Hoy vence el plazo para la recategorización de monotributistas y comienza a regir la nueva escala para todas las categorías, con un aumento del 28,46%. Dado que ese ajuste es muy inferior a la inflación, expertos anticipan que habrá muchos contribuyentes que terminarán quedando fuera del régimen simplificado y pasarán al general.
Si bien hay más de 3,5 millones de contribuyentes incluidos en el régimen simplificado –80 mil más que los que había a esta altura del año pasado– no todos deben modificar su actual categoría.
Dependerá de varios factores, y no solo de los ingresos brutos acumulados, sino también de la energía eléctrica consumida, de los alquileres devengados y de la superficie afectada a la actividad durante 2018.
La recategorización también involucra a los que no lleguen al año de actividad pero tengan más de seis meses –quienes deberán anualizar sus ingresos–, y no requerirá trámite alguno para aquellos que sigan en la misma categoría.
Para la recategorización, al igual que para el pago de las nuevas escalas, se utiliza la misma fórmula que para las jubilaciones: 70% del indice de precios al consumidor y 30% de la remuneración imponible promedio de los trabajadores Estables.
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De ahí surge el 28,46% que se aplica tanto a la cuota como al límite para estar dentro de cada categoría, un porcentaje sensiblemente inferior al de la inflación (47,6%) y al del índice de precios mayoristas (más de 73%), lo que generará seguramente la exclusión del régimen de los que estaban en las categorías más altas.
A partir de este año, los ingresos brutos a tener en cuenta son hasta 138.127,99 pesos anuales para la categoría más baja, con una cuota de 1.294,12 por mes, y de 1.151.066,58 y 1.726.599,88 pesos para la más alta de servicios y de venta de cosas muebles, respectivamente.
Espíritu. El tributarista Guillermo Locane, uno de los redactores del régimen de monotributo en 1998, consideró que “hay una clara vocación de que haya menos monotributistas” y que “la tendencia es a expulsar a los vendedores de bienes. El régimen se desfiguró y de simplificado queda poco”.
“Los montos fronterizos quedan bajos para la venta de bienes. A quien tenga uno o dos empleados y pague alquiler, le será casi imposible permanecer dentro del monotributo”, agregó.
Para Locane, “la gran disparidad entre el ajuste que es (28,46%) y el que debería ser (47,6%) va a llevar a muchos monotributistas a no ser, porque muchos no van a pasar al régimen general (como pretende el Gobierno), sino a la clandestinidad”.
En esto coincide otro tributarista, Sergio Biller, quien sostuvo que sería lógico “crear un régimen intermedio entre el monotributo y el general, ya que pasar del primero al segundo es algo muy perjudicial y excesivamente oneroso y quien queda excluido tiene grandes posibilidades de naufragar”.
En cuanto a las escalas más bajas, Biller también considera que serán afectadas por la actualización, ya que “el pase a una categoría superior en muchos casos no se reflejaría con el aumento real de su capacidad contributiva”.
