DEPORTES

La misión imposible de Nizzardo

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Mónica Nizzardo dio batalla contra la violencia desde la ONG Salvemos al Fútbol hasta que no aguantó más. A través de una carta publicada en septiembre de 2012, explicó: “Me tomé esa pausa necesaria que uno debe hacerse cada tanto, para contemplarse, sin la rutina diaria y desde esa distancia, para decidir cómo seguir. Hoy confirmo lo que muchos trataron de explicarme pero que yo no estaba en condiciones de escuchar: ‘La violencia en el fútbol no tiene solución’. La perversidad del fútbol argentino es extrema, todos la reconocen, pero como si se tratara de una enfermedad terminal, sin cura, donde en vez de buscar un antídoto, tratan de vivir con ella. Las justificaciones que da cada uno para no reconocer su complicidad con este sistema nefasto de contactos y relaciones que antepone los intereses personales –económicos y políticos– por sobre la transparencia de las instituciones, y mismo por sobre la vida humana, son increíbles”.

Más adelante, Nizzardo apuntó a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner: “CFK minimizó la violencia del fútbol, desligando la responsabilidad de los problemas de las tribunas a los árbitros y metiendo en la misma bolsa a los amantes del fútbol y a los delincuentes del fútbol, confundiendo fanatismo con negocios espurios. No puedo creer que sus términos fueran inocentes, sino más bien que tenían un interlocutor directo: el Sr. Cantero, sentado frente a ella, en primera fila junto a Grondona, ubicación tampoco nada casual”.

Nizzardo cerró su carta con un dejo de resignación: “Debo agradecer a los que cada día hacen saber que este tipo de luchas como las de SAF son necesarias, así lo sigo creyendo, pero lamentablemente me cansé. Está comprobado que una lucha sin intereses políticos ni económicos es dura, pero posible, así que aquel que quiera dar una mano que se sume a SAF. Yo les deseo mucha suerte”.