sociedad polaca es
firmemente contraria a este tipo de actos".
En tanto, el presidente del club Lechia Gdansk, Blazej Jenek, dijo a la prensa que el club
adoptará medidas especiales para evitar que los incidentes se repitan.
"Probablemente seremos multados por la FIFA, pero por sobre todas
las cosas vamos ahora a adoptar medidas preventivas para que no se repitan estos
incidentes", dijo Jenek.