Finalmente, el sueño de toda la gente de Boca se cumplirá:
por seis meses, Juan Román Riquelme volverá a vestir la camiseta xeneize. El
préstamo se destrabó al aceptar el jugador la propuesta del club español de cederlo por medio año y
no por uno entero como el futbolista pretendía.
En principio, el mediocampista no estaba dispuesto a retornar por menos de una
temporada, por lo que la operación parecía caerse irremediablemente pese al acuerdo al que ya
habían llegado los clubes para que Román jugara el Clausura con el conjunto boquense a cambio de
1,9 millones de dólares.
Sin embargo, ante la insistencia de Mauricio Macri por lograr su retorno y la gris
perspectiva que se le presentaba en caso de continuar en el Villarreal, donde no es tenido en
cuenta siquiera para integrar el banco de suplentes, Riquelme decidió aceptar la idea del club
español de cederlo por seis meses a la entidad que él eligiera.
Cabe recordar que el volante, de 28 años, quedó afuera de la alineación del Villarreal a
inicios del año por decisión del entrenador del club, el chileno
Manuel Pellegrini, y recientemente habría rechazado varias propuestas para jugar
en clubes europeos y de Qatar, según la prensa española.
Justamente esas negativas, sumadas a la tardanza del jugador en retornar de sus vacaciones
que motivara la decisión del DT de separarlo del plantel, habían colmado la paciencia del
presidente del Villarreal,
Francisco Roig. Sin el menor ánimo de continuar viendo a Riquelme en las
tribunas de los estadios españoles, el dirigente había decidido cortar por lo sano ofreciéndolo a
Boca por seis meses a cambio de casi dos millones de dólares.
Aceptada la propuesta por parte de Boca, todo parecía indicar que el pase se concretaría.
Pero Riquelme dijo que si volvía a la Argentina no lo iba a hacer por menos de un año, y desde el
club ibérico le contestaron con furia dando por cerradas las negociaciones.
Este miércoles, sin embargo, el jugador cambió de actitud y se lo hizo saber a los dirigentes
del Villarreal, que aún molestos retomaron las conversaciones con Boca y arribaron a un
acuerdo definitivo para el préstamo.
De esta manera, terminó con final feliz la larga búsqueda que Boca venía encarando para
conseguir el enganche reclamado por el DT
Miguel Angel Russo, quien primero apuntara sin éxito a conseguir la repatriación
de
Leandro Gracián desde el Monterrey de México.