DOMINGO
El poder de la AFA y la corrupcin de la FIFA

La pelota sí se mancha

En medio del juicio que tiene en vilo al fútbol mundial, con nuevos pedidos de detención para dirigentes argentinos, la elección del presidente de la AFA también generó un escándalo. En Pasó de todo, Alejandro Casar González analiza la relación entre el deporte y la política, con la sombra de Julio Grondona manejando los hilos de la FIFA. Relatores militantes, pautas millonarias y manejos poco claros.

Problemas. Blatter y Grondona eran la dupla más poderosa de la FIFA. Desde la muerte del presidente de la AFA, las denuncias por corrupción salpican al mundo del fútbol.  Tinelli y Segura no logran ev
| Cedoc

El caldo de cultivo para la operación Fútbol para todos fue la situación económica de los clubes y los atrasos con los futbolistas.
El 27 de julio de 2009, la AFA resolvió una especie de lockout patronal: la mesa directiva de la B Metropolitana (categoría transmitida por TyC Sports, que entonces acumulaba deudas por 2,1 millones de pesos con sus futbolistas) postergó el inicio de su torneo, programado para el primer fin de semana de agosto. Al día siguiente, en su habitual reunión de los martes, el comité ejecutivo de la AFA refrendó la decisión y la amplió para todas las categorías: “Todos los torneos están pospuestos”, informó su vocero, Ernesto Cherquis Bialo.
La pelota estaba detenida por, al menos, quince días. Los dirigentes tenían ese plazo para encontrarle una solución a la encrucijada de las deudas.
“No es que la AFA no reparta plata, sino que ya no tiene más para repartir”, había adelantado ese día Julio Grondona en TyC Sports. Y agregó: “Se puede solucionar en un día, en dos o en varias semanas.
Hay que poner las cosas en orden. Todo tiene un límite”. Mientas decía esto, la cabeza de Grondona pensaba en dos salidas: reflotar su vieja idea del llamado Prode bancado (para lo cual necesitaba el visto bueno del Estado, a través de la Lotería Nacional), o conseguir que TSC pusiera más dinero. En caso negativo, rescindir el contrato que vencía en 2014 y buscar la manera de tener otro socio comercial. En este punto, los dirigentes ya se
habían puesto de acuerdo: con TSC o sin ella, la TV debía pagar más. A sus 77 años, Grondona estaba lejos de ser un jubilado: tenía más trabajo en la AFA que como vicepresidente de la FIFA.

Héctor Domínguez, ex presidente de Gimnasia (La Plata) y asesor del presidente de la AFA, afirmó sobre el Prode bancado: “Para nosotros es una fuente importante de recursos. Lo que no hace el Estado, lo hace el juego ilegal”, contó en una entrevista con Clarín.  Domínguez, conocido en el mundo del fútbol como “El Negro”, añadió: “Con el Prode actual cobramos unos $ 40 mil por mes, en un mes bueno. Con el nuevo podrían recaudarse US$ 500 millones por año. Y al fútbol le quedarían alrededor de treinta o 35 millones, el 6% del neto”. La divisa estadounidense cotizaba el
27 de julio de 2009 a 3,79 pesos para la compra, por lo que el Prode bancado hubiese dejado en las arcas de la AFA alrededor de 132 millones de pesos al año. Sumados a los 268 millones que ofrecía TSC, la casa del fútbol hubiera facturado 400 millones de pesos. A juzgar por los números, el juego online no aportaba la solución final para el problema, sino apenas un paliativo importante.
Entonces, todos los caminos conducían a TSC. La AFA había dispuesto el cese de actividades por quince días para ganar tiempo. “Vamos a realizar una negociación inteligente y conveniente, que no se puede llevar a cabo esta semana en razón de que las personas involucradas no están en el país”,declaró Cherquis Bialo, el vocero del fútbol argentino. Los principales ejecutivos de TSC estaban de viaje. (...)

La AFA hace los deberes

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El miércoles 5, TSC decidió blanquear su estrategia en los medios. “La televisión no será más la vaca lechera que ordeñan los clubes”, dijo Marcelo Bombau, presidente de TyC en Radio del Plata. “En las negociaciones con la AFA nos dijeron que el campeonato no empieza. Nos piden más dinero, pero son números inaccesibles para la empresa. Cuando se firma un contrato, los clubes saben lo que van a cobrar, pero si después empiezan a gastar de más, eso termina mal. No puede ser que el abonado (de la TV por cable) tenga que pagarles un subsidio a los clubes”, fustigó Bombau. La AFA ya tenía los cheques de TSC de las cuotas de agosto, septiembre y octubre, más la promesa del adelanto de cuarenta millones de pesos que la empresa le había ofrecido. En total, había 85 millones que podían haberse usado en ese momento para pagar deudas y oxigenar las arcas de los clubes.
Grondona le contestó a Bombau vía internet. La página web de la AFA alojó un comunicado que llevaba por título la frase: “La AFA no presiona; decide sus políticas”. En el texto, la entidad culpaba a la baja en las ventas de futbolistas por la acuciante situación económica, y reafirmó su decisión de negociar un aumento en el dinero que recibía de la TV.
Luego de aprobar la publicación del comunicado, Grondona cumplió con su parte. Y preparó el escenario para lo que se resolvería la semana siguiente: la rescisión del contrato con TSC. Para eso, llamó a varios dirigentes de su círculo más íntimo y les contó de la oferta del Gobierno. Les habló de los 600 millones de pesos. Y hasta imaginó cómo sería el acto de presentación en Ezeiza, con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Diego Maradona. Del otro lado de la línea lo escucharon, asintieron y comprometieron su presencia en la reunión de Ezeiza. Algunos lo hicieron sin ni siquiera consultarlo con su comisión directiva. Estaba decidido: el contrato con TSC tenía fecha de vencimiento. Sólo había que resolver los vericuetos legales.

Para entonces, el equipo de abogados de la Afsca trabajaba contra reloj (por orden de Mariotto) para explorar los agujeros negros del convenio
AFA-TSC. Y definir si una eventual intromisión del Estado tendría consecuencias desagradables en el futuro, o no. “La AFA necesita una empresa televisiva cualquiera. Ellos (por TSC) necesitan a la AFA”, contó un dirigente al diario Crítica. La fuente avanzó aún más: “Todos los contratos son rescindibles. Hay lugares por donde se puede terminar el vínculo”. El paradigma de las transmisiones televisivas estaba a punto de transformarse para siempre.
El viernes 7, Grondona honró su relación con Torneos. Como para que quedara claro que el problema no era con la productora sino con su socio (Clarín) en TSC, el presidente de la AFA marcó el número de Bombau. “Esto no es con ustedes. ¿Por qué no se separan de Clarín y se hacen cargo ustedes de la producción de los partidos?”, ofreció. Por toda respuesta encontró un “No, gracias”. “Estamos en una sociedad, no me voy a separar de un socio porque sí, por un capricho, y por una decisión que se nos quiere imponer violentamente”, le dijo Bombau, según contó el ejecutivo en Radio Continental. Si Clarín se hundía, Torneos también.
El sábado 8 de agosto ya era vox pópuli en el mundo del fútbol que Grondona tenía una oferta del Gobierno por 600 millones de pesos al año. Sabiéndose en desventaja, TSC contraatacó con mayor virulencia y amenazó con juicios individuales para los dirigentes que aprobaran la salida del convenio en la reunión de comité ejecutivo del martes 11 de agosto. “Aquí puede haber responsabilidades no solamente institucionales, sino incluso personales”, sugirió Bombau en el diario Clarín.

“Más allá del daño que pueden sufrir internamente sus clubes por haber tomado una decisión errónea, estarían hipotecando el futuro de buena parte del fútbol. Y además, se exponen a una catarata de juicios”, advirtió el máximo ejecutivo de TyC.
“El sábado yo ya sabía que Grondona tenía una oferta superadora”, recuerda el ex presidente de un club del Interior. La fuente pertenecía a la mesa chica del grondonismo. Se había enterado el jueves a la noche, cuando el presidente de la AFA llamó a los dirigentes en los que confiaba. Les contó su idea: trasladar la reunión del comité ejecutivo del martes 11 de agosto a Ezeiza. Y que allí, representantes de todos los clubes de todas las categorías del fútbol argentino, aprobaran la rescisión del contrato con TSC. Los asesores legales de la AFA ya les habían adelantado a los directivos que el convenio “tenía salidas posibles”, por lo que la posibilidad de una reunión multitudinaria de hombres del fútbol allí donde entrenan los mejores jugadores del país no era una utopía.
Al contrario, la mayoría de los clubes respondió en forma afirmativa al recibir el convite de la cúpula de la AFA. De a poco, todos comenzaban a enterarse de que Grondona había conseguido el mecenas que buscaba. Y que el dinero pasaría de 268 a 600 millones por año. Además, habría un adelanto de cien millones para aquellos clubes que denunciaran deudas ante el sindicato de los profesionales de la pelota. El nuevo convenio les cerraba a todos. (...)

 

Todos los caminos conducen a la Rosada El teatro de operaciones ya no era Ezeiza ni el edificio de la calle Viamonte, sino la Casa Rosada. Grondona tenía dos interlocutores: el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Con ellos terminaría de cerrar el acuerdo antes de sentarse a hablar (otra vez) con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.