ECONOMIA
Revista Fortuna

Cómo será la economía del BCRA-K

El conflicto por Redrado y las reservas alteró los pronósticos optimistas para 2010. Por qué se prevé mayor presión cambiara y suba de precios. El fantasma de los '80.

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| Cedoc
Ya nadie se asombrará de que un nuevo BCRA, conducido por el radical devenido K Miguel Pesce, sea más dependiente del poder K que lo que ya era hasta ahora el propio Martín Redrado al mando. Es probable, entonces, que pasemos de un estado en el que la conducción del Central complacía las decisiones de Néstor Kirchner poniendo la entidad al servicio del modelo kirchnerista, a un estado en el que la autoridad monetaria sea conducida por Néstor Kirchner. La diferencia no es menor cuando se considera que la lógica del poder K parte de la sumisión que se logra a partir del manejo de la caja, manejo del cual el zarpazo a las reservas, parece como la frutilla del postre en una serie de decisiones equivocadas cuyos hitos fueron la intervención del INDEC, la crisis del campo, el modo en el que se nacionalizó el sistema de las AFJP y la avanzada kirchnerista post-derrota electoral de junio que ignoró el resultado.
 
Hoy, la situación exhibe, de un lado, al kirchnerismo que es capaz de entender a las reservas como un botín de guerra y, por lo tanto, susceptibles de ser utilizadas para su causa. Del lado opositor, se teme a las condiciones con las que se encontrará en 2011 un nuevo gobierno si el kirchnerismo logra avanzar con sus “proyectos” y amplía su margen de apropiación de las reservas para financiar, así, un fin de ciclo que se intuye turbulento y que, si bien aún es prematuro caratular como caótico, puede derivar en un increscendo nada alentador. De este modo, la lógica del kirchnerismo construye un discurso en el que la acumulación de reservas ha sido un logro casi personal del Gobierno y, por lo tanto, disponer de esos fondos debería no ser más que un trámite bancario. En este sentido, no debería descartarse que en la cabeza de Néstor Kirchner haya rondado la idea de avanzar sobre las reservas a tal punto de dejarle al próximo gobierno el mismo nivel que él heredara del gobierno de Duhalde en mayo de 2003 (unos u$s 12.000 millones).
 
La nota completa, en la última edición de la Revista Fortuna.