ECONOMIA
TRAS LA SALIDA DE VALE DE MENDOZA

Barral, ex asesor de Lula: “Hay más inversiones que se están frenando”

“Es difícil calcular costos en la Argentina”, advierte el hoy consejero de la central industrial de San Pablo. La caída del proyecto minero no es un caso aislado.

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El ex secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral, quien fue uno de los principales negociadores por importaciones del Gobierno de Lula Da Silva, considera que la salida de Vale del proyecto en Mendoza –que dejó en veremos 4.500 empleos directos y 7 mil indirectos– es más “un síntoma que una causa” y detalló que otras empresas brasileñas pararon inversiones en el país, por las dudas sobre los costos totales y las dificultades para girar dividendos al exterior.

El ex funcionario y hoy integrante del Consejo de Asesores de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), la principal central manufacturera brasileña, explica en diálogo con PERFIL que los empresarios brasileños ven “falta de previsibilidad del tipo de cambio, de transparencia en las mediciones de inflación y de los impuestos”, como factores que desalientan la inversión. El 11 de abril vence la conciliación obligatoria por la que el Ministerio de Trabajo obligó a la firma a pagar los sueldos hasta que defina su futuro.
—¿La salida de Vale del proyecto de potasio en Río Colorado es la punta del iceberg para las inversiones brasileñas en la Argentina?
—Vale es mucho más un síntoma que una causa. Es una decisión racional de una empresa que tiene inversiones en todo el mundo y que también está reduciendo su inversión en Brasil, con precios de los minerales por debajo de lo previsto. En el caso de la inversión de potasio en la Argentina, tenían muchas dudas en cuanto al costo total de la inversión, y la decisión, en definitiva, fue por la imposibilidad de evaluar la dimensión total del proyecto. Pero la decisión de Vale no fue sólo por la Argentina.
—¿Se están reconsiderando otras inversiones?
Hay mucha frustración entre algunos empresarios, y hay inversiones que se están frenando, como en el caso de calzados y autopartes. Pasa en los sectores que estaban más integrados entre los dos países. Hoy las empresas tienen dificultades para girar sus utilidades fuera de la Argentina, es la imagen que está instalada en el mercado. En la Fiesp sostienen que hay problemas para exportar a la Argentina. El comercio se ha reducido, sobre todo el superávit de Brasil en productos donde hay más integración.
—¿El dólar paralelo influye en estas decisiones?
—Es difícil calcular los costos. Vale tenía una preocupación más fuerte por las tasas de impuestos provinciales. La falta de previsibilidad del tipo de cambio, la falta de transparencia en las mediciones de inflación y los impuestos fueron los puntos que preocuparon de la Argentina. La infraestructura también es un problema, tanto en Brasil como en la Argentina, y en general en muchos de los países de América latina. Hay que permitirle al inversor conocer con seguridad qué factores compondrán sus costos.
—En la Argentina, los empresarios y el Gobierno reconocen cierta preocupación porque Brasil crece menos de lo esperado. ¿Se estima una recuperación para los próximos meses?
—Hubo frustración en Brasil porque el año pasado se creció mucho menos de lo que se pensaba (1,5% según el dato oficial). Ahora se están tomando medidas de promoción del consumo, como la reducción de algunos impuestos, pero también hay preocupación por la inflación. El Banco Central dio a entender que será inevitable una suba de la tasa de interés (para frenar la inflación). Se espera que el crecimiento este año sea el doble que el del año pasado, pero la discusión hoy en el Gobierno brasileño es cómo mantener el equilibrio entre frenar la inflación, mantener una tasa de interés más baja que favorezca la actividad y la inversión de largo plazo y cómo preservar el valor de la moneda.
—¿Puede haber una devaluación mayor?
—El Central viene interviniendo para evitar que se aprecie el real, pero la idea es mantenerlo en los valores actuales, alrededor de los dos reales por dólar.
—¿Hay posibilidad de que Brasil aplique un congelamiento de precios como en la Argentina?
—Es imposible que Brasil aplique algo así. Hubo muchos intentos que fallaron, muchos malos resultados y en la mayoría de las veces que se trató de aplicar, el resultado fue un faltante de productos. Creemos mucho menos que la Argentina en la protección estatal y por eso no habría posibilidad de establecer un congelamiento de precios.