DEPORTES
empate en la bombonera

La copa Libertadores es la obsesion

Guillermo presentó un Boca alternativo para enfrentar a Central. Aunque manejo la pelota, le faltó profundidad. Sobre el final el partido se puso intenso, pero no pudieron salir del cero.

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No se dieron ventaja. Ni Parot ni Cardona brillaron. Boca trató de controlar los espacios, pero no llegó con claridad al arco de Zampedri. | fotobaires

El mundo Boca está obsesionado con ganar la Libertadores. Por eso, pensando en el partido de ida del próximo miércoles ante Palmeiras en la Bombonera por las semifinales de la Copa, para enfrentar a un Rosario Central que venía de una derrota por 4-0 ante Unión, el mellizo Guillermo Barros Schelotto optó por poner en cancha un equipo alternativo, al que le sumó algunas figuras como Fernando Gago, Mauro Zárate y Darío Benedetto.

Con Cardona por izquierda, Villa por derecha y Benedetto bien de punta, Boca salió a llevárselo por delante a Rosario que replegó aún más el ya de por sí mezquino 4-4-1-1 que dispuso el Patón Bauza, dando la misma pálida imagen de los últimos partidos. Sin embargo, la primera clara fue para el Canalla: a los 7 minutos con un zurdazo desde fuera del área de Camacho, que se fue cerca del palo izquierdo de Rossi.

Boca era el que tenía la pelota, con un Gago que aparecía a cuentagotas, pero no inquietaba a Jeremías Ledesma, a punto tal que la única situación clara de gol que generó en el primer tiempo fue a traves de un tiro libre de Cardona, a los 28, que se fue muy por arriba del horizontal de1 1 visitante. parado para la contra, Central respondió con algunas llegadas de riesgo más cuando Camacho se volcó a la derecha y pudo asociarse con un Lovera muy movedizo y un Ortigoza que alternó más malas que buenas. A los 34, en la gran tapada del partido, Rossi desvió magistralmente al córner un tremendo zapatazo de Zampedri que llevaba destino de red.

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En el arranque del complemento, Ortiz casi enmudece a La Bombonera con un cabezazo de pique al piso que encontró una gran respuesta del arquero xeneize y, un par de minutos más tarde, Parot se devoró un gol cantado.

Con un Boca inexpresivo y carente de ideas de mitad de la cancha hacia adelante, todo pasaba por lo poco que proponía Central y, así el partido cayó en un pozo. Aunque en un final intenso, Carrizo, en dos oportunidades para el Canalla, y Tévez y Pérez, para el xeneize, estuvieron a punto de sacarlo. Pero se acordaron demasiado tarde.