River lo gano de puro cabezon

El gol que anoche le dio a River el triunfo contra Rafaela fue una perfecta síntesis de su juego, de lo que ofreció durante gran parte del partido: un tiro libre de Andrés D’Alessandro que pegó en la barrera, descolocó al arquero Hoyos y entró a su arco. Fútbol carambola. Faltaban apenas 12 minutos para el final, el equipo de Gallardo no jugaba bien, pero encontró de esa manera, el desahogo que buscaba.
 
River nunca se sintió cómodo con el planteo de Rafaela, y debió recurrir a lo que recurren los equipos que no conectan ni sus líneas ni sus jugadores: los tiros de media distancia. El mejor, en la primera parte, fue uno del Pity Martínez, que salió apenas arriba.

Rafaela, que tampoco intimidaba con su planteo –un planteo, fiel al estilo de Llop, que apela a la disciplina táctica más que a la audacia–, tuvo la más clara, y dos veces en una misma jugada. Fue a los 44 minutos, cuando Batalla sacó un tiro a quemarropa de Costa, que le pateó a dos metros de distancia. Luego, el rebote le quedó a Luna, que probó de vuelta: la pelota salió apenas afuera.

En el complemento, como pasa muchas veces, hubo un replanteo, otra manera de abordar el partido. Influyó, por supuesto, la necesidad de River de sumar puntos como local y no alejarse de los de arriba. La gente, en ese sentido, ayudó. Y el equipo de Gallardo, sin jugar bien, empezó a arrimarse. Lo hizo, otra vez, con tiros desde afuera, como el D’Alessandro, a los 26. Hasta que el mismo D’Alessandro, con un tiro libre y la ayuda de la suerte, rompió el cero e hizo festejar al Monumental. No por el juego, pero sí por los tres puntos.