Serena Williams criticó a quienes la tildaron de “gorda”

Serena es robusta, grandota, alguna abuela diría con algo de ironía "está bien alimentada", y su contricante de ayer, María Sharapova, tiene el perfil de una modelo de Pancho Dotto, desfilando por los courts sus 90-60-90 . Sin embargo, mal que le pese a toda la prensa machista que tildó a la estadounidese de "gorda", la Williams se dio el gusto de aplastar a la rusa con un contudente 6-1 y 6-2.

Y no contenta con el triunfo, durante la ronda de prensa, donde se presentó con un vestido blanco y un suculento sándwich entre las manos, despotricó contra todos aquellos que dieron cuenta maliciosamente de sus kilos de más: "Se lo dedico a los que se rieron de mi peso", sentenció.

La estadounidense Serena Williams, que ayer ganó el Abierto de tenis de Australia, se manisfestó indignada por las críticas sobre su peso que algunos hicieron antes del primer Gran Slam de la temporada. "Es intolerable", exclamó escandalizada por esas críticas.

De vuelta a su mejor nivel aplastando en la final a la nueva número 1 mundial, la menor de las hermanas Williams estaba encantada de haber desmentido a quienes aseguraban que estaba demasiado gorda.

"Me he mirado en el espejo hoy y mi cadera sigue midiendo 71 centímetros. Creo que todo esto viene del hecho de que tenga pecho y un buen trasero. Pues sí, lo tengo y siempre pareceré más imponente que el resto de las chicas", se defendió Serena.

 "Peso exactamente lo mismo desde hace no sé cuánto tiempo. Podría perder nueve kilos y seguiría teniendo estas tetas y este trasero. Es así y eso es todo", insistió.

Según la guía oficial de la WTA, Serena Williams pesa 61 kilos y mide 1,75 m. "Estoy sin la menor duda en forma. Estaba en forma desde el primer día del torneo", concluyó.

Williams volvió con todo, tras vivir situaciones dramáticas, como el asesinato de su hermana, a quién le dedicó con lágrimas el triunfo, y un jucio oral que llevó adelante contra su padre por manejos comerciales deshonestos.